Alimentación baja en carbohidratos: Cómo la dieta keto mejora la salud

La dieta cetogénica se ha hecho muy popular en los últimos años. Además de la pérdida de peso, se dice que esta dieta también tiene efectos positivos sobre ciertas enfermedades y la fertilidad. Los investigadores suponen que este tipo de dieta tiene incluso el potencial de ralentizar el proceso de envejecimiento. Las personas que siguen esta dieta abandonan en gran medida los hidratos de carbono.

El principio de la dieta cetogénica

La nutrición cetogénica, o dieta cetogénica, se caracteriza por consumir pocos hidratos de carbono, pero mucha grasa y una cantidad moderada de proteínas. El cuerpo utiliza sus reservas de glucógeno para obtener energía. Para ello, almacena hidratos de carbono procedentes de alimentos como el pan, el azúcar y la pasta. Cuando privamos a nuestro cuerpo de hidratos de carbono, tiene que recurrir a otros recursos energéticos como las grasas. Sin embargo, éstas sólo pueden utilizarse después de que la grasa se descomponga en el hígado y se convierta en cetonas. Esto conduce a lo que se conoce como cetosis, un estado metabólico en el que el cuerpo obtiene la mayor parte de su combustible de la grasa. El resultado: el nivel de insulina desciende rápidamente, se potencia la quema de grasas y los kilos caen en picado. Además, aumentan los niveles de energía y mejora la concentración.

Sólo un 5 por ciento de carbohidratos, pero mucha grasa

Las personas que siguen la dieta ceto no deben consumir más de 20 gramos de carbohidratos al día. Los alimentos que deben consumirse deben tener un 75% de grasas, un 20% de proteínas y sólo un 5% de carbohidratos. Principalmente están permitidos los frutos secos y las semillas, la carne, los productos lácteos enteros, la lechuga y las verduras, el aceite de coco, los aguacates y las bayas. Por el contrario, deben evitarse el azúcar, las patatas y los cereales. Esta dieta tiene numerosos beneficios para la salud.

Regula los niveles de colesterol y azúcar en sangre, así como la tensión arterial

Una figura esbelta es una cosa, pero una dieta cetogénica puede hacer aún más. Esta forma de alimentación resulta útil para determinadas enfermedades. Por ejemplo, los epilépticos sufren menos ataques y los diabéticos mejoran su enfermedad al reducir de forma natural los niveles de azúcar en sangre. La tensión arterial y el colesterol también pueden alcanzar niveles normales. Para quienes tienen problemas de fertilidad, una dieta baja en carbohidratos puede normalizar los niveles de importantes hormonas reproductivas y mejorar las posibilidades de concepción. Incluso pueden observarse efectos en ciertos tipos de cáncer.

Ralentiza el crecimiento tumoral

Por ejemplo, investigadores de la Universidad de Florida, que estudiaban ratones con tumores cerebrales malignos, descubrieron que una dieta baja en carbohidratos y alta en grasas ralentizaba el crecimiento del tumor y aumentaba la tasa de supervivencia en un 50%. Según los científicos, esto es posible porque los carbohidratos se convierten en azúcar en el cuerpo, lo que a su vez provoca el crecimiento de los tumores. La dieta ceto significa que el azúcar se reduce drásticamente.

Protege el cerebro

Los estudios sugieren que varias enfermedades inducidas por el estrés oxidativo, como el Alzheimer, la demencia y el Parkinson, pueden revertirse mediante la cetosis. El resultado: La memoria permanece intacta en la vejez, lo que mejora notablemente la calidad de vida. Al reducir los niveles de azúcar en sangre, detiene la producción de ciertas sustancias que dañan las células y provocan el envejecimiento.

Frena el proceso de envejecimiento

Según las investigaciones, una dieta cetogénica también puede ralentizar el proceso de envejecimiento. En ello influyen numerosos factores, como los radicales libres, que afectan a las células. Una dieta cetogénica estimula la producción de antioxidantes, lo que contrarresta el estrés oxidativo.

Los estudios también demuestran que este tipo de dieta reduce los niveles de triglicéridos en sangre. Los niveles elevados de triglicéridos aumentan el riesgo de inflamación y enfermedades cardiacas. Si el organismo se alimenta con pocos o ningún hidrato de carbono, se libera una sustancia llamada beta-hidroxibutirato. Esto sirve como protección contra las enzimas que desencadenan el estrés interno y el daño genético. El resultado: las células empiezan a envejecer.

Una piel hermosa con la dieta ceto

El envejecimiento de la piel se caracteriza por una menor resistencia al estrés mecánico, una menor capacidad de cicatrización y anomalías en los vasos sanguíneos. Normalmente, el envejecimiento de la piel se debe a los daños causados por los rayos UV o a determinadas enfermedades cutáneas que acompañan al proceso de envejecimiento.

Una explicación más reciente es la glicación. Es una de las causas más comunes de las arrugas y el envejecimiento de la piel. Se trata de la sacarificación de las fibras de los tejidos. La glicación se refiere a un proceso por el cual las proteínas, los lípidos o los ácidos nucleicos se unen a moléculas de azúcar como la glucosa o la fructosa (azúcar presente en las frutas). Si los niveles de azúcar en sangre son elevados con frecuencia, las proteínas pueden combinarse con las moléculas de azúcar y pegarse. El resultado es la formación de AGES (productos finales de glicación avanzada), contra los que el organismo forma anticuerpos. Esto provoca reacciones inflamatorias que endurecen las fibras de colágeno. Como resultado, la piel es menos elástica y se favorece la formación de arrugas.

Sin embargo, el colágeno es un componente esencial de la piel que interviene en procesos celulares y mecánicos cruciales. La glicación hace que el colágeno sea resistente a las proteínas normales de reciclaje, que sirven para eliminar el colágeno malo y sustituirlo por uno nuevo. Si se suprimen los hidratos de carbono y, en su lugar, se recurre al consumo de alimentos que contengan omega-3 y otras grasas saludables, se estimula la producción de colágeno en la piel y se puede ralentizar el proceso de envejecimiento.

Deja un comentario