Demostrado: La siesta aumenta la productividad y mejora la salud mental

¿Se ha echado alguna vez una siesta en mitad del día? Los horarios modernos tienden a favorecer a las personas que se levantan al amanecer y trabajan sin descanso hasta el anochecer. Benjamín Franklin y otros padres de la patria alababan a quienes trabajaban incansablemente, evitando dormir hasta el anochecer. Nuestra sociedad está preparada para apoyar este comportamiento; los trabajos empiezan temprano y las pausas para comer son inexistentes o demasiado cortas para algo más que un bocado rápido. Muchos incluso consideran perezosas a las personas que duermen un poco a primera hora de la tarde. Sin embargo, el desdén por la siesta vespertina puede ser contraproducente. Hay varios beneficios de la siesta que nos estamos perdiendo por apurar el día en lugar de hacer una pausa para descansar lo que necesitamos.

El déficit de sueño nacional

Los estadounidenses no se saltan su siesta diaria porque duerman lo suficiente por la noche. Más bien al contrario: la falta de sueño está alcanzando niveles epidémicos. Los investigadores calculan que el 40% de los adultos y el 70% de los adolescentes no duermen lo suficiente. La cantidad de horas que dormimos ha disminuido un 20% en el último siglo. La gente duerme menos que nunca en la historia de la humanidad, lo que puede estar relacionado con el aumento de las enfermedades metabólicas.

¿Qué podemos hacer los estadounidenses para mejorar nuestro sueño y, con ello, la salud pública nacional? Los expertos sugieren que una buena siesta a la antigua puede ser la respuesta. Una siesta no sólo puede aumentar el tiempo total de sueño, sino que también puede ayudar a ser más productivo y creativo una vez despierto.

Los beneficios demostrados de la siesta

Benefits of Napping Include Better Productivity and Overall Health 1Según las investigaciones realizadas en la última década, la siesta tiene varios beneficios importantes. Las personas que duermen la siesta tienen mentes más agudas y son capaces de resolver tareas cognitivas complejas con mayor rapidez y acierto. La siesta también reduce los niveles de frustración y favorece una buena salud mental. Aunque muchos piensan que la siesta es una pérdida de tiempo, en realidad puede aumentar la productividad. Después de una siesta, se piensa de forma más creativa y se trabaja con más rapidez, compensando así el tiempo perdido en dormir… y algo más.

¿No podemos optar por acostarnos antes? ¿Es mejor echarse la siesta que dormir más por la noche? El jurado aún no se ha pronunciado al respecto, pero hay pruebas de que estamos biológicamente preparados para una siesta corta. Las hormonas asociadas al estado de alerta disminuyen a primera hora de la tarde, lo que hace que muchas personas se sientan cansadas y más apagadas mentalmente. Si no se duerme lo suficiente, esta disminución de las funciones cerebrales tiene un efecto aún mayor. Esta somnolencia de mediodía puede afectar enormemente a la productividad si las personas no descansan lo necesario para seguir adelante con el resto del día.

Cómo dormir la siesta a nivel profesional

Quien esté interesado en hacer de una siesta rápida parte de su estilo de vida, los expertos tienen algunas sugerencias para sacar el máximo partido a su sueño. En primer lugar, se recomienda dormir la siesta a la misma hora todos los días, preferiblemente a la hora en que se es más propenso a sentir sueño. Hay que asegurarse de limitar este tiempo para no profundizar demasiado en los ciclos de sueño y poder despertarse rápidamente; los expertos recomiendan entre 20 y 60 minutos como duración ideal de la siesta. En segundo lugar, hay que encontrar un entorno cómodo y tranquilo para poder echar una cabezada rápidamente y aprovechar al máximo el sueño. Si sólo se va a echar una siesta de 20 minutos, hay que tomarse antes una taza de café. Aunque pueda parecer contraproducente, la cafeína tarda más o menos ese tiempo en hacer efecto, por lo que hará efecto justo cuando uno está a punto de despertarse.

Los beneficios de la siesta son evidentes, así que ¿por qué los occidentales no la convierten en un hábito nacional? Si alguien sufre un bajón vespertino, una siesta rápida puede ser justo lo que los científicos recomiendan. Incluso 20 minutos de sueño pueden dejarnos renovados, frescos y listos para afrontar el resto del día.

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