Zeitpunkt der Mahlzeiten und Ernährung beeinflussen die Darmgesundheit

El horario de las comidas y la dieta alteran la salud intestinal

Cada vez que consumimos alimentos, también estamos alimentando a las bacterias que habitan nuestro cuerpo. El cuerpo humano alberga billones de microorganismos, entre ellos miles de especies de bacterias, hongos y virus. De hecho, estos microorganismos superan en número a nuestras propias células, y la gran mayoría de ellos residen en nuestro sistema digestivo.

Denominados microbiota o flora intestinal, los microorganismos que viven en el tracto gastrointestinal desempeñan papeles fundamentales en la inmunidad, la absorción de nutrientes y la producción de vitaminas. La microbiota influye en la salud cardiovascular, la regulación hormonal y del azúcar en sangre, el desarrollo cerebral e incluso tiene la capacidad de afectar a nuestro estado de ánimo y comportamiento. Cada individuo tiene una microbiota que es completamente única para él, y cualquier desequilibrio en estos microbios puede potencialmente conducir a la dolencia, la enfermedad y el deterioro mental.

Los investigadores han descubierto vínculos entre nuestra flora intestinal y enfermedades y dolencias como:

  • enfermedad de Alzheimer
  • asma
  • trastorno del espectro autista
  • cáncer
  • enfermedad cardiovascular
  • depresión
  • diabetes
  • esclerosis múltiple
  • obesidad
  • trastorno por estrés postraumático

Hay muchos factores que pueden contribuir a la composición y el equilibrio continuo de la microbiota intestinal. Entre los más importantes y fáciles de abordar se encuentran la dieta y el horario de las comidas.

Efectos de la dieta en la salud intestinal

Se ha descubierto que los distintos tipos de bacterias prosperan con distintos tipos de alimentos, e incluso si tomas un suplemento probiótico, lo que comes puede alterar significativamente tu flora intestinal. El lugar donde vivimos y los alimentos regionales que consumimos también influyen mucho en la composición de nuestra microbiota. Por ejemplo, un estudio reciente publicado en la revista Frontiers in Nutrition descubrió que una dieta mediterránea favorecía un intestino más sano que una dieta occidental.

En su estudio, los investigadores demostraron que una dieta mediterránea, que suele ser más rica en fibras vegetales, cereales integrales, pescado y aves de corral con respecto a una dieta occidental, aumentaba la cantidad de la bacteria beneficiosa Lactobacillus hasta en un 7%. La dieta occidental, que tiende a ser más pobre en fibra, con mayores cantidades de grasa y carbohidratos refinados, sólo aumentó el número de bacterias beneficiosas en un 0,5%.

Meal Timing and Diet Affects Gut HealthSe sabe que los carbohidratos refinados y los alimentos ricos en azúcar provocan inflamación intestinal y favorecen el crecimiento de bacterias malas. Las investigaciones también indican que la cantidad y los tipos de proteínas que consumimos alteran la diversidad microbiana de nuestros intestinos. Por ejemplo, los estudios han descubierto que el consumo de proteínas de suero de leche y de guisantes aumenta la presencia de ciertas bacterias intestinales beneficiosas, mientras que disminuye determinadas cepas de bacterias patógenas o malas.

La forma en que la dieta afecta a la salud intestinal es un factor importante en nuestra microbiota, pero lo que comemos no es lo único que hay que tener en cuenta a la hora de mejorar la flora intestinal. Cada vez más investigaciones indican que el tamaño de las comidas y su frecuencia también influyen en el equilibrio microbiano del intestino.

El horario de las comidas y sus efectos en el intestino

La mayoría de los organismos vivos funcionan con ritmos circadianos innatos, y resulta que esto incluye a nuestras bacterias intestinales. Un artículo de investigación publicado en la revista científica PLOS ONE demostró que las bacterias que se encuentran habitualmente en el intestino humano poseen su propio ritmo circadiano y responden a las fluctuaciones en la presencia de hormonas como la melatonina y el triptófano.

Nuestros relojes biológicos son extremadamente sensibles tanto a la ingesta como a la restricción de energía. Las investigaciones han demostrado que una alteración de estos ritmos circadianos puede provocar numerosos efectos perjudiciales para la salud, como diabetes, hipertensión y niveles hormonales irregulares. Los regímenes alimentarios estructurados pueden ser la mejor manera de evitar estas alteraciones y garantizar una salud intestinal óptima.

Sin embargo, a veces alterar estos relojes internos puede resultar beneficioso. Según un estudio reciente dirigido por investigadores del MIT y publicado en la revista Cell Stem Cell, es posible devolver la salud a nuestros intestinos mediante el ayuno. En su estudio, los investigadores descubrieron que un ayuno de 24 horas en ratones provocaba un cambio metabólico que impulsaba la regeneración y reparación de las células madre intestinales.

En un estudio publicado recientemente por la Asociación Americana de Diabetes, se demostró que este reajuste de la microbiota intestinal que se produce con el ayuno tiene las ventajas añadidas de prevenir la ceguera y favorecer la longevidad.  Otro estudio reciente, publicado por Experimental Biology, ha demostrado que el ayuno también puede mejorar la función cardiaca y ayudar a ralentizar el daño cardiaco que acompaña a la insuficiencia cardiaca.

¿Cuál es el resultado?

Nuestros cuerpos son esencialmente más bacterianos que humanos, y un equilibrio adecuado de estas bacterias es vital para nuestra salud general, bienestar y longevidad. La buena noticia es que ser más conscientes de lo que metemos en el cuerpo y cuándo lo hacemos son pasos sencillos para corregir y mantener el equilibrio de esta relación simbiótica.

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