Las personas con osteoporosis experimentan una pérdida de densidad ósea a medida que el organismo absorbe más tejido óseo sin sustituirlo. Esta pérdida de masa ósea es un proceso continuo que deja los huesos porosos y especialmente débiles, por lo que resulta extremadamente fácil romperse determinados huesos del cuerpo. Los huesos que corren más riesgo de romperse son los de la cadera, las articulaciones de las muñecas y los tobillos y las vértebras de la columna vertebral. Según nuevos estudios, la contaminación atmosférica aumenta el riesgo de osteoporosis y puede ser en parte culpable del creciente número de mujeres que luchan contra esta enfermedad.
Síntomas y factores de riesgo de la osteoporosis
Puede ser difícil para una persona con osteoporosis reconocer que padece esta enfermedad, porque los únicos síntomas perceptibles son la rotura de huesos. En casos extremos, algo tan simple como un estornudo puede provocar una fractura ósea en la muñeca o en otro lugar. Las roturas en las muñecas y las caderas pueden observarse más fácilmente, mientras que las fracturas que se producen en las vértebras espinales pueden pasar desapercibidas. Una vértebra espinal afectada puede provocar un cambio de postura o que la ropa deje de quedarle bien, por lo que es importante prestar atención a estos cambios. Cualquier persona que experimente la aparición de dolores o molestias inexplicables debe acudir al médico lo antes posible, sobre todo si tiene un mayor riesgo de desarrollar osteoporosis.
El cuerpo descompone los huesos y sustituye el tejido óseo en un proceso continuo que alcanza su punto álgido a mediados de la veintena. A partir de los 30 y los 40 años, la densidad ósea disminuye gradualmente y, en algunos casos, la pérdida de masa ósea es más significativa. Este proceso suele afectar más gravemente a las mujeres posmenopáusicas que a cualquier otro grupo, aunque los hombres mayores también corren riesgo. Las mujeres corren el mayor riesgo, porque el estrógeno las protege contra la pérdida ósea y la menopausia inhibe la producción de esa hormona.
Además, la osteoporosis afecta más a las personas blancas y asiáticas. Las investigaciones han descubierto que las personas más altas (de más de 1,70 m) corren un riesgo mayor. Los adultos especialmente delgados, o los que pesan menos de 125 libras, también se enfrentan a un mayor riesgo. Por último, las personas que proceden de una familia con antecedentes de la enfermedad, o las que tienen antecedentes de fracturas óseas, tienen más probabilidades de desarrollar la afección. Ciertas elecciones dietéticas también se han relacionado con un mayor riesgo de osteoporosis.
Una nueva investigación sugiere que la contaminación atmosférica aumenta el riesgo de osteoporosis
Una investigación reciente realizada en el Instituto de Salud Global de Barcelona puede haber descubierto un nuevo factor de riesgo para desarrollar osteoporosis al examinar los efectos que la contaminación atmosférica tiene sobre los huesos. En el estudio participaron 3.717 sujetos, entre ellos 1.711 mujeres, y los voluntarios fueron reclutados en hasta 28 pueblos de toda la India. Los investigadores determinaron la calidad del aire de cada pueblo midiendo la existencia de carbono y partículas finas, resultado de los gases de escape de los coches y otras fuentes de contaminación atmosférica. El estudio también tuvo en cuenta el tipo de combustible que utilizaban los participantes para cocinar sus comidas.
Para determinar si la contaminación atmosférica aumenta el riesgo de osteoporosis, los investigadores también examinaron la densidad ósea de cada participante analizando sus vértebras lumbares y los huesos de la cadera izquierda. El estudio reveló una correlación entre una mayor exposición a partículas finas y una menor densidad ósea. El autor del estudio, el Dr. Otavio Ranzani, cree que la disminución de la masa ósea se debió al estrés oxidativo que provocó la contaminación tras su inhalación. También sugiere que el aire contaminado aumentó la inflamación, lo que contribuyó a la pérdida ósea avanzada. Los investigadores añadieron que la pérdida de masa ósea es consecuencia de la contaminación atmosférica en múltiples niveles económicos y en todas las ubicaciones geográficas.
Riesgos asociados a los medicamentos para la osteoporosis
Aunque hay medicamentos que los médicos pueden recetar para proteger la salud ósea, también producen algunos efectos secundarios adversos que en algunos casos pueden anular el propósito de tomarlos. Por ejemplo, los bifosfonatos ralentizan la absorción del tejido óseo viejo y ayudan a aumentar la densidad y la resistencia de los huesos. Sin embargo, los estudios han revelado que las fracturas de fémur son frecuentes entre quienes toman estos medicamentos.
Los fármacos con hormona paratiroidea también son tratamientos controvertidos para la osteoporosis. Las dosis se inyectan todos los días durante un máximo de dos años y ayudan a crear nuevo tejido óseo en el organismo. Sin embargo, en ensayos con ratones, se descubrió que administrar los tratamientos durante más de dos años provocaba el desarrollo de cáncer de hueso. Los investigadores aún no tienen claro qué efectos tendría su uso a largo plazo en seres humanos.
Los anticuerpos monoclonales humanos previenen la pérdida adicional de hueso y frenan el avance de la osteoporosis. Por desgracia, la reducción del flujo sanguíneo a la mandíbula provoca osteonecrosis, que es una afección en la que el hueso se rompe. Este tratamiento también provoca fracturas atípicas del fémur.
La terapia de sustitución de estrógenos ha sido un tratamiento estándar para la osteoporosis durante varios años. Además de ayudar a proteger y restaurar el hueso, también ayuda a reducir los síntomas de la menopausia. Desgraciadamente, el uso prolongado del tratamiento se ha relacionado con algunos efectos secundarios adversos, como un mayor riesgo de cáncer de mama y eventos cardiovasculares.
La calcitonina es un medicamento antiguo que ya casi no se utiliza. Esto se debe a que los otros tratamientos enumerados aquí han demostrado ser más eficaces. Además, la Calcitonina aumenta el riesgo de ciertos tipos de cáncer.
¿Cómo protegerse de la osteoporosis de forma natural?
Puede ser cierto que la contaminación atmosférica aumente el riesgo de osteoporosis, pero ¿qué puede hacer para protegerse de forma natural, aparte de minimizar su exposición a los contaminantes atmosféricos? Afortunadamente, se ha demostrado la eficacia de diversas formas de proteger la salud ósea.
Trébol rojo
Se cree que esta planta natural tiene un efecto similar al del estrógeno en el organismo. Como resultado, puede ayudar a promover la salud ósea y la fuerza cuando se toma regularmente.
Soja
Los productos elaborados con soja, como el tofu y la leche de soja, contienen isoflavonas, compuestos que simulan los efectos del estrógeno. El consumo de alimentos derivados de la soja puede ayudar a fortalecer y reconstruir el tejido óseo.
Suplementos dietéticos
También puede encontrar ingredientes naturales que ayudan a proteger la salud ósea en determinados complementos dietéticos de alta calidad. Tomar un suplemento eficaz que aporte los nutrientes necesarios que el cuerpo necesita para proteger y fortalecer los huesos puede beneficiar enormemente la salud ósea en general.
Acupuntura
Esta forma de fisioterapia deriva de una antigua práctica china que consiste en utilizar agujas para dirigir el flujo de energía. Algunos creen que ayuda a desarrollar los músculos y a reducir la inflamación, lo que puede contribuir a proteger contra la pérdida de masa ósea.