Según un nuevo estudio, los malos hábitos alimentarios son responsables de una quinta parte de todas las muertes prematuras a escala mundial. En 2017, esta tasa equivalía a 11 millones de muertes. Aunque es posible que los alimentos poco saludables no causen directamente esas muertes prematuras, los investigadores concluyeron que las dietas poco saludables exponen a más personas a enfermedades no transmisibles como el cáncer, la diabetes de tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares al inhibir la fuerza de la inmunidad. Esta nueva información sugiere que unos simples cambios en el estilo de vida pueden tener un impacto destacado en la salud general.
La dieta, principal factor de riesgo de muerte prematura
Un nuevo estudio ha identificado los malos hábitos alimentarios como uno de los principales factores de riesgo de muerte prematura en todo el mundo, responsable de más muertes incluso que el tabaquismo. El proyecto de investigación, que forma parte del Estudio Mundial sobre Enfermedades Urbanas, examinó los hábitos alimentarios de sujetos de 195 países durante un periodo de 27 años a partir de 1990, prestando especial atención al consumo de nutrientes y alimentos específicos.
Aunque la mala alimentación provocó cáncer y diabetes de tipo 2 en algunos casos, un gran número de participantes sufrieron de salud cardiovascular comprometida relacionada con la dieta. En 2017, Uzbekistán ocupó el primer lugar con 892 muertes por cada 100.000 personas, e Israel el último con solo 89 muertes relacionadas con la dieta por cada 100.000 personas. A modo de perspectiva, el estudio señala que Estados Unidos ocupó el puesto 43, con 171 muertes atribuidas a una dieta inadecuada. En el puesto 23, el Reino Unido registró 127 muertes relacionadas con la dieta en 2017.
En el estudio, los investigadores prestaron especial atención a 15 categorías de alimentos:
- frutas
- verduras
- frutos secos y semillas
- legumbres
- cereales integrales
- fibras
- calcio
- leche
- ácidos grasos omega-3
- grasas trans
- grasas poliinsaturadas
- carne roja
- carne procesada
- bebidas azucaradas
- sodio
De estos 15 productos, se descubrió que determinados alimentos, en concreto los frutos secos y las semillas, los cereales integrales y la leche, escaseaban especialmente en la mayoría de las dietas. En cuanto a los frutos secos y las semillas, el estudio descubrió que la ingesta media era de sólo tres gramos por individuo, es decir, sólo el 12% de la ingesta recomendada. El consumo de leche era inferior al 16%, mientras que la ingesta de cereales integrales sólo alcanzaba el 23% de la cantidad ideal.
Lo que los investigadores encontraron aún más alarmante que la ausencia de ciertos alimentos sanos fue la elevada ingesta de alimentos e ingredientes poco saludables. Por ejemplo, el consumo de refrescos, zumos y otras bebidas azucaradas era demasiado elevado. La ingesta de sodio y carne procesada también era excesiva.
¿Puede la incorporación de alimentos saludables a nuestra alimentación ayudarnos a vivir más tiempo?
En términos sencillos, el estudio concluyó que comer pocos alimentos saludables puede ser más perjudicial para la salud que comer demasiados alimentos poco saludables. Aunque las dietas más perjudiciales tenían un alto contenido en sodio, también eran bajas en varios aspectos clave. En concreto, estas dietas eran especialmente bajas en cereales integrales y alimentos de origen vegetal (verduras, frutas, frutos secos y semillas). Estas dietas también eran muy bajas en omega-3, un nutriente que suele encontrarse en el pescado salvaje.
El estudio también atribuyó a las dietas ricas en sodio, que además carecían de frutas y cereales integrales, la mitad de las muertes relacionadas con la dieta de 2017. Estas dietas también fueron responsables de dos tercios de los problemas de salud graves en los años previos a la muerte.
¿Qué significa esto para el futuro? El Dr. Christopher Murray, investigador principal, afirma que las pruebas apuntan a la necesidad de reexaminar nuestra forma de ver la nutrición. En el pasado, la atención se centraba en reducir el consumo de alimentos poco saludables. Esta nueva investigación sugiere que puede haber llegado el momento de cambiar ese enfoque y hacer mayor hincapié en el consumo de alimentos más saludables. En resumen, si bien es importante eliminar los alimentos poco saludables, es más importante sustituirlos por porciones más grandes de alimentos ricos en vitaminas y nutrientes.
Cambios en el estilo de vida para asegurarse una alimentación más sana
A la luz de la evidencia de que la dieta es el mayor factor de riesgo de muerte prematura, es lógico pensar que todos podemos mantenernos más sanos y fuertes introduciendo sencillos cambios en nuestro estilo de vida relacionados con la dieta. En concreto, estos cambios dietéticos pueden ayudar a garantizar que el organismo reciba unos niveles óptimos de vitaminas y minerales.
No hay que subestimar la variedad
Los nutricionistas recomiendan elegir las frutas y verduras por colores, ya que cada color aporta distintos sabores, diferentes vitaminas y una amplia gama de fito-nutrientes. La mejor práctica es cambiar de alimentos cada tres días, ya que así se aprovechan al máximo los distintos nutrientes de cada alimento.
Añadir frutos secos y semillas a las comidas
Normalmente pensamos en los frutos secos y las semillas como tentempiés, pero si algo nos han demostrado las últimas investigaciones es que no basta con picar algo de estos alimentos. Pueden y deben añadirse a las comidas tan a menudo como sea posible. Espolvorear semillas en la ensalada o en el pollo. Del mismo modo, se pueden mezclar frutos secos con las ensaladas, la pasta integral o el arroz.
Tomar un suplemento diario
Existen muchas fórmulas vitamínicas en el mercado, pero éste es un campo importante en el que merece la pena tomarse el tiempo de elegir sabiamente. Hay que buscar un suplemento multivitamínico y multimineral diario de alta calidad formulado específicamente para hombres o mujeres, a fin de obtener las vitaminas y minerales más importantes para una salud óptima. Aunque tomar una fórmula diaria de vitaminas y minerales puede proporcionar un potente impulso, sigue siendo importante utilizar este tipo de suplementos junto con una dieta sana para maximizar nuestra salud.
La ciencia lo confirma: Comer sano puede hacernos más longevos. Y, lo que es más importante, contribuirá a mantener la salud hasta bien entrada la tercera edad. Hacer de la nutrición una prioridad puede protegernos contra el deterioro cognitivo y físico que afecta a muchas personas a medida que envejecen. Como confirman este estudio y otros anteriores, consumir más alimentos vegetales y cereales integrales puede favorecer una vida más sana y de mayor calidad.