La soja es una legumbre que ha sido durante mucho tiempo un alimento básico de la cocina de Asia Oriental. Hoy en día, la soja ha ganado en popularidad y se utiliza para elaborar una gran variedad de alimentos, como tofu, leche de soja, salsa de soja, aperitivos de soja tostada, miso, edamame, harina de soja e incluso preparados de soja para lactantes. Los alimentos a base de soja tienen un alto contenido en vitaminas y minerales y son también una fuente eficaz de proteínas para quienes siguen dietas vegetarianas o veganas. Los alimentos a base de soja también son versátiles y baratos. Sin embargo, a pesar de todas estas ventajas, una dieta rica en soja conlleva serios inconvenientes.
La soja provoca una serie de efectos negativos para la salud
Muchas de las sustancias químicas presentes en la soja pueden ser muy perjudiciales. Los fitatos de la soja bloquean la absorción de minerales esenciales, como el hierro, el calcio y el zinc. Los inhibidores de la tripsina presentes en la soja interfieren en la digestión de las proteínas. Los goitrógenos son otros compuestos de la soja que pueden provocar hipotiroidismo y otras afecciones de la tiroides. La hemaglutinina es una sustancia que hace que los glóbulos rojos se aglutinen. Esto puede impedir que distribuyan eficazmente el oxígeno al organismo. La soja también contiene altos niveles del metal aluminio, que puede dañar los riñones y el sistema nervioso.
Las dietas ricas en soja pueden comprometer la función inmunitaria. Un estudio reveló que los ratones a los que se administraron fitoestrógenos de soja experimentaron un encogimiento de la glándula timo, que es una parte importante del sistema inmunitario. Otro estudio, en el que participaron más de 800 personas, descubrió que los bebés alimentados con leche de fórmula a base de soja durante la infancia consumían más medicamentos contra el asma y las alergias en la edad adulta.
Los niños son especialmente susceptibles a los efectos negativos de la soja sobre la salud. Se ha descubierto que la exposición a fitoestrógenos de los niños alimentados con fórmulas a base de soja es hasta 11 veces superior a la de los adultos que consumen alimentos a base de soja, la misma cantidad que obtendrían tomando cinco píldoras anticonceptivas al día.
La soja y la libido están relacionadas
La soja contiene las sustancias químicas genisteína y daidzeína, que pertenecen a una clase de sustancias químicas conocidas como isoflavonas. La genisteína y la daidzeína también se consideran fitoestrógenos, lo que significa que imitan muy de cerca los efectos de la hormona sexual femenina estrógeno. Sólo dos vasos de leche de soja al día pueden bastar para alterar el ciclo menstrual de una mujer.
La relación entre la soja y la libido es una mala noticia para los hombres que la consumen. Llevar una dieta rica en soja es especialmente peligroso para los hombres; el estrógeno añadido altera el equilibrio hormonal masculino y puede provocar efectos secundarios como crecimiento mamario, impotencia, labilidad emocional y libido baja. Los estudios han demostrado que incluso dosis más bajas de soja son suficientes para alterar el equilibrio hormonal, por lo que los hombres deben tener cuidado al consumir productos de soja, especialmente si ya se enfrentan a problemas de libido baja u otros problemas relacionados.
La conexión entre la soja y la libido no es el único efecto negativo sobre la salud sexual causado por la soja. En un estudio, 99 hombres declararon su consumo de soja en la dieta y se sometieron a un análisis de esperma. Los hombres que consumían más soja tenían una concentración de esperma un tercio menor. Otro estudio realizado en ratas descubrió que los machos alimentados con fitoestrógenos tenían niveles más bajos de testosterona y erecciones de menor calidad.
Productos para elegir en lugar de la soja
- Para los que siguen una dieta sin lácteos, en lugar de leche de soja pruebe la leche de almendras, de anacardos, de cáñamo, de coco o de arroz.
- La harina de soja, como opción de harina sin gluten, puede sustituirse por harina de almendras, harina de garbanzos, harina de arroz blanco, harina de tapioca, harina de patata, harina de avena, etc.
- La leche materna, la leche de fórmula sin soja y las leches de origen animal son las únicas opciones que debe considerar para alimentar a su hijo, a menos que su médico le indique que es médicamente necesario utilizar una leche de fórmula a base de soja.
Recuerde que los alimentos elaborados con soja fermentada no presentan los mismos inconvenientes que los productos de soja no fermentada. El proceso de fermentación destruye los antinutrientes (saponinas, fitatos, goitrógenos, fitoestrógenos, etc.), dejando que tu cuerpo sólo reciba los verdaderos beneficios nutricionales. Uno de estos beneficios nutricionales de la soja fermentada es la abundancia de vitamina K2, que ayuda a prevenir diversas enfermedades, desde la osteoporosis hasta el cáncer. Entre los alimentos de soja fermentada se encuentran el miso, el natto, el tempeh, la salsa de soja, la pasta de judías fermentadas y el tofu encurtido.