Los beneficios del ejercicio para los hombres incluyen una mayor esperanza de vida

El ejercicio regular de leve a moderado puede fortalecer el corazón y los vasos sanguíneos del hombre. Un sistema cardiovascular fuerte puede mejorar los niveles de resistencia al ayudar al organismo a utilizar el oxígeno de forma más eficaz. Además, el ejercicio puede reducir el riesgo de que un hombre desarrolle presión arterial alta, también conocida como hipertensión, y concentraciones elevadas de colesterol malo en sangre. Estas acciones pueden reducir en gran medida las probabilidades de sufrir un infarto de miocardio, un derrame cerebral o diversos trastornos vasculares.

Cuanto más activo físicamente sea un hombre, más probabilidades tendrá de evitar el aumento de peso precipitado por el exceso de grasa. De hecho, el ejercicio constante podría estimular el metabolismo, es decir, la capacidad del cuerpo para metabolizar las calorías y los nutrientes, a un ritmo más rápido, lo que podría traducirse en una pérdida de peso. Mantener un peso normal puede ser fundamental para prevenir enfermedades potencialmente graves, si no mortales, como problemas cardiovasculares, diabetes y cáncer.

Muchos miembros de la comunidad médica consideran que el ejercicio regular para los hombres es fundamental para evitar enfermedades crónicas como la diabetes. Se cree que el ejercicio estimula la producción de importantes hormonas metabólicas como la insulina. La producción estable de insulina es crucial para prevenir la diabetes. La producción corporal normal de otras sustancias metabólicas también podría prevenir una serie de otras enfermedades de larga duración y posiblemente debilitantes.

Participar en niveles constantes de actividad física supondrá rigores añadidos para el cuerpo que requerirán una mayor necesidad de sueño. Dicho esto, se cree que los hombres que hacen ejercicio con regularidad duermen más y con mayor calidad. Un descanso adecuado es fundamental para que el organismo pueda rejuvenecerse y mantener un sistema inmunitario formidable. Los hombres que no duermen lo suficiente suelen desarrollar niveles bajos de resistencia y son más propensos a contraer enfermedades leves o a contraer enfermedades más graves.

La mayoría de los hombres se enfrentan al estrés en algún nivel profesional o personal. Si no se gestionan adecuadamente, la tensión y la presión excesivas pueden precipitar numerosos problemas físicos, mentales y emocionales. El ejercicio ofrece a los hombres una salida saludable para liberar esas tensiones.

Se dice que el esfuerzo físico estimula el flujo sanguíneo y mejora la circulación en la mayoría de las zonas del cuerpo, especialmente en los órganos sexuales y reproductores del hombre. Un suministro saludable y constante de sangre a estas regiones vitales podría mejorar la capacidad de un hombre para rendir sexualmente a un nivel óptimo y mantener su resistencia con el fin de ejecutar tales esfuerzos de calidad durante largos períodos de tiempo.

El ejercicio puede aumentar la producción corporal y las concentraciones de hormonas sexuales clave como la testosterona. Un aporte sanguíneo adecuado de estas sustancias químicas puede mejorar el rendimiento sexual, contribuir a la salud física y la resistencia generales del hombre y ayudarle a recuperar o mantener un fuerte deseo sexual.

Normalmente, los hombres que hacen ejercicio con bastante frecuencia desarrollan físicos más fuertes y estéticamente más atractivos. Esto no sólo puede mejorar la autoestima y la confianza del hombre, sino que también puede atraer más la atención de posibles parejas sexuales.

Varios estudios científicos han demostrado que incluso una actividad física ligera o de corta duración puede mejorar la longevidad de los hombres. Estos resultados también sugieren que el ejercicio puede ser muy beneficioso para los hombres mayores o con problemas de salud. Un estudio realizado por la Escuela Noruega de Medicina descubrió que los hombres de 70 años o más que realizaban algún tipo de actividad física al menos seis veces por semana tenían un 40% menos de probabilidades de morir que los hombres de edades comparables que no hacían ningún tipo de ejercicio. Los investigadores calcularon que los hombres septuagenarios que se abonaban al esfuerzo físico vivían, de media, cinco años más que los individuos sedentarios del mismo grupo de edad.

Otro estudio publicado recientemente examinó a más de 650.000 personas y llegó a la conclusión de que quienes practicaban algún tipo de ejercicio durante tan sólo media hora al día podían prolongar su esperanza de vida hasta tres años y medio. Estos resultados también incluían a personas con enfermedades, así como a las afectadas por la obesidad.