Una nueva investigación ha relacionado el microbioma intestinal y el envejecimiento, sugiriendo que mantener un intestino más sano puede ayudar a sentirse más joven durante más tiempo. Un estudio realizado en la Universidad Tecnológica de Nanyang, en Singapur, se centró en los efectos de la transferencia de la microbiota intestinal más diversa de los ratones más viejos a los intestinos de los más jóvenes. Una vez completada la transferencia, se examinaron los ratones más jóvenes y los investigadores descubrieron que los microbios trasplantados ayudaban a estimular el funcionamiento de las neuronas en el cerebro de los ratones. Sorprendentemente, los ratones también mostraron signos de que el proceso de envejecimiento se había ralentizado gracias a la transferencia de microbios.
Una investigación relaciona el microbioma intestinal sano y el envejecimiento
Estudios anteriores han demostrado que el microbioma intestinal cambia a medida que envejecemos. El estudio reciente consistió en transferir la microbiota intestinal de ratones de 24 semanas de edad a ratones de sólo seis semanas. En ocho semanas, el equipo de investigación observó que había una neurogénesis más avanzada y un aumento del crecimiento intestinal en los ratones más jóvenes. Estos cambios iban acompañados de un mayor crecimiento del butirato, que es un ácido graso de cadena corta.
Producido por las bacterias del microbioma intestinal, el butirato ayuda al organismo a combatir una serie de amenazas para la salud. Es especialmente eficaz en la protección contra la EII (enfermedad inflamatoria intestinal), la diabetes, la obesidad y el cáncer colorrectal. Al enriquecer los microbios intestinales específicos, estos tipos de bacterias fermentan las fibras alimentarias que ingiere el individuo. Este proceso da lugar a una mayor producción de butirato en el colon. Una vez activado, el butirato ayuda al organismo a producir más cantidad de una hormona llamada FGF21, asociada a la longevidad.
Además de estimular el FGF21, el butirato también impulsa la producción de las proteínas AMPK y SIRT-1. Esto es importante porque estas proteínas regulan el metabolismo. La SIRT-1, en particular, ayuda al sistema inmunitario a combatir la enfermedad reduciendo la señalización de la mTOR. La reducción de los niveles de señalización de mTOR puede ser beneficiosa porque disminuye los riesgos de cáncer y de enfermedades inflamatorias.
El equipo de investigación también descubrió que la microbiota trasplantada provocaba el crecimiento del intestino grueso y delgado. Cuando se les administró butirato directamente, los ratones de prueba mostraron un crecimiento intestinal similar, así como una mejora de la neurogénesis.
Los resultados de esta investigación indican que la respuesta al tratamiento de las enfermedades degenerativas, así como a la ralentización del envejecimiento en general, puede implicar la alteración del microbioma intestinal. Esto podría conducir a tratamientos naturales para ciertas afecciones relacionadas con la edad, lo que animaría a realizar más investigaciones en este ámbito de estudio. Mientras tanto, ya sabemos que mantener un intestino sano nos beneficia de otras maneras.
¿Por qué es importante un microbioma intestinal sano?
Incluso antes de que los científicos encontraran una conexión entre el microbioma intestinal y el envejecimiento, los investigadores habían descubierto que las bacterias y otros microbios del intestino son esenciales para la salud humana. El microbioma intestinal alberga billones y billones de microbios y cada uno de ellos influye en la salud del individuo. Además, el microbioma intestinal es como una huella dactilar, ya que no hay dos exactamente iguales. Hasta dos tercios de la microbiota intestinal son exclusivos de cada persona, lo que influye en cuestiones relacionadas con la salud, como la eficacia del funcionamiento del sistema digestivo y la reacción del cuerpo a determinados alimentos.
Dado que el microbioma intestinal se encarga de extraer las vitaminas de los alimentos y ayuda a procesarlas para que sean utilizadas por el organismo, esta comunidad de microbios ayuda al sistema inmunitario del cuerpo. Cada microbio del microbioma intestinal cumple una función única, como la de afectar a los riesgos de obesidad o diabetes de tipo 2. Por esta razón, las personas con microbiomas más diversos suelen ser más sanas y pueden tener un menor riesgo de padecer ciertas enfermedades.
También sabemos que el microbioma intestinal cambia a medida que envejecemos y nos exponemos a más factores ambientales. Además de los alimentos que comemos, el entorno, el estrés y los hábitos de vida afectan a la diversidad del microbioma intestinal. Algunas de las condiciones que se ven afectadas por la salud del microbioma intestinal son:
- obesidad
- cáncer
- salud emocional
- autismo
¿Cómo se puede desarrollar un microbioma intestinal más saludable?
Aunque las bases del microbioma intestinal se empiezan a formar desde el nacimiento, hay cosas que se pueden hacer para promover un intestino más diverso incluso en la edad adulta. Desde modificar los patrones de alimentación hasta realizar actividades más saludables, estos cambios pueden ayudar a introducir una gama más amplia de bacterias útiles en el intestino.
Añadir más diversidad a la dieta
Especialmente en EE.UU., son pocas las personas que consumen una gama verdaderamente amplia de alimentos, confiando principalmente en los alimentos procesados. En su lugar, hay que intentar añadir más color a la dieta eligiendo una mayor variedad de frutas y verduras. Cada tipo de alimento de origen vegetal contiene diferentes tipos de bacterias, por lo que comer una gama más amplia de alimentos ayudará a diversificar el microbioma intestinal.
Comer más alimentos fermentados
Productos como el yogur, el chucrut y el kimchi ayudan a convertir los azúcares en ácidos orgánicos. Este proceso ayuda a reducir el número de bacterias en el cuerpo que promueven la inflamación. Tanto los adultos como los niños pueden incluso ayudar a aliviar la intolerancia a la lactosa añadiendo más yogur natural a su dieta.
Comer cereales integrales
Los productos de grano entero no se digieren tan fácilmente, lo que permite que pasen al intestino grueso. Una vez allí, el intestino descompone los granos en tipos de bacterias útiles. Los microbios derivados de los cereales integrales, como las Bifidobacterias, los Bacteroidetes y los lactobacilos, ayudan a producir una sensación de hambre, limitando la tentación de comer en exceso. Estos tipos de bacterias también reducen la inflamación y favorecen la salud del corazón.
Añadir un suplemento probiótico
Por último, tomar un suplemento diario de probióticos/prebióticos también puede tener un efecto positivo en los intestinos. Los probióticos ayudan a potenciar la salud general del microbioma intestinal y a mejorar el metabolismo del organismo. Los probióticos también ayudan a que ciertos tipos de bacterias funcionen mejor, lo que puede ser la razón por la que las personas que sufren de algunas condiciones médicas son ayudadas por tomar este tipo de suplemento.