Debido a la creciente amenaza de la resistencia a los antimicrobianos, los antibióticos han recibido cada vez más atención en los últimos años. Es bien sabido que los antibióticos interrumpen los millones de microorganismos que componen la flora intestinal natural de nuestro cuerpo. Investigaciones recientes han demostrado que la microbiota de nuestro tracto gastrointestinal desempeña un papel crucial en el mantenimiento de la función inmunitaria, el equilibrio hormonal e incluso la salud mental. Teniendo esto en cuenta, los investigadores se propusieron determinar si este vínculo podría significar que los antibióticos acortan la esperanza de vida. Según sus conclusiones preliminares, los efectos del uso prolongado de antibióticos por las mujeres en etapas posteriores de la vida podrían estar relacionados con un mayor riesgo de muerte por cardiopatías u otras causas.
Los antibióticos alteran la salud intestinal
En una colaboración entre las universidades de Tulane y Harvard, los investigadores evaluaron la relación entre el consumo de antibióticos y el riesgo de muerte por causas específicas. Estudios anteriores han demostrado que los antibióticos pueden provocar cambios significativos en la microbiota intestinal, los microorganismos que viven en el tubo digestivo. Los investigadores esperaban investigar si esta microbiota cambia de forma que pueda aumentar el riesgo de que una persona desarrolle cánceres, cardiopatías u otras enfermedades graves.
“Las alteraciones de la microbiota intestinal se han relacionado con diversos trastornos potencialmente mortales, como las enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer”, según el autor principal del estudio, el Dr. Lu Qi, profesor de Epidemiología de la Universidad Tulane de Nueva Orleans. “La exposición a los antibióticos afecta al equilibrio y la composición del microbioma intestinal, incluso después de dejar de tomar antibióticos; por ello, es importante comprender mejor cómo la toma de antibióticos podría repercutir en los riesgos de enfermedades crónicas y muerte.”
Los resultados de la investigación, uno de los primeros estudios observacionales en cuantificar cómo pueden afectar los antibióticos a la salud intestinal y cardiaca, se presentaron en la conferencia sobre Epidemiología y Estilo de Vida de la Asociación Americana del Corazón.
El equipo realizó un seguimiento de más de 37.000 mujeres estadounidenses de 60 años o más. Las mujeres, que no padecían cardiopatías ni cáncer al inicio del estudio, informaron de su consumo de antibióticos y fueron clasificadas en función de su frecuencia de uso. Los investigadores siguieron al grupo de estudio desde 2004 hasta su conclusión en junio de 2012.
Los investigadores analizaron los datos y tuvieron en cuenta factores de riesgo de cardiopatía, como la dieta, la tensión arterial, la presencia de diabetes y el uso de medicamentos. El estudio descubrió que las mujeres que tomaron antibióticos durante dos o más meses en la edad adulta tardía tenían una tasa de mortalidad un 27% mayor que las mujeres que no tomaron antibióticos. La toma de antibióticos durante dos o más meses al final de la edad adulta se asoció a un riesgo de muerte por problemas cardiovasculares un 58% mayor que en el caso de las mujeres que no tomaron antibióticos. Esta asociación fue más pronunciada en las mujeres que declararon haber usado también antibióticos entre los 40 y los 59 años. No se hallaron asociaciones entre el uso de antibióticos y un mayor riesgo de muerte relacionada con el cáncer.
Los investigadores advierten de que, a pesar de la fuerte correlación entre el uso prolongado de antibióticos y un mayor riesgo de muerte, se necesita más investigación para determinar si la relación es causal y cuáles pueden ser los factores desencadenantes. Según el equipo, “aunque observamos una notable asociación entre el uso prolongado de antibióticos y el riesgo de muerte, aún no está claro si el uso prolongado de antibióticos es la causa específica de la asociación. Por ejemplo, las mujeres que informaron del uso de antibióticos podrían estar más enfermas de otras formas no medidas”. Concluyeron que “estos resultados, sin embargo, contribuyen a una mejor comprensión de los factores de riesgo de muerte por todas las causas y cardiovascular. Ahora disponemos de pruebas fehacientes de que las personas que toman antibióticos durante periodos prolongados en la edad adulta pueden constituir un grupo de alto riesgo al que dirigir la modificación de los factores de riesgo para prevenir las cardiopatías y la muerte.”
Por qué la salud intestinal es tan importante para la salud general
Hay más de 100 billones de bacterias en el cuerpo humano, y la mayoría de ellas residen en el tracto gastrointestinal. Estas bacterias beneficiosas desempeñan un papel importante en nuestro bienestar al facilitar la digestión, la absorción de vitaminas y minerales, la regulación hormonal y la respuesta inmunitaria.
Junto con estos microbios, el intestino humano alberga millones de neuronas incrustadas a lo largo de las paredes del tracto gastrointestinal, que se comunican directamente con nuestro cerebro para controlar el bienestar. Este “segundo cerebro”, el sistema nervioso entérico, dispara los mismos neurotransmisores, como la serotonina y la dopamina, que nuestro cerebro y es responsable de la mayor parte de nuestra función inmunitaria y del equilibrio de nuestro estado de ánimo.
Cómo el microbioma intestinal puede afectar negativamente a la salud
El complejo vínculo de comunicación entre el intestino y el cerebro es un bucle de retroalimentación bidireccional. Cualquier desequilibrio microbiano del intestino, una condición conocida como disbiosis, causará estragos en nuestro cerebro y nuestro cuerpo. El desequilibrio del microbioma intestinal se ha asociado a problemas de salud como:
- Enfermedades intestinales como el síndrome del intestino irritable, la enfermedad inflamatoria intestinal y la colitis ulcerosa.
- Colesterol alto y aumento del riesgo de cardiopatías
- Desequilibrio de la glucemia y mayor riesgo de diabetes
- Trastornos neuropsicológicos como la esquizofrenia y el trastorno del espectro autista
- Depresión, ansiedad e insomnio
- Enfermedades inflamatorias como la esclerosis múltiple
Cómo mejorar el microbioma intestinal
Existen diversas medidas que pueden adoptarse para promover un intestino sano. He aquí algunas de ellas:
- Limitar el uso de antibióticos a menos que sea absolutamente necesario. Los antibióticos matan tanto las bacterias buenas como las malas del intestino y pueden afectar al equilibrio intestinal durante hasta un año.
- Seguir una dieta variada basada en alimentos integrales que esté repleta de frutas y verduras y sea rica en fibra y cereales integrales. Los alimentos ricos en fibra, como las legumbres, los cereales integrales y la avena, contienen fibras beneficiosas que favorecen el crecimiento bacteriano sano.
- Eat plenty of probiotic- and prebiotic-rich foods. Fermented foods such as kefir, sauerkraut, and yogurt are good sources of healthy bacteria like Lactobacilli, while foods such as apples, artichokes, oats and bananas are rich in prebiotic fiber that stimulates the growth of these healthy bacteria. Consuma muchos alimentos ricos en probióticos y prebióticos. Los alimentos fermentados como el kéfir, el chucrut y el yogur son buenas fuentes de bacterias saludables como los lactobacilos, mientras que alimentos como las manzanas, las alcachofas, la avena y los plátanos son ricos en fibra prebiótica que estimula el crecimiento de estas bacterias saludables.
- Tomar suplementos prebióticos y probióticos. Los suplementos probióticos contienen cepas vivas de las bacterias beneficiosas que ayudan a restablecer la estasis gastrointestinal. Los prebióticos ayudan a las bacterias buenas a hacer su trabajo.
- Limitar el consumo de alimentos muy procesados, azúcares y edulcorantes artificiales. Se sabe que alimentan a las bacterias malas del intestino.