Estas enfermedades, que incluyen diversas dolencias como el lupus, la artritis reumatoide, la esclerosis múltiple y la enfermedad de Crohn, pueden ser devastadoras para la salud e incluso causar discapacidad de por vida o la muerte. Hay muchas teorías sobre por qué está aumentando la prevalencia de estas enfermedades. Según varios estudios nuevos sobre las bacterias intestinales y las enfermedades autoinmunes, nuestro microbioma interno puede desempeñar un papel importante.
¿Cuáles son las causas de las enfermedades autoinmunes?
Las enfermedades autoinmunes son una amplia clase de dolencias que pueden atacar a cualquier órgano del cuerpo humano. Aunque estas enfermedades y sus efectos pueden variar mucho, todas tienen algo clave en común. Estas enfermedades se producen cuando nuestro sistema inmunitario empieza a ver nuestros propios tejidos y células como invasores extraños y los ataca. La mayoría de las personas notan que los efectos aparecen en brotes con periodos de remisión.
Existen varios medicamentos nuevos para las enfermedades autoinmunitarias que pueden ayudar a calmar el sistema inmunitario y prolongar el periodo de remisión. Sin embargo, la mayoría de las personas que utilizan estos medicamentos siguen padeciendo los síntomas de su enfermedad, así como los efectos secundarios de la medicación. Además, la supresión del sistema inmunitario expone a las personas al riesgo de contraer infecciones.
El mejor tratamiento para las enfermedades autoinmunes, como para casi todas las enfermedades, es la prevención. Según varios estudios recientes, mantener un tracto gastrointestinal sano puede ser parte del rompecabezas.
Nuevas conexiones entre las bacterias intestinales y las enfermedades autoinmunes
Los ratones también pueden desarrollar enfermedades autoinmunes similares a las de los humanos, lo que los convierte en un animal de investigación ideal. Los investigadores infectaron ratones con una bacteria común en los tractos gastrointestinales menos equilibrados de los humanos. Esta bacteria salió del intestino y llegó al torrente sanguíneo, donde provocó inflamación autoinmune en diversos sistemas orgánicos. En particular, causó inflamación en el tejido linfoide, que es donde se desarrollan y maduran los componentes clave de nuestro sistema inmunitario. Una proporción considerable de los ratones de este estudio desarrollaron enfermedades autoinmunes después de esto.
¿Puede esta bacteria producir los mismos efectos en los seres humanos? Aunque desde el punto de vista ético es más complicado experimentar en humanos, parece que existen varios vínculos. Esta bacteria exacta se ha encontrado en el hígado de humanos que sufren enfermedades autoinmunes. Además, estudios en células humanas criadas en laboratorio demuestran que provoca en nuestras células una inflamación similar a la observada en ratones.
¿Podrían las bacterias adecuadas tratar el lupus?
Mientras que algunas bacterias parecen causar enfermedades autoinmunes, otras tienen exactamente el efecto contrario. En otro estudio, los científicos observaron que los ratones con lupus tenían niveles más bajos de Lactobacillus, una bacteria intestinal saludable que se encuentra en el yogur y otros alimentos fermentados. Además, mantener niveles saludables de Lactobacillus parecía reducir la gravedad de los síntomas en los ratones con esta enfermedad. El Lactobacillus, una bacteria que se encuentra en la mayoría de los alimentos y suplementos probióticos, podría utilizarse pronto para ayudar a las personas con enfermedades autoinmunes a reducir de forma segura los efectos de su enfermedad.
La flora intestinal y el sistema inmunitario
Aunque actualmente no comprendemos cómo pueden interactuar las distintas bacterias con el sistema inmunitario, una cosa está clara: mantener un microbioma sano es importante para conservar un sistema inmunitario sano, así como una buena salud de todo el organismo. Tener un equilibrio adecuado de bacterias intestinales no sólo puede prevenir enfermedades autoinmunes, sino también infecciones graves. También se ha descubierto que contribuyen a una buena salud mental y cardiovascular y que ayudan a mantener una buena salud de diversas maneras.
Sin embargo, esto puede no ser una buena noticia para muchas personas modernas. La dieta occidental contemporánea dista mucho de ser ideal en muchos aspectos, pero especialmente en sus efectos sobre las bacterias gastrointestinales. Nuestros alimentos preparados y procesados carecen no sólo de bacterias saludables, sino también de los tipos de fibra que ayudan a alimentarlas y mantenerlas.
Mantener un microbioma sano
Dado que nuestra dieta no suele favorecer un tracto gastrointestinal sano, la mayoría de las personas modernas necesitamos buscar activamente alimentos que mantengan nuestro microbioma bien equilibrado. Los expertos recomiendan tomar un suplemento probiótico o elegir alimentos ricos en bacterias saludables, como el yogur. Además, lo mejor es combinar estos alimentos con fibra soluble, también conocida como prebióticos. Los suplementos prebióticos contienen los tipos de fibra que “fertilizan” las bacterias intestinales sanas del mismo modo que fertilizamos un jardín, proporcionándoles los alimentos y nutrientes que necesitan para desarrollarse. Además, es importante evitar los antibióticos a menos que sean necesarios para nuestra salud, tanto en la atención médica como en los productos que utilizamos para limpiar nuestros hogares.
¿Podría el aumento de las enfermedades crónicas modernas deberse en parte a nuestras dietas y vidas desinfectadas? Aunque no comprendemos todas las formas en que nuestro microbioma puede interactuar con nuestro sistema inmunitario, las investigaciones sugieren que existe una conexión indudable. Mantener el equilibrio correcto de las bacterias intestinales parece ser una de las cosas más importantes, y más fáciles, que podemos hacer para mantenernos sanos.