Zusammenhang zwischen Bauchfett und Vitamin-D-Spiegeln

Relación entre la grasa abdominal y los niveles de vitamina D

Gracias al aumento de la atención prestada a la investigación en los últimos años, estamos empezando a comprender mejor cómo influye la vitamina D -un nutriente esencial asociado desde hace tiempo a la salud ósea– no sólo en nuestro sistema musculoesquelético, sino también en otros aspectos críticos de nuestra salud. La vitamina D, producida de forma natural por la piel al exponerse al sol, también está presente en alimentos como el aceite de hígado de bacalao, el hígado de ternera, los huevos, algunos pescados grasos como la caballa, el arenque y el atún, y en productos enriquecidos como la leche y los cereales. Ciertos suplementos también aportan vitamina D. La vitamina D es vital para la capacidad de nuestro organismo de absorber el calcio y también influye directamente en los niveles de presión arterial, la función cerebral, la función pulmonar, la inmunidad e incluso la regulación del estado de ánimo.

Deficiencia de vitamina D: Una epidemia ampliamente ignorada

Belly Fat and Vitamin D Levels Linked 1Según el Instituto de Medicina, más de una cuarta parte de la población estadounidense tiene niveles bajos o inadecuados de vitamina D. Es más, muchos expertos creen que los niveles recomendados de vitamina D deberían ser dos o tres veces superiores a los recomendados por el IOM, lo que haría que más del 95% de la población estadounidense tuviera carencias o corriera el riesgo de tenerlas. Las deficiencias de vitamina D se han relacionado con enfermedades como el cáncer, las cardiopatías, la diabetes, el síndrome metabólico y la esclerosis múltiple. Investigaciones anteriores han sugerido que puede existir una relación entre la carencia de vitamina D y la obesidad.

La obesidad, una epidemia mundial, contribuye a la muerte de unos 2,8 millones de personas al año en todo el mundo. Sólo en Estados Unidos, más de 78 millones de adultos se consideran obesos. Esto significa que muchos de ellos corren el riesgo de padecer enfermedades fácilmente prevenibles pero potencialmente mortales, como cardiopatías, diabetes y ciertos tipos de cáncer. Una relación demostrada entre la obesidad y los niveles de vitamina D podría tener implicaciones de gran alcance para la inmensa mayoría de la población.

Los investigadores descubren una relación significativa entre la grasa abdominal y la vitamina D

Un grupo de investigadores del Centro Médico de la Universidad VU de Holanda y del Centro Médico de la Universidad de Leiden trató de comprender mejor la relación entre obesidad y niveles de vitamina D observando los tipos y localizaciones de grasa asociados.

Dirigido por Rachida Rafiq, el equipo examinó datos del estudio Netherlands Epidemiology of Obesity, centrándose específicamente en los tejidos adiposos (grasa) de los participantes en relación con sus niveles de vitamina D. En concreto, los investigadores examinaron la grasa corporal total de los participantes, el tejido adiposo abdominal subcutáneo (grasa abdominal), el tejido adiposo visceral (grasa que rodea los órganos), así como sus grasas hepáticas (hígado). Los datos se ajustaron en función de variables potencialmente influyentes, como los niveles de alcohol, las enfermedades crónicas y la actividad física, y a continuación se examinaron los resultados.

Los investigadores descubrieron que, en las mujeres, tanto la grasa corporal total como la grasa abdominal estaban relacionadas con unos niveles más bajos de vitamina D, siendo la grasa abdominal la que tenía un impacto significativamente mayor. En los hombres, la grasa abdominal y la grasa hepática se asociaban en mayor medida con niveles más bajos de vitamina D. En todos los casos, sin embargo, era obvio que cuanto mayor era la cantidad de grasa abdominal, menos vitamina D se detectaba, lo que sugiere que las personas con vientres más grandes tienen más probabilidades de experimentar una deficiencia de vitamina D y, por lo tanto, también corren un mayor riesgo de sufrir las complicaciones de salud que acompañan a los niveles bajos de vitamina D.

Según Rafiq, “aunque no medimos la deficiencia de vitamina D en nuestro estudio, la fuerte relación entre el aumento de la cantidad de grasa abdominal y los niveles más bajos de vitamina D sugiere que los individuos con cinturas más grandes corren un mayor riesgo de desarrollar deficiencia, y deberían considerar la posibilidad de revisar sus niveles de vitamina D.”

La relación entre los niveles de vitamina D y el tejido adiposo

Aunque todavía no se conoce la dirección o la causa de esta asociación, estos hallazgos proporcionan un punto de enfoque para futuros estudios. El equipo espera seguir investigando la asociación entre la grasa abdominal y la vitamina D para poder arrojar más luz sobre si exactamente la falta de vitamina D predispone a los individuos a ganar peso o si el aumento de grasa provoca una disminución de los niveles de vitamina D.

“Debido a la naturaleza observacional de este estudio, no podemos sacar conclusiones sobre la dirección o la causa de la asociación entre la obesidad y los niveles de vitamina D. Sin embargo, esta fuerte asociación puede apuntar a un posible papel de la vitamina D en el almacenamiento y la función de la grasa abdominal”, dijo Rafiq.

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