El microbioma intestinal está formado por billones de tipos diferentes de bacterias, hongos, virus y otras especies, la mayoría de las cuales residen en el interior del ciego, una bolsita situada en el intestino grueso. Aunque las especies individuales son microscópicas, juntas pueden pesar hasta dos kilos. El microbioma intestinal es tan importante para la salud humana que a menudo se considera un órgano independiente. El microbioma intestinal contribuye a proteger la salud general de muchas maneras diferentes. Recientemente, nuevas investigaciones han descubierto más sobre cómo la genética determina la función del microbioma intestinal, proporcionando una visión adicional sobre la importancia de mantener un equilibrio saludable de los microbios intestinales.
¿Por qué es importante la función del microbioma?
El microbioma intestinal es responsable de una serie de funciones necesarias para la buena salud y el bienestar óptimo. Tal vez, el microbioma intestinal es responsable de la buena salud del sistema digestivo, desempeñando un papel vital en enfermedades intestinales como el síndrome del intestino irritable (SII) y la enfermedad inflamatoria intestinal (EII). Un microbioma intestinal que funcione correctamente contribuye a mantener una buena salud intestinal y a mitigar la posibilidad de que las bacterias causantes de enfermedades se instalen y se afiancen.
Además, también se ha demostrado que un equilibrio incorrecto de microbios sanos y no sanos aumenta el riesgo de aumento de peso. Por el contrario, los probióticos que apoyan la microbiota sana en el intestino pueden ayudar a controlar el peso.
Aunque no parezca estar relacionado, un microbioma intestinal sano también puede ayudar a prevenir la obstrucción de las arterias que conducen a las enfermedades del corazón. Un microbioma robusto también puede favorecer unos niveles saludables de azúcar en sangre, ayudando a prevenir la aparición de la diabetes.
Por último, el órgano del microbioma intestinal puede afectar a la salud del cerebro, ya que suministra sustancias químicas y se comunica con los nervios que van al cerebro. Numerosos estudios recientes han demostrado una conexión entre la salud del microbioma intestinal y el riesgo de desarrollar trastornos mentales como la depresión y la ansiedad. Esta comunicación bidireccional entre el intestino y el sistema nervioso central se conoce como el eje intestino-cerebro.
¿Cómo influye la genética en el microbioma intestinal?
Sólo recientemente los científicos han podido profundizar en la composición del microbioma intestinal y aprender más sobre la influencia de los factores ambientales y genéticos en este órgano. Un estudio reciente del consorcio MiBioGen exploró cómo varios factores genéticos pueden determinar la composición y la función del microbioma intestinal, y finalmente descubrió que al menos dos genes eran fundamentales para dar forma a la composición del microbioma intestinal.
Otros estudios han demostrado que el grupo sanguíneo de una persona podría influir en su microbioma intestinal. Por ejemplo, los científicos descubrieron que los individuos con grupos sanguíneos A, AB o B tenían más bacterias del grupo Bacteroides presentes en el intestino en lugar de sólo en la superficie de los glóbulos rojos.
Datos como éste son importantes porque podrían explicar por qué algunas personas son más susceptibles a enfermedades como las infecciones por norovirus. Esta revelación también ayuda a mostrar cómo la genética humana puede ser un poderoso predictor de la función general del microbioma intestinal. Si las personas entendieran mejor la composición genética de su microbioma individual, sería más fácil tomar decisiones inteligentes para apoyar esta función.
¿Cómo se puede mantener un microbioma intestinal sano?
El microbioma intestinal es un órgano fluido, lo que significa que este sistema biológico puede verse influido por un sinfín de opciones de estilo de vida no relacionadas con la genética. Si bien algunos aspectos del microbioma intestinal son efectivamente hereditarios, otros elementos pueden determinarse a través de las elecciones que se hacen para la salud. A continuación se indican algunas cosas que pueden hacerse para mantener un microbioma intestinal saludable.
Comer alimentos fermentados
Una de las mejores cosas que pueden hacerse para favorecer la salud intestinal es consumir intencionadamente alimentos fermentados. Algunas buenas opciones son el pan de masa madre, el kimchi, la kombucha, el miso, el tempeh y el chucrut. El yogur también es una gran opción por sus probióticos restauradores del intestino.
Suplementos
Un complemento nutricional enfocado a mantener la flora intestinal normal mediante el uso de probióticos y prebióticos contribuirá en gran medida a dar al cuerpo ese seguro adicional que necesita.
Abrazar a la madre naturaleza
Salir a la naturaleza ofrece la oportunidad de que el microbioma intestinal absorba una gran variedad de microorganismos. Esta diversidad en el mundo natural puede ayudar a fortalecer el microbioma intestinal humano.
Mantenerse bien hidratado
La hidratación adecuada es clave para varias funciones corporales, y el microbioma intestinal no es diferente. Beber suficiente agua ayuda a que todo se mueva a través del tracto digestivo inferior de manera más eficiente, mientras que también apoya el revestimiento de los intestinos para que las bacterias adecuadas puedan crecer y prosperar.
Reducir los niveles de estrés
Aunque a menudo es más fácil decirlo que hacerlo, también es una buena idea tener el propósito de reducir el estrés innecesario en la vida. Se ha demostrado que el estrés persistente aumenta el riesgo de inflamación en el tracto digestivo y hace que el cuerpo sea más susceptible a las infecciones en esta parte del cuerpo.
Cada vez está más claro que la función del microbioma intestinal está influenciada por factores genéticos y ambientales externos. A medida que se revelan más datos, las personas preocupadas por su salud disponen de más opciones para potenciar la función del microbioma intestinal.