Este breve blog examinará la etapa de la vida conocida como menopausia, sus manifestaciones típicas, otros síntomas aparentemente extraños de la menopausia y sus causas, así como los métodos que las mujeres pueden emplear para intentar aliviar o eliminar tales apariciones.
¿Qué es la menopausia?
La menopausia no se considera una enfermedad específica, sino una etapa natural de la vida que marca el final de la capacidad de la mujer para tener hijos. Por término medio, este proceso comienza a mediados o finales de los cuarenta o principios de los cincuenta. Biológicamente, la menopausia tiene lugar porque los ovarios y otros órganos reproductores producen concentraciones decrecientes de hormonas sexuales y reproductivas vitales, como los estrógenos y la progesterona. Esta disminución de los niveles sistémicos de hormonas conduce a la disminución de los ciclos menstruales hasta que, finalmente, la mujer afectada deja de tener la menstruación.
Síntomas comunes de la menopausia
La disminución de la producción hormonal puede precipitar numerosas manifestaciones físicas, psicológicas y emocionales. Podría decirse que el primer indicio del inicio de la menopausia es la desaparición de los ciclos menstruales. Sin embargo, muchas mujeres envueltas en el acontecimiento se enfrentan a una variedad de otros sucesos bien conocidos como sudores nocturnos, sofocos, trastornos del sueño, cambios de humor, olvidos y fatiga.
Síntomas extraños de la menopausia
Dicho lo anterior, la menopausia también puede manifestarse con una serie de síntomas menos comunes. A continuación examinamos una variedad de estos extraños síntomas de la menopausia y lo que puede hacerse para aliviar las molestias asociadas a su aparición.
Picor en la piel
La disminución de las concentraciones corporales de estrógenos precipita un descenso de los niveles sistémicos de colágeno. El colágeno es crucial para el mantenimiento y la salud de la piel. Además, el estrógeno es primordial para la producción de los numerosos aceites naturales que la piel utiliza para mantenerse lubricada. La ausencia de colágeno y de estos lubricantes podría hacer que la piel (de casi cualquier parte del cuerpo) se secara y se irritara. Esta irritación no sólo puede provocar erupciones, sino también problemas de pigmentación, arrugas y afecciones cutáneas tan conocidas como el acné.
Las opciones de tratamiento para los problemas cutáneos relacionados con la menopausia pueden controlarse a menudo con remedios caseros que incluyen la aplicación de lociones y cremas hidratantes, baños de avena, el uso de aplicaciones tópicas que contengan vitamina C, cremas antipicores de venta libre y el uso de suplementos naturales conocidos por sus capacidades reparadoras de la piel, como la maca. En los casos en que las manifestaciones cutáneas son más graves, es posible que sólo se encuentre alivio tras el uso de medicamentos recetados, incluidos los corticosteroides.
Los profesionales médicos también advierten de que realizar actividades como ducharse con agua caliente, rascarse las zonas que pican, exponerse en exceso a la luz solar y consumir una dieta inadecuada pueden agravar los males de la piel.
Sabor metálico en la boca
El sabor metálico o desagradable que pueden experimentar las personas con menopausia puede atribuirse a menudo a la sequedad bucal. La sequedad bucal se debe a la disminución de la producción hormonal. Sin embargo, la disminución de las concentraciones de estrógenos también puede producir una dolencia poco común pero bastante molesta conocida como síndrome de boca ardiente. Este mal suele provocar una sensación intermitente de ardor u hormigueo en la lengua y los labios. En la mayoría de los casos, estas afecciones no suelen durar mucho tiempo y no son graves. Sin embargo, el malestar continuo en la cavidad bucal puede precipitar una disminución del apetito o dificultades para comer.
Los posibles protocolos de tratamiento para los problemas bucales relacionados con la menopausia incluyen masticar chicles sin azúcar, chupar caramelos duros, utilizar enjuagues bucales con un contenido limitado de alcohol, evitar las bebidas con cafeína, evitar (si es posible) los medicamentos que provocan sequedad bucal y mantener despejados los conductos de los senos nasales.
Olor corporal
En el olor corporal de la menopausia influyen considerablemente los cambios digestivos que se producen durante el proceso biológico. El cuerpo metaboliza ciertos alimentos a un ritmo más lento, lo que podría producir olores desagradables. Además, las fluctuaciones hormonales que se producen durante la menopausia podrían dar lugar a cambios en la temperatura corporal que podrían provocar una sudoración excesiva.
Las mujeres menopáusicas pueden evitar o limitar los incidentes de mal olor corporal practicando técnicas como mantener una higiene adecuada, no consumir alimentos con un aroma característico o desagradable, beber más agua (el agua ayuda al cuerpo a eliminar las posibles toxinas causantes del mal olor) y dejar de fumar.
Caída del cabello
La disminución de la producción de estrógenos que se produce durante la menopausia puede dar lugar a una afección clasificada médicamente como pérdida de cabello de patrón femenino (“FPHL”, por sus siglas en inglés). La terapia hormonal sustitutiva puede ser algo eficaz para ralentizar el avance de la FPHL.
Atrofia vaginal
La disminución de los niveles de estrógenos puede provocar una afección denominada atrofia vaginal. Durante la menopausia, las paredes de este órgano reproductor se adelgazan. Las personas afectadas pueden experimentar sequedad, picor e irritación en la región vaginal. Las manifestaciones más graves de la dolencia también pueden dar lugar a relaciones sexuales dolorosas.
Los casos leves de atrofia vaginal pueden tratarse con la aplicación de diversas cremas y lubricantes vaginales. Sin embargo, los casos más importantes podrían aliviarse mediante la administración de terapia hormonal.
Sensibilidad en los senos
Se cree que las fluctuaciones hormonales precipitan el dolor mamario. Las mujeres afectadas pueden encontrar alivio tomando analgésicos sin receta, bebiendo más agua, llevando sujetadores menos ajustados, haciendo ejercicio y aplicando agua caliente en las zonas doloridas.
Es importante tener en cuenta que cualquiera de los síntomas anteriores, o una combinación de ellos, puede estar causado por otros muchos problemas médicos. Las mujeres en edad menopáusica no deben asumir automáticamente que sus síntomas pueden atribuirse a la menopausia. A veces, estas manifestaciones pueden verse precipitadas por enfermedades más graves. Independientemente de la causa, un médico puede realizar un examen físico completo, ofrecer un diagnóstico adecuado e iniciar el protocolo de tratamiento más apropiado.