Se supone que las fiestas navideñas son una época de alegría, felicidad y buena voluntad. Sin embargo, las exigencias a menudo poco realistas que las acompañan pueden hacer difícil mantener vivo el espíritu navideño, fomentando en su lugar el estrés, e incluso la depresión. El estrés navideño puede llegar a ser abrumador; cuando uno siente que le invade, es buena idea parar, reagruparse y reajustarse. Para minimizar (e incluso prevenir) el estrés propio de estas fechas, conviene seguir estos eficaces consejos.
La preparación alivia la frustración
Una de las razones por las que la gente se siente frustrada y tensa durante las fiestas es que responden a las cosas según van surgiendo sin desarrollar realmente un plan de acción. Adoptar un enfoque más proactivo puede aliviar la presión de las fiestas ayudando a cumplir un calendario establecido. En un calendario, se pueden anotar las obligaciones y tareas para saber qué hay que hacer cada día. Esto ayudará a organizar mejor el tiempo. Cuando se planifique las tareas, como las compras o la fiesta de Navidad de la oficina, hay que recordar que el tráfico será más denso y los grandes almacenes estarán más concurridos.
Tomarse tiempo para cuidarse
Las fiestas navideñas son una época de mucho ajetreo, pero razón de más para dedicarse tiempo a uno mismo. No hay que olvidar que el estrés prolongado puede debilitar el sistema inmunitario y exponernos a enfermedades. Si normalmente practicamos técnicas de relajación o pasatiempos, no dejemos de hacerlos sólo porque lleguen las vacaciones. Si normalmente no mediamos, hacemos yoga o ejercicio, éste puede ser un buen momento para empezar. Incluso retomar una afición o actividad que nos interese puede relajar la mente y el cuerpo. Nos sorprenderá lo bien que podemos manejar la presión de las vacaciones cuando empecemos a dedicarnos tiempo a nosotros mismos.
Darle al cuerpo un estímulo natural
A menudo, la gente se olvida de cuidar su salud durante las fiestas. Comen sobre la marcha con más frecuencia y eso significa que no están ingiriendo todas las vitaminas y nutrientes que su cuerpo necesita para mantenerse mental y físicamente sano. Tomar un suplemento natural, que aporta vitaminas, enzimas y aminoácidos que ayudan al organismo y a las células en épocas de estrés, puede ayudar a limitar el riesgo de agotamiento navideño. Además de aumentar la energía, los aminoácidos L-carnitina y L-arginina también ayudan al organismo a eliminar toxinas del cuerpo. Esto es especialmente útil para reducir la carga física del estrés navideño, ya que las dietas y estilos de vida poco saludables que adoptamos durante la temporada hacen que nuestro cuerpo acumule y almacene más toxinas que afectan negativamente a nuestra salud.
Tratar con la familia
Pasar tiempo con la familia es una de las causas más comunes de estrés durante las vacaciones. La gente suele sentirse presionada para ver al mayor número posible de familiares, lo que puede hacer que pasen más tiempo viajando que visitando a sus seres queridos. Para evitarlo, no intentemos ver a todo el mundo todos los años. Escoger un destino cada año, para no sobrecargarse con demasiados viajes. Siempre se puede pasar tiempo con otros parientes en primavera, para Semana Santa, o en otoño, para el Día del Trabajo.
Elaborar un presupuesto
Para mucha gente, el estrés de las fiestas no termina después de primeros de año, porque es entonces cuando empiezan a llegar las facturas de las tarjetas de crédito. Para evitarlo, hay que elaborar un presupuesto navideño y ceñirse a él. Decidamos de antemano cuánto vamos a contribuir a las fiestas navideñas y no nos pasemos de esa cantidad para el número total de fiestas en cuya planificación participemos. Las fiestas de la oficina, las reuniones familiares y las fiestas con amigos pueden convertirse en una enorme carga financiera si nos dejamos llevar. Del mismo modo, hay que limitar el gasto en regalos y darse cuenta de que no es necesario comprar un regalo especial a todo el mundo. Utilicemos dinero en efectivo o nuestra tarjeta de débito, pero reservemos esas tarjetas de crédito para emergencias reales.
Dormir lo suficiente para limitar el estrés navideño
Dormir bien entre siete y ocho horas es esencial por varias razones. Además de ayudar al cuerpo a recuperarse físicamente, también da a la mente la oportunidad de regenerarse. Por eso dormir poco provoca síntomas como irritabilidad, cambios de humor, ansiedad y depresión. La falta de sueño puede tener un efecto peor en la mente y el cuerpo durante las fiestas porque la gente suele gastar más energía de lo habitual. Dormir lo suficiente dará a nuestra mente el tiempo que necesita para aliviar el estrés y recargar los niveles de energía.
Aceptar lo que no se puede cambiar
A la hora de la verdad, la gente suele asumir más de lo que puede sin darse cuenta. Una forma de evitarlo es aceptar que hay cosas que escapan a nuestro control. Por ejemplo, si un familiar va a cenar a nuestra casa y no le gusta lo que le estamos sirviendo, no le preparemos una comida aparte. En lugar de eso, recomendamos al familiar que traiga uno de sus platos favoritos para añadirlo a la cena. Del mismo modo, no hay que tener miedo de pedir a los demás que contribuyan en la preparación de la comida, la compra y otras tareas. Delegar las responsabilidades ayudará a todos a pasar unas fiestas menos estresantes.
La depresión es más frecuente durante las fiestas navideñas, en parte porque los niveles de estrés aumentan. En esta época es mucho más importante cuidar el bienestar mental. Esto significa dedicar tiempo a actividades agradables y encontrar formas de limitar las presiones que recaen sobre los hombros. Esto puede incluir pedir a otras personas que nos echen una mano, organizar nuestros planes de forma más eficiente y practicar técnicas de relajación. Las vacaciones duran poco, pero el estrés no aliviado puede afectarnos durante mucho más tiempo si se lo permitimos.