¿Búho o alondra? Cómo la hora a la que preferimos acostarnos afecta a nuestra salud

Benjamín Franklin observó una vez: “Acostarse temprano y levantarse temprano hace a un hombre sano, rico y sabio”. Sin embargo, en realidad, puede que no sea tan sencillo. Mientras que algunas personas se levantan con el alba y bostezan al anochecer, otras cobran vida por la noche, pero les cuesta funcionar por las mañanas. Una nueva investigación ha descubierto que los genes determinan si eres una “alondra matutina” o un “búho nocturno”. La forma en que gestionamos nuestro cronotipo y nuestro estilo de vida puede tener efectos trascendentales en nuestra salud.

¿Qué es un cronotipo?

El punto medio del sueño suele determinar el cronotipo. Por ejemplo, una persona que se acuesta naturalmente a medianoche y se despierta a las 8 de la mañana tendrá un punto medio de 4 de la madrugada, lo que la convierte en un búho nocturno natural. Las personas que se acuestan temprano y se despiertan temprano por naturaleza son alondras matutinas.

Nuestros relojes internos cambian ligeramente a lo largo de la vida. La mayoría de los niños pequeños son alondras mañaneras por naturaleza, como han observado muchos padres con ojos somnolientos. Sin embargo, este horario cambia en la adolescencia. Los adolescentes y los adultos jóvenes se inclinan naturalmente por acostarse más tarde y dormir hasta bien entrada la madrugada. Por otro lado, las personas mayores vuelven a acostarse temprano. Sin embargo, hay variaciones incluso dentro de este patrón general. Por ejemplo, algunos niños pequeños se levantan siempre a las 4 de la mañana, mientras que otros “duermen hasta las 7”.

Chronotypes: How Sleep/Wake Preferences Affect Your Life and HealthLa sociedad ha considerado clásicamente a los noctámbulos como perezosos. A estas personas les cuesta levantarse temprano para ir al trabajo o a la escuela y a menudo no están en el trabajo durante sus horas más productivas del día. Esto puede hacer que parezcan más perezosos, cuando en realidad sufren un fenómeno conocido como jet lag social, o desajuste entre las obligaciones externas y los ritmos internos. Una nueva investigación sugiere que la diferencia entre los noctámbulos y las alondras matutinas no se basa en la motivación y la moral, sino en la genética.

¿Qué factores determinan el cronotipo?

Los científicos han descubierto que los distintos cronotipos presentan niveles mensurablemente diferentes de proteínas asociadas al ritmo circadiano e incluso distintas variantes de genes relacionados con el ciclo sueño-vigilia. En un estudio reciente sobre la cronobiología, se analizaron los niveles salivares de melatonina y la expresión de los genes del ritmo circadiano Per1, Per2 y Rev-erbα en un grupo de personas con distintos cronotipos. Los investigadores descubrieron que los búhos nocturnos tenían una expresión de melatonina más tardía que las alondras matutinas, lo que significa que estas personas estaban bioquímicamente preparadas para dormir y despertarse a horas diferentes. Teniendo en cuenta que la cantidad y la calidad del sueño de una persona pueden tener efectos inmensos tanto en el estilo de vida como en la salud, esto puede afectar a la vida de un búho nocturno natural de diversas maneras.

Marchando al ritmo del propio reloj interno

Lo ideal sería que las personas pudieran trabajar e ir a la escuela a las horas en que están preparadas para ser productivas. También podrían dormir cuando biológicamente les corresponde. Sin embargo, este no es el caso de muchas personas modernas. Muchos búhos nocturnos se arrastran fuera de la cama por la mañana mucho antes de que sus ciclos de sueño se hayan completado; muchas alondras matutinas se ven obligadas a estar despiertas más allá de su hora natural de acostarse por diversas obligaciones. El resultado no es sólo una sociedad de personas somnolientas, sino de personas insanas. Vivir desincronizado con el cronotipo puede tener diversas consecuencias para la salud.

Los riesgos para la salud de ignorar el ritmo circadiano

Chronotypes: How Sleep/Wake Preferences Affect Your Life and Health 1¿Qué ocurre exactamente cuando las personas se ven obligadas a vivir fuera de sincronía con su cronotipo? Como el investigador Frank Scheer señaló en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, esto puede provocar “una disminución de la leptina, un aumento de la glucosa y la insulina, un incremento de la presión arterial media y una menor eficiencia del sueño”. Esto conlleva un mayor riesgo de síndrome metabólico, enfermedades cardiovasculares y diversos trastornos de salud.

Sin embargo, los noctámbulos no tienen por qué padecer enfermedades asociadas a trastornos del ritmo circadiano. Cuando se les permite modificar su horario para adaptarlo a sus ciclos naturales de sueño-vigilia, no sufren riesgos adicionales para la salud. Ser un búho nocturno no es insalubre en sí mismo, a menos que se intente actuar como una alondra matutina.

Antes, nuestro trabajo y otras actividades se limitaban a las horas en que hay luz natural. Sin embargo, la tecnología moderna y la iluminación artificial nos permiten ser productivos a cualquier hora. Permitir que los búhos nocturnos y las alondras matutinas trabajen y aprendan cuando están preparados para ello no sólo puede crear una mano de obra más productiva, sino también más sana.

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