El cáncer es una enfermedad grave que puede afectar enormemente a una persona tanto a nivel físico como psicológico. Aquí examinaremos cómo los efectos físicos y psicológicos del cáncer y sus tratamientos pueden afectar negativamente a las relaciones íntimas y a la salud sexual y la libido. También profundizaremos en cómo el cuidado de un cónyuge o pareja con cáncer puede afectar a la intimidad, y los pasos que podrían emplearse para superar los problemas sexuales relacionados con el cáncer.
Efectos físicos y psicológicos del cáncer en la sexualidad
La mayoría de los tipos de cáncer, especialmente las variantes de la enfermedad que atacan al aparato reproductor, pueden producir diversas manifestaciones relacionadas con la sexualidad y la salud sexual del individuo.
Manifestaciones físicas del cáncer
Tanto en hombres como en mujeres, el cáncer puede precipitar dolores importantes, a veces intensos. Independientemente de la parte del cuerpo infiltrada, la actividad física necesaria para mantener relaciones sexuales puede producir un dolor que haga que participar en la actividad no sea agradable. En presencia de cánceres originarios de órganos reproductores o sexuales como la próstata, la mama, los testículos, el útero y los ovarios, el dolor genital o mamario puede hacer aún más incómodas las relaciones sexuales.
Problemas de rendimiento sexual
Además del dolor, el cáncer puede provocar síntomas en el rendimiento sexual. En los hombres, los cánceres de próstata pueden precipitar la eyaculación precoz o la disfunción eréctil. Los cánceres de los órganos reproductores de la mujer pueden producir enfermedades como sequedad vaginal y problemas de lubricación que pueden inhibir su capacidad para alcanzar el orgasmo.
Baja Libido y Dificultades en la Intimidad
Cualquier forma de cáncer puede precipitar incidentes de libido baja porque las personas afectadas simplemente no tienen el deseo físico o emocional de centrarse en la sexualidad. Dicho esto, los problemas de imagen corporal asociados a formas específicas de la enfermedad también pueden influir en los problemas de intimidad. Por ejemplo, una mujer con cáncer de mama puede tener que someterse a una operación que le obligue a perder uno o los dos pechos. Esto puede hacer que la persona afectada pierda interés por su cuerpo y se considere física y sexualmente indeseable.
Cómo los tratamientos contra el cáncer pueden afectar a la vida sexual
Los protocolos terapéuticos para el cáncer se administran mediante diversos tratamientos. Muchos de ellos, sin embargo, tienen el potencial de precipitar diversos grados de efectos secundarios sexuales.
Quimioterapia
Esta forma de tratamiento implica la administración de diversos fármacos anticancerígenos como medio para erradicar o ralentizar la progresión de la neoplasia específica. La quimioterapia puede provocar efectos secundarios sexuales tanto en hombres como en mujeres.
En las mujeres, la quimioterapia puede causar una disminución del deseo sexual, aumentar el riesgo de infertilidad, precipitar la aparición de ciclos menstruales irregulares y podría inducir la aparición precoz de la menopausia. Los hombres sometidos a quimioterapia pueden experimentar manifestaciones sexuales como una disminución del apetito sexual, problemas de erección y una disminución del recuento de espermatozoides, lo que a la larga podría provocar problemas de fertilidad.
Los problemas sexuales relacionados con la quimioterapia pueden resolverse una vez finalizado el tratamiento. Sin embargo, en algunos casos, estas dificultades pueden ser permanentes. Hay otros factores que pueden influir en la duración de estas dolencias, como el tipo de cáncer que se trata con los fármacos, las sustancias químicas específicas que se utilizan, la edad de la persona afectada, su estado general de salud y el impacto del tratamiento en sus órganos sexuales y reproductores.
Radiación
La radioterapia consiste en la aplicación de ondas de radio a una región corporal específica infiltrada por el cáncer. Cuando se aplican tratamientos de radiación en el aparato sexual o reproductor de hombres y mujeres, pueden producirse efectos secundarios sexuales. Tales manifestaciones incluyen la reducción de la libido y del recuento de espermatozoides en los hombres y alteraciones menstruales en las mujeres. La radioterapia también puede provocar hemorragias importantes en el aparato sexual masculino y femenino.
Terapia hormonal
En el caso de determinados tumores malignos, como el cáncer de próstata, puede estar indicada la terapia hormonal. La terapia hormonal está diseñada para aumentar o disminuir las concentraciones corporales específicas de diversas hormonas (testosterona, estrógeno, progesterona) que tiene un individuo. Algunos cánceres pueden ser sensibles al aumento o disminución de estas sustancias químicas y, por tanto, pueden frenarse o eliminarse. La terapia hormonal también puede precipitar una disminución de la libido debido a sus efectos sobre el equilibrio hormonal general.
Medicamentos
Los fármacos específicos recetados a los pacientes con cáncer pueden provocar síntomas sexuales como la disminución de la libido y de las funciones sexuales.
Cirugía
En algunos casos, es necesaria una intervención quirúrgica para extirpar el tejido canceroso. Si se extirpan varios órganos reproductores o sexuales, pueden aparecer síntomas sexuales. Además, las cicatrices postoperatorias que pueden aparecer tras la intervención pueden producir dolores que disminuyan la libido o dificulten las relaciones sexuales.
Impacto sexual del cáncer en el cuidador
La intimidad sexual también puede convertirse en un problema para quienes cuidan a un cónyuge o pareja que se enfrenta a la enfermedad y al tratamiento. Los cuidadores pueden a menudo experimentar fatiga, ansiedad y depresión que reducen su deseo de mantener relaciones sexuales.
Cómo superar los problemas sexuales relacionados con el cáncer
Quienes experimenten síntomas sexuales inducidos por el cáncer deben consultar a sus médicos. Las opciones de tratamiento prescritas pueden verse influidas por muchas variables diferentes, como el cáncer específico que padece la persona afectada, el tipo de manifestaciones sexuales que experimenta, su estado general de salud, su condición física y sexual y su edad.