El microbioma cutáneo desempeña un papel clave en la salud y la enfermedad de la piel. Aunque los desequilibrios en la composición del microbioma cutáneo se han relacionado con enfermedades, su estudio ha sido difícil debido a la escasez de métodos de cultivo conjunto de múltiples especies bacterianas. Ahora, los científicos han desarrollado un nuevo medio que permite el co-cultivo de importantes bacterias de la piel manteniendo su equilibrio natural, abriendo nuevas vías para el estudio de las interacciones microbianas y la salud de la piel.
Desarrollo de cosméticos y fármacos para numerosas enfermedades cutáneas
La piel humana alberga una gran variedad de bacterias. La composición de la comunidad bacteriana -la llamada “microbiota cutánea”- influye considerablemente en la salud de la piel. Un equilibrio saludable entre los distintos tipos de bacterias de la piel suele significar una piel sana. La pérdida de esta microbiota cutánea equilibrada puede provocar enfermedades como la dermatitis atópica, el acné y la psoriasis. Dado que la microbiota de la piel puede variar en función de la edad, el sexo, el clima y la profesión de cada persona, conocer su composición es crucial para identificar y atacar las bacterias que causan enfermedades cutáneas.
El cultivo de la microbiota cutánea en el laboratorio puede resultar difícil por varias razones, entre ellas la dificultad de reproducir el entorno único de la piel y la falta de métodos de cultivo eficaces. En un reciente estudio publicado en la revista Alternatives to Animal Testing and Experimentation, los investigadores abordaron las limitaciones del cultivo de la microbiota cutánea desarrollando un novedoso sistema de cultivo que permite cultivar en el laboratorio distintas especies bacterianas de la piel.
Los investigadores, dirigidos por el profesor asociado Yuuki Furuyama de la Universidad de Ciencias de Tokio, investigador principal del estudio, han desarrollado el primer sistema de cultivo complejo que puede cultivar múltiples bacterias cutáneas autóctonas en un estado equilibrado. Ahora es posible realizar un análisis detallado de la biología de las bacterias cutáneas autóctonas que afectan al estado de la piel humana. En el futuro, el sistema podrá utilizarse en la investigación y el desarrollo de cosméticos y medicamentos para numerosas enfermedades cutáneas.
Un nuevo medio permite el cultivo conjunto de importantes bacterias cutáneas
Como es difícil cultivar la microbiota de la piel en el laboratorio, los investigadores han utilizado tradicionalmente para su estudio el análisis metagenómico, un enfoque que extrae el genoma combinado de todas las bacterias de una comunidad. Aunque el análisis metagenómico puede aportar información útil, puede no ser adecuado para descubrir las interacciones entre especies diferentes.
El medio de crecimiento recién creado, denominado “co-cultivo de bacterias de la piel TUS (TSBC)”, puede permitir a los investigadores co-cultivar múltiples bacterias y estudiar sus interacciones. En el estudio, los investigadores cultivaron con éxito cuatro bacterias de la piel: Staphylococcus epidermidis, Staphylococcus capitis, Cutibacterium acnes y Corynebacterium tuberculostearicum. Comprobaron que la composición bacteriana de la comunidad cultivada en laboratorio era equilibrada y similar a la de las bacterias presentes en la piel japonesa.
La investigación sobre la microbiota cutánea autóctona se ha centrado principalmente en análisis metagenómicos, que no implican métodos de cultivo, o en el análisis de bacterias individuales en cultivo puro. Sin embargo, dado que varias bacterias interactúan entre sí en el entorno real de la piel, los investigadores consideraron que era necesario un sistema de cultivo modelo que reprodujera las relaciones de interacción.
Soluciones preventivas personalizadas para una piel más sana y resistente
La microbiota cutánea está muy individualizada y puede variar incluso entre distintas zonas de la piel de una misma persona. Las características de la piel, como el contenido de sebo, la humedad y la sequedad, influyen en la composición de la microbiota. Esta nueva técnica de co-cultivo abre oportunidades para investigar cómo los factores internos y externos, incluidos los productos para el cuidado de la piel, influyen en la microbiota en diferentes zonas de la piel. Además, en futuras investigaciones se podrá estudiar cómo afectan las rutinas de cuidado de la piel a la microbiota de distintas etnias y tipos de piel.
Dado que la sensibilidad de la piel y afecciones como el eccema siguen aumentando debido a factores como el cambio climático y el estrés ambiental, una comprensión más holística del desequilibrio de la microbiota de la piel ofrece una vía hacia nuevas opciones de tratamiento. Al centrarse en la microbiota, los investigadores pueden desarrollar soluciones preventivas personalizadas que promuevan una piel más sana y resistente, mejorando la calidad de vida de millones de personas en todo el mundo.