Después de más de un siglo de estudio, la ciencia está haciendo verdaderos avances en su comprensión de cómo la nicotinamida adenina dinucleótido (NAD) trabaja en las células para preservar la salud y la función celular, así como para combatir la enfermedad. Descubierto por primera vez en 1906 a través de un estudio sobre la fermentación de la levadura, la ciencia moderna reconoce que el NAD está presente en todas las células vivas como una coenzima esencial con un papel vital para ayudar a las mitocondrias de las células a producir energía. El NAD afecta al cuerpo a nivel celular, impactando en el rendimiento mitocondrial. A continuación, se explica cómo los beneficios del nutriente antienvejecimiento NADH ayudan a combatir las enfermedades y a proteger la salud en general.
Qué hace el NAD
El NAD adopta dos formas, según el punto del ciclo de producción de energía en el que se encuentre. Estas dos formas son NAD+ y NADH. Los niveles de NAD disminuyen con la edad, lo que contribuye a la ineficacia y el deterioro mitocondrial vinculados a los procesos de envejecimiento y enfermedad.
El cuerpo humano está formado por un conjunto asombrosamente complejo de sistemas altamente integrados que actúan como un todo. La base de cualquier función del cuerpo y la mente reside en el número casi inconcebible de reacciones químicas e impulsos eléctricos que tienen lugar en nuestras células, moléculas, átomos y partículas subatómicas. Como coenzima esencial, el NAD actúa como socio crítico, o molécula auxiliar, de las proteínas reguladoras, llamadas enzimas, facilitando y permitiendo las reacciones químicas que forman la base de los procesos vitales y las funciones de las células. El NAD es esencial para los procesos de generación de energía por parte de las mitocondrias debido a su doble función de recepción y suministro de electrones.
Entender las formas que adopta el NAD
NAD es un término utilizado para englobar las dos formas que adopta (NAD+ y NADH) al dar o recibir electrones durante los procesos de producción y transferencia de energía. Cuando el NAD se oxida, se convierte en NAD+, y uno de sus átomos de nitrógeno tiene carga positiva. El NAD+, en su función de descomponer la glucosa en elementos utilizables, recibe los electrones y el hidrógeno producidos por ese proceso metabólico. La descomposición de la glucosa implica reacciones químicas denominadas reacciones rédox.
En su papel de coenzima, el NAD+ se ha relacionado con la función y la salud de las mitocondrias y las sirtuinas, que ayudan a regular el metabolismo celular y la respuesta de las células a varios tipos de estrés celular, incluido el estrés oxidativo. Las sirtuinas se han relacionado con el proceso de envejecimiento y la longevidad, así como con algunos procesos de enfermedad, incluidos muchos de los relacionados con el sistema metabólico y la inflamación.
Cuando el NAD+ recibe hidrógeno y dos electrones, pasa a su forma de alta energía, el NADH. Esta es la forma de NAD que transporta y dona electrones, lo que le confiere un papel fundamental en la producción de energía. Después de donar sus electrones, finalmente el NADH se convierte de nuevo en NAD+. Durante el proceso del metabolismo de la glucosa, cada molécula de glucosa produce dos moléculas de NADH. La proporción entre NAD+ y NADH tiende a inclinarse hacia el NADH porque los niveles de NAD+ disminuyen a medida que envejecemos. La ciencia aún no ha confirmado la proporción ideal entre ambos, pero sí teoriza que las alteraciones de esa proporción pueden contribuir a los procesos de envejecimiento y enfermedad.
Cómo beneficia el NADH a la salud y el bienestar
El NAD, a través de sus dos formas (NAD+ y NADH), influye en la salud y el bienestar de diversas maneras. El papel del NAD en el metabolismo de la glucosa y en la recepción, transporte y donación de electrones es fundamental para la vida misma. Sin embargo, su papel en la salud va mucho más allá de esa función vital. Los beneficios del NAD+ y del NAHD han recibido mucha atención por parte de los científicos especializados en el antienvejecimiento y en la prevención de enfermedades relacionadas con la edad. Esto no es sorprendente si se tiene en cuenta la conexión entre el deterioro mitocondrial y el envejecimiento.
En estudios con animales y en estudios de probeta realizados con tejido muscular humano, se ha demostrado que el aumento del NAD+ mejora los músculos debilitados por la edad. Se cree que esto está relacionado con el impacto del aumento de NAD+ y NADH en la salud mitocondrial. Los estudios han relacionado el uso de suplementos de NAD con una serie de beneficios para la salud relacionados con el papel de esta sustancia en la producción de energía mitocondrial.
Estos beneficios del NADH incluyen un mejor rendimiento cognitivo, una mejor regulación del ritmo circadiano, una reducción de la fatiga, una disminución de los síntomas en quienes padecen el síndrome de fatiga crónica, una piel más sana y una protección contra los problemas de visión relacionados con la edad. Algunos estudios muestran una relación entre los niveles de NAD+ y una mejor salud cardiovascular.
El NAD desempeña un papel vital en muchos procesos esenciales que protegen la salud y el bienestar. Entre ellos se encuentran la reparación del ADN, la mitigación del estrés oxidativo a nivel celular y la eficiencia metabólica. A medida que aumenta la información sobre la función del NAD+ y el NADH, los científicos estudian cómo traducir esta nueva información en tratamientos eficaces para enfermedades como el Alzheimer y la demencia, así como para desarrollar estrategias efectivas de protección contra las enfermedades y la fragilidad física asociadas al envejecimiento.
Los nuevos conocimientos se basan en los antiguos
Aunque gran parte de los conocimientos más recientes sobre los beneficios del NAD+ y el NADH se basan en estudios con animales, están construidos sobre una base de conocimientos más antiguos que se remontan a más de 100 años. El valor de esta coenzima vital ha sido reconocido durante mucho tiempo por su papel crítico en la salud y el bienestar general.
Vitales para la energía y la función celular, el NAD+ y el NADH apoyan la salud en los niveles más fundamentales. El NAD apoya la salud y la función del ADN, el sistema metabólico productor de energía y está firmemente vinculado al proceso de envejecimiento a través de su acción coenzimática en relación con las sirtuinas.