Es un hecho: las hormonas influyen en la libido. De hecho, varias hormonas pueden influir en el deseo sexual de las mujeres. Hay una serie de factores, incluidas ciertas afecciones médicas, que pueden precipitar desequilibrios hormonales que alteren la libido. Sin embargo, hay una serie de métodos que las mujeres pueden emplear para aliviar o potencialmente superar estas fluctuaciones indeseables.
Las hormonas más responsables de la libido femenina
Los profesionales médicos creen que el estrógeno, la progesterona y la testosterona son las hormonas que estimulan más notablemente el deseo sexual de la mujer.
El estrógeno es la principal hormona sexual y reproductiva femenina y es responsable de crear y mantener el sistema reproductivo de la mujer. La progesterona es otra hormona reproductiva vital que ayuda a regular el ciclo menstrual de la mujer y desempeña un papel importante en su capacidad para quedarse embarazada. Aunque la testosterona es la principal hormona reproductiva y sexual masculina, esta sustancia también es crucial para el desarrollo físico e interno del cuerpo de la mujer y se cree que desempeña un papel crucial en el aumento de la libido femenina.
Enfermedades que pueden provocar fluctuaciones hormonales
Las concentraciones corporales de estas hormonas que alteran la libido pueden verse afectadas por una serie de acontecimientos normales y naturales, así como por enfermedades anormales y potencialmente graves, entre las que se incluyen:
El ciclo menstrual mensual
Cuando una mujer tiene la regla, las variaciones hormonales que se producen están causadas por acontecimientos biológicos específicos. Normalmente, la libido alcanza su punto máximo durante la ovulación. Sin embargo, la menstruación suele precipitar un descenso significativo del deseo sexual.
La perimenopausia y la menopausia
A medida que la mujer envejece, su cuerpo experimenta una disminución natural pero gradual de la producción hormonal. El comienzo de este periodo se conoce médicamente como perimenopausia. Durante la perimenopausia, los ovarios empiezan a dejar de producir estrógenos y progesterona, lo que provoca una disminución de los ciclos menstruales. De la perimenopausia se pasa a la menopausia, que se caracteriza por el final de los periodos menstruales y de la capacidad de la mujer para quedarse embarazada.
El embarazo
El cuerpo de las mujeres embarazadas experimenta a menudo un aumento tanto de la producción como de la circulación sistémica de estrógenos y progesterona. Estos aumentos hormonales rápidos y significativos pueden potencialmente impulsar su libido.
La lactancia
La lactancia puede provocar una disminución de la libido. La razón de este hecho es doble. En primer lugar, se dice que esta acción provoca una disminución de las concentraciones de estrógenos. En segundo lugar, las mujeres que amamantan a sus recién nacidos experimentan un aumento de la producción de una hormona inhibidora de la libido llamada prolactina.
Trastornos metabólicos y enfermedades de los órganos productores de hormonas
Numerosas dolencias y enfermedades también pueden inducir desequilibrios hormonales que alteren la libido. Entre ellas se encuentran la diabetes, los trastornos tiroideos, diversas formas de cáncer y lesiones o enfermedades de la hipófisis o las glándulas suprarrenales.
Estrés
El estrés y la tensión pueden precipitar muchas reacciones corporales que conducen a desequilibrios hormonales. Además, el estrés por sí solo puede disminuir la libido.
Medicinas
Cualquier tipo de fármaco puede provocar pequeñas fluctuaciones hormonales. Sin embargo, algunas sustancias específicas pueden precipitar fluctuaciones significativas, como los antidepresivos, los antihistamínicos, los somníferos, los antihipertensivos, los analgésicos y los ansiolíticos. También es importante tener en cuenta que algunos fármacos combinados pueden provocar desequilibrios hormonales.
Métodos anticonceptivos
Algunos preparados anticonceptivos pueden suprimir la producción de hormonas, lo que provoca una disminución del deseo sexual.
Un estudio explica por qué las hormonas influyen en la libido
Las conclusiones de un estudio de 2013 demostraron que las fluctuaciones hormonales que experimentan algunas mujeres, de hecho, impulsan su libido. Un equipo de investigadores de la Universidad de California en Santa Bárbara examinó cómo el estrógeno y la progesterona afectaban a las mujeres matriculadas en la institución académica que estaban en plena menstruación. Los resultados mostraron que los estrógenos tenían un efecto positivo en la libido de las participantes, mientras que la progesterona disminuía el deseo sexual.
Estos mismos investigadores opinan que estos hallazgos podrían influir algún día en la forma en que los profesionales médicos administran la terapia hormonal sustitutiva a los pacientes diagnosticados con niveles hormonales bajos y que experimentan síntomas molestos que pueden alterar su vida, como la disminución del deseo sexual. Dicho esto, estos científicos subrayan que será necesario seguir investigando sobre este tema antes de poder extraer conclusiones concretas. El investigador principal de la universidad comentó que cree que el estudio de mujeres casadas de más edad podría ofrecer una imagen más precisa, ya que estas personas suelen ser más activas sexualmente, están sometidas a una mayor secreción corporal de hormonas sexuales y reproductivas y experimentan ciclos menstruales más frecuentes y regulares.
¿Qué pueden hacer las mujeres mientras tanto?
Los procesos biológicos naturales, como los ciclos menstruales y la menopausia, son inevitables y probablemente precipiten cambios hormonales que afecten al deseo sexual. Dicho esto, las mujeres que experimentan una disminución de la libido en otros momentos pueden tener una afección médica que cause problemas hormonales. En estos casos, puede estar indicada una evaluación exhaustiva por parte de un profesional médico para diagnosticar y tratar cualquier enfermedad de este tipo. Independientemente de la causa, la disminución de la libido puede aumentarse con protocolos de tratamiento como la terapia hormonal sustitutiva, diversos medicamentos, ejercicio o el uso de suplementos naturales, que contiene hierbas, vitaminas y minerales que aumentan la libido.