El ritmo circadiano es un gran tema de debate últimamente debido a que un grupo de tres investigadores ha ganado el Premio Nobel por identificar los genes y proteínas que coordinan nuestros relojes internos. Como señaló el comité de los Premios Nobel, un pequeño desajuste entre nuestro cuerpo y el entorno puede provocar graves problemas de salud. Por ello, comprender la cronobiología y el ritmo circadiano es fundamental para mantener una buena salud.
Cronobiología y ritmo circadiano: Conceptos básicos
Todos los seres vivos tienen un ritmo circadiano, desde las criaturas unicelulares más pequeñas hasta las plantas e incluso mamíferos complejos como los seres humanos. Nuestros cuerpos tienen relojes internos que nos indican cuándo estar alerta, cuándo dormir e incluso cuándo comer. Estos relojes son innatos, pero también están influidos por factores externos como la luz solar, la temperatura y cuándo comemos. Nuestros ritmos circadianos se refieren a un reloj de 24 horas, pero también tenemos ciclos que se repiten mensual, estacional y anualmente.
¿Por qué son importantes estos relojes? Pensemos en el despertar. A primera hora de la mañana, nuestro cerebro pasa de producir melatonina, una hormona que aumenta la somnolencia, a producir cortisol, la hormona de la vigilia. Cuando el cielo empieza a iluminarse, nuestro cerebro comienza a despertarse, junto con todas las células de nuestro cuerpo. Cuando suena el despertador o nos despertamos de forma natural, nuestro cuerpo ya está preparado para levantarse y estar alerta.
¿Qué ocurre cuando el reloj interno no está sincronizado?
¿Por qué son importantes nuestros relojes internos? Sencillamente, porque nuestro cuerpo no puede funcionar eficazmente sin ellos. Sin estos relojes internos, nuestros cuerpos no pueden prepararse con antelación para eventos como comer y dormir, lo que puede causar problemas con estas actividades. Se han relacionado trastornos que van desde el síndrome del intestino irritable hasta la depresión con la desregulación de los relojes internos del tracto gastrointestinal.
Además, nuestros cuerpos dependen de estos relojes internos para determinar cuándo realizar importantes actividades de reparación, como la reparación del ADN. Cuando nuestro ritmo circadiano está desregulado, es posible que estas actividades no se produzcan en el horario adecuado o incluso que no se produzcan en absoluto. Esto conduce a un mayor riesgo de cáncer y otras enfermedades potencialmente mortales, que se han relacionado con el jet lag, el trabajo por turnos y otras alteraciones del ritmo circadiano.
Avances en Cronobiología, Avances en Salud
Los nuevos conocimientos sobre los relojes internos y la forma en que afectan a nuestra salud y felicidad han dado lugar a un nuevo campo llamado cronobiología. La cronobiología es el estudio de estos relojes internos, incluido el reloj que rige nuestro ritmo circadiano.
Gran parte de nuestro ciclo sueño-vigilia se rige por un reloj interno situado en el núcleo supraquiasmático (NSC) del hipotálamo. Esta zona del cerebro recoge información sobre los niveles de luz y otras señales externas y las utiliza para modificar la sincronización de nuestros relojes internos. Conocer mejor los genes y sustancias bioquímicas que intervienen en estos trastornos puede conducir a tratamientos nuevos y más eficaces para los trastornos circadianos. Por ejemplo, ahora sabemos que la melatonina es una parte importante de la preparación del cuerpo para dormir y, por tanto, que tomar un suplemento de melatonina puede ayudar a recuperar el ritmo circadiano. Otros nuevos descubrimientos en el campo de la cronobiología pueden significar nuevos e innovadores tratamientos en el futuro.
Conflictos modernos con el ritmo circadiano
Aunque ahora sabemos más que nunca sobre el ritmo circadiano, la vida moderna hace que mantener un reloj interno estable sea un reto mayor que nunca. La gente trabaja en horarios cada vez más erráticos debido a un planeta en el que la jornada laboral nunca se detiene. Muchas personas trabajan en turnos impares que les impiden despertarse y acostarse a una hora regular. Los viajes por motivos laborales y personales han convertido el jet lag en una afección común. Incluso cosas tan simples como el horario de verano pueden desajustar los relojes internos.
La contaminación lumínica también es un problema moderno que interfiere en el ritmo circadiano. La mayoría de la gente moderna ya no vive en una zona donde sea posible la oscuridad total. Esto puede interferir en la producción de melatonina, los hábitos de sueño y la salud a largo plazo. Incluso puede ser parte de la razón por la que hemos visto un fuerte aumento de la obesidad, los trastornos metabólicos y otras enfermedades crónicas.
Mantener la salud de los relojes internos
¿Cómo puede la gente moderna combinar la nueva información sobre el ritmo circadiano en su propio estilo de vida saludable? Aunque aún queda mucho por aprender, hay formas concretas de ayudar a estabilizar nuestros relojes internos. Consideremos las siguientes estrategias:
- Mantener un horario de sueño estable con la misma hora de acostarse y levantarse, incluso en los días de descanso.
- Exponer la piel a la luz natural todos los días.
- Procurar crear un ambiente lo más oscuro posible por la noche, utilizando cortinas opacas si es necesario.
- Apagar las pantallas una hora antes de acostarse.
- Considerar la posibilidad de tomar un suplemento de melatonina por la noche si se tienen problemas para conciliar o mantener el sueño.
Este Premio Nobel ha llamado la atención sobre el ritmo circadiano y el campo de la cronobiología, y con razón. Comprender el funcionamiento de los relojes internos del cuerpo humano puede conducir a tratamientos nuevos e innovadores que ayuden a las personas a llevar un estilo de vida más saludable.