Según las investigaciones, dejar de practicar sexo podría tener una serie de efectos perjudiciales para la salud, entre ellos un mayor riesgo de sufrir problemas de salud como cáncer de próstata y enfermedades cardiacas.
Dejar el sexo: Cinco efectos negativos
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Las relaciones sexuales poco frecuentes pueden aumentar el riesgo de cáncer de próstata.
Investigadores de Harvard analizaron datos exhaustivos sobre el estilo de vida de casi 30.000 hombres de mediana edad a ancianos durante un periodo de ocho años. Descubrieron que los que eyaculaban al menos 21 veces al mes tenían un riesgo de cáncer de próstata un 33% menor que los hombres que declaraban eyacular con poca frecuencia. Un estudio similar realizado en Australia llegó a la misma conclusión. Los investigadores aún no saben exactamente por qué están relacionados el nivel de actividad sexual de un hombre y el cáncer de próstata, pero una teoría es que la eyaculación vacía la próstata de compuestos químicos nocivos.
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Dejar de practicar sexo puede reducir la libido.
No deje que esto se convierta en un círculo vicioso. Un estudio publicado en 2008 en la revista American Journal of Medicine descubrió que los hombres que practicaban sexo menos de una vez a la semana tenían el doble de probabilidades de desarrollar disfunción eréctil que los que mantenían relaciones íntimas una vez a la semana o más. Un efecto similar se observa también en las mujeres: las relaciones sexuales infrecuentes provocan una disminución de la capacidad de excitación y autolubricación. Los efectos potenciadores de la libido de las relaciones sexuales frecuentes se deben probablemente al hecho de que el sexo ayuda a mantener los nervios y los vasos sanguíneos de los genitales funcionando correctamente. El sexo es básicamente un ejercicio para el aparato reproductor. También tiene un componente psicológico: Cuanto más a menudo se practica el sexo, más confianza se tiene en sí mismo y, por tanto, se disfruta más practicándolo.
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La falta de sexo puede volverle más vulnerable al estrés.
Un estudio realizado en la Universidad de Paisley (Escocia) y publicado en 2005 examinó a 46 personas y descubrió que las personas que no habían mantenido relaciones sexuales recientemente presentaban resultados más altos de presión arterial en respuesta al estrés que las personas que sí habían mantenido relaciones sexuales recientemente. Tener relaciones sexuales con tu pareja de forma regular no sólo alivia el estrés actual, sino que también evita que el estrés futuro te afecte demasiado.
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Dejar de mantener relaciones sexuales puede debilitar el sistema inmunitario.
El Instituto Kinsey recogió datos de 30 mujeres, la mitad de las cuales eran sexualmente activas y la otra mitad no. Los datos revelaron que las mujeres sexualmente abstemias tenían un sistema inmunitario más débil que las sexualmente activas. Las mujeres sexualmente abstemias tenían menos células T auxiliares, así como niveles de inmunoglobulina más bajos que las mujeres sexualmente activas. Las células T auxiliares actúan en el sistema inmunitario activando otras células que destruyen los microbios dañinos. Las inmunoglobulinas son anticuerpos liberados por los glóbulos blancos. Además, las mujeres sexualmente activas experimentaron cambios en su sistema inmunitario orientados a preparar el cuerpo para el embarazo. Esto significa que una mujer que esté intentando concebir debe mantener relaciones sexuales con frecuencia, no sólo para aumentar las posibilidades de concepción, sino también para preparar su sistema inmunitario para los cambios que se avecinan.
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Un dormitorio muerto podría aumentar el riesgo de sufrir problemas cardiacos.
Un estudio de 2010 publicado en el American Journal of Cardiology determinó que los hombres que practicaban sexo sólo una vez al mes tenían más probabilidades de desarrollar enfermedades cardíacas que los que lo hacían con más frecuencia. La razón más obvia es que el sexo es un ejercicio aeróbico, que es excelente para la salud del corazón. Sin embargo, el aspecto emocional del sexo también tiene su efecto. Los estudios demuestran que experimentar emociones negativas crónicas, como el estrés, la soledad o la ansiedad, contribuye al riesgo de infarto. El sexo es estupendo para aliviar estas emociones negativas.
Hay muchas razones para mantener una vida sexual sana. El sexo regular no sólo aporta beneficios reales para la salud, sino que también refuerza la relación con la pareja, aumenta la autoestima y mejora la sensación general de bienestar. A veces, el estrés de la vida puede interponerse en el camino de la intimidad, pero no deje de lado su vida sexual.