Aunque el papel del estrógeno en el desarrollo y la reproducción femeninos es bien conocido, las investigaciones indican que también puede ayudar a proteger el cerebro de las mujeres frente a los traumas. Los estudios existentes ya han sugerido que las mujeres son más susceptibles al trastorno de estrés postraumático (TEPT) que los hombres, a pesar de experimentar menos sucesos traumáticos. El nuevo estudio sugiere que el estrógeno regula la respuesta al miedo en el cerebro al afectar a la forma en que las distintas áreas del cerebro responden al estrés.
Cómo regula el estrógeno la respuesta al miedo
Investigaciones anteriores han descubierto que las mujeres que han sufrido traumas experimentan más episodios de flashback durante la fase media lútea del ciclo menstrual, que se produce aproximadamente una semana después de la ovulación, cuando descienden los niveles de estrógeno. Un nuevo estudio publicado en Molecular Psychiatry se propuso investigar cómo afecta el estrógeno a la actividad de los genes en el cerebro.
Los investigadores estudiaron muestras de sangre de casi 300 mujeres inscritas en el Grady Trauma Project (GTP), un estudio que investiga el papel de los factores ambientales y genéticos en el desarrollo del TEPT entre las mujeres afroamericanas de bajos ingresos. El equipo se dirigió a las mujeres del estudio en edad fértil y menopáusica que habían sufrido malos tratos o violencia y les pidió que participaran en el nuevo estudio con una entrevista y análisis de sangre.
Durante la edad fértil, los niveles de estrógenos de una mujer aumentan y disminuyen en función de su ciclo menstrual, mientras que las mujeres menopáusicas y posmenopáusicas tienen niveles más bajos de estrógenos.
Los investigadores descubrieron que los niveles de estradiol sérico, una forma de estrógeno, estaban asociados con la metilación del ADN, un mecanismo que modifica el ADN para sugerir que algunos genes se desactiven.
Al examinar los sitios modulados por estrógenos que también están asociados con el TEPT, el equipo descubrió un único gen asociado con la respuesta cerebral al miedo que se ve afectado por los estrógenos. El sitio se encuentra en el HDAC4, un gen que interviene en la formación de la memoria a largo plazo, el comportamiento y el aprendizaje. Los investigadores descubrieron que la metilación del gen HDAC4 era significativamente mayor en los pacientes con TEPT que en los pacientes de control, y estaba correlacionada con niveles más bajos de estrógeno.
Estrógenos y ansiedad
Investigaciones anteriores también han establecido el papel del estrógeno en el cerebro y la ansiedad en particular. Según un estudio realizado por neurocientíficos de las universidades de Harvard y Emory, los niveles bajos de estrógenos aumentan la vulnerabilidad de la mujer a los traumas en determinados momentos de su ciclo menstrual, pero los niveles altos de estrógenos ofrecen una protección parcial frente a los traumas emocionales.
Las mujeres ya presentan tasas de ansiedad y depresión dos veces superiores a las de los hombres, pero la razón de esta diferencia sigue sin estar clara. Como dijo el autor del estudio, Mohammed Milad, “el TEPT es un trastorno de recuperación”. Es posible que los hombres tengan menos riesgo de TEPT porque la testosterona se convierte en estrógeno en el cerebro masculino y permanece más estable en su cerebro que en el de las mujeres.
Los investigadores de Harvard descubrieron que el estrógeno calma la respuesta de miedo en las mujeres sanas. El equipo también descubrió que cuanto más altos eran los niveles de estrógeno en mujeres con TEPT entrenadas en una tarea de miedo-extinción, menos probabilidades había de que se sobresaltaran.
Se cree que el trastorno de estrés postraumático afecta hasta al 30% de las mujeres en algún momento, con síntomas que duran cuatro veces más en las mujeres que en los hombres. Dado que la medicación anticonceptiva puede afectar a los niveles de estrógeno, estos estudios demuestran que puede resultar prometedora para prevenir el trastorno de estrés postraumático en las mujeres. En concreto, la “píldora del día después” podría utilizarse para prevenir el estrés postraumático tras una agresión.
La importancia de unas hormonas equilibradas
El estrógeno es la principal hormona sexual femenina que también trabaja con la progesterona para regular el ciclo menstrual, engrosar el endometrio y favorecer una función cerebral saludable. El estrógeno y la progesterona libran una batalla constante por la supremacía. Se cree que unos niveles elevados de progesterona suprimen la libido y provocan síntomas premenstruales. El predominio de estrógenos puede provocar irritabilidad y ansiedad. Cuando los niveles de estrógeno son bajos, las mujeres corren un mayor riesgo de padecer osteoporosis, así como TEPT.
Hay muchas formas de mantener unos niveles hormonales saludables de forma natural. Varios alimentos y hierbas pueden ayudar a mantener niveles saludables de estrógeno.
Los productos de soja se recomiendan a menudo para potenciar el estrógeno, ya que la soja es rica en fitoestrógenos y está disponible en muchas formas, como el tofu, la leche de soja y el edamame. Las alubias también son ricas en fitoestrógenos, o estrógenos dietéticos que actúan de forma muy parecida a los estrógenos en el organismo.
Varias hierbas también pueden ayudar a mejorar los niveles de estrógeno y proporcionar potentes efectos similares a las hormonas:
- El cohosh negro, un tratamiento común a base de hierbas para la menopausia y los síntomas menstruales, se ha encontrado en los informes clínicos para aliviar los sofocos. La raíz de cohosh negro parece tener algunos efectos similares a los del estrógeno, con varias sustancias químicas que pueden afectar al organismo.
- La maca es rica en esteroles vegetales relacionados con hormonas como el estrógeno. La maca, una planta peruana parecida al rábano, se utiliza a menudo para mejorar la fertilidad del ganado.
- El trébol rojo es una hierba parecida a la soja que contiene fitoestrógenos. El trébol rojo contiene isoflavonas, sustancias químicas similares a las hormonas que parecen causar problemas reproductivos en algunos animales. Estas isoflavonas se convierten en fitoestrógenos en el organismo que actúan de forma similar a los estrógenos.
- Se ha demostrado que la cimicifuga posee algunas propiedades reguladoras del estrógeno.
- La damiana ayuda a equilibrar las hormonas y es utilizada por los herbolarios para tratar los sofocos de la menopausia.