Dado que se considera que más de la mitad de los estadounidenses tienen sobrepeso, muchas personas luchan a diario con este problema. Los factores que intervienen en la pérdida de peso son tantos que, independientemente de los esfuerzos por calcular “cuántas calorías se han introducido y cuántas se han eliminado”, las personas pueden seguir engordando a pesar de los difíciles cambios en su estilo de vida. Varios estudios han examinado los factores no alimentarios que contribuyen a la pérdida de peso y han descubierto que, curiosamente, el momento de la ingesta de alimentos es una pieza importante del rompecabezas.
Cronobiología y metabolismo
La cronobiología es un campo científico que estudia cómo los ciclos naturales de nuestro cuerpo se ven afectados por los ritmos solar y lunar. Uno de los ciclos más importantes de la cronobiología es el ritmo circadiano de 24 horas. El ritmo circadiano es una parte importante del metabolismo que controla una gran variedad de procesos celulares. El ritmo circadiano también puede afectar al peso de diversas maneras. Por ejemplo, las personas que trabajan de noche tienen más probabilidades de padecer sobrepeso u obesidad. Los genes que intervienen en el ritmo circadiano también parecen estar implicados en la producción de hormonas relacionadas con el hambre y la saciedad, como la leptina y la grelina.
Aunque estas relaciones se conocen desde hace años, la medida en que el momento de la ingesta de alimentos podría afectar al aumento y la pérdida de peso es información nueva.
El momento de la ingesta de alimentos y la pérdida de peso
Nuestras mitocondrias son parte integrante del metabolismo, ya que convierten los azúcares y otras fuentes de combustible en el tipo de energía que utilizan nuestras células, el ATP. El ritmo al que las mitocondrias realizan esta conversión de energía parece depender de la hora del día. El pico de quema de energía se produce aproximadamente a las cuatro horas de nuestro día de vigilia. Las personas que ingieren más calorías a primera hora del día, por ejemplo, un desayuno y una comida copiosos seguidos de una cena ligera, pierden peso más rápidamente que las que ingieren más calorías a última hora del día. Aunque esta es una mala noticia para los aficionados a los tentempiés nocturnos, ofrece una forma de aumentar la pérdida de peso sin dejar de disfrutar de los alimentos que les gustan.
Perder peso sólo respetando el ritmo circadiano
Reducir las calorías y hacer mucho ejercicio siguen siendo cambios importantes en el estilo de vida de las personas que desean perder peso. Sin embargo, cambiar el momento de comer también puede tener un gran efecto. Dado que las mitocondrias trabajan a su máxima capacidad cuatro horas después de despertarse, éste es el momento óptimo para ingerir alimentos hipercalóricos. Por la noche, cuando las mitocondrias consumen menos energía, es mejor tomar alimentos más ligeros, con menos grasa y azúcar.
Otras razones para comer menos por la noche
Hay otras razones por las que comer menos por la noche puede ser un hábito positivo para la salud. El reflujo ácido y otros problemas digestivos suelen empeorar por la noche si se ingieren comidas copiosas. Comer alimentos ligeros en las horas previas a acostarse mejora estas afecciones. Además, el hígado y otros sistemas de desintoxicación realizan gran parte de su trabajo por la noche. El proceso de digestión de los alimentos puede interferir con éste y otros aspectos importantes del metabolismo que se producen principalmente por la noche. Por este motivo, muchos médicos e investigadores recomiendan comer al menos cuatro horas antes de acostarse. Esto permite digerir y metabolizar las comidas antes de dormirse.
Las nuevas investigaciones sobre cronobiología ofrecen nuevas perspectivas sobre diversos problemas de salud. Así se comprende mejor el funcionamiento de nuestro organismo y se descubren nuevas formas de mejorar nuestra salud. Con los problemas metabólicos como uno de los principales problemas de salud pública en Occidente, la investigación sobre el momento de la ingesta de alimentos puede mejorar y enriquecer la vida.