Cuando hablamos del ritmo circadiano, la mayoría de la gente piensa en el cerebro. Sin embargo, cada órgano tiene su propio reloj biológico interno. El ritmo innato de 24 horas del hígado es especialmente importante para el metabolismo e incluso afecta al reloj circadiano central del cerebro. Nuevos estudios sugieren que el reloj circadiano del hígado puede incluso regular el hambre, la digestión y diversos comportamientos humanos.
El hígado: Una parte clave del metabolismo
El hígado es el órgano más voluminoso del cuerpo humano y también uno de los más multifuncionales. Desempeña una serie de importantes funciones necesarias para la vida diaria. El hígado se considera técnicamente una glándula debido a su secreción activa de una variedad de hormonas importantes que regulan el metabolismo. Además, el hígado desintoxica la sangre, regula el equilibrio de la glucosa, descompone los glóbulos rojos y produce diversas proteínas y vitaminas. Cuando el hígado deja de funcionar correctamente, la persona muere rápidamente a menos que pueda recibir un trasplante.
Muchas de las actividades del hígado ocurren constantemente o en respuesta a señales ambientales. Sin embargo, algunas de estas funciones, especialmente las actividades metabólicas, se producen en un ciclo distinto determinado por un reloj circadiano en el propio hígado. Este reloj interno parece estar en constante comunicación con los marcapasos de nuestro cerebro, lo que puede afectar a una amplia gama de funciones y comportamientos.
El papel del reloj circadiano en el hígado
Cuando se viaja a más de un huso horario de distancia, se puede sufrir jet lag y trastornos del sueño. Muchos viajeros también notan que tienen hambre a horas extrañas. A alguien le sorprenderá saber que esto se debe a la presencia de un reloj circadiano en el hígado. Este reloj regula, entre otras cosas, las horas a las que tenemos hambre. El hígado libera hormonas que nos hacen sentir hambre, junto con enzimas importantes para la digestión, justo antes de las horas en las que normalmente comemos.
La presencia de un reloj circadiano que rige el hambre y la digestión se confirmó en un estudio reciente con ratas. Las ratas expresan periódicamente ciertos genes relacionados con el ritmo circadiano, y esta actividad génica se correlaciona con el hambre y la liberación de enzimas digestivas. Cuando se las alimentaba sólo a determinadas horas, la expresión de estos genes cambiaba lentamente para imitar el nuevo horario de alimentación. Esto es similar al comportamiento de los genes del ritmo circadiano que rigen el ciclo sueño-vigilia; las personas pueden cambiar gradualmente sus horas de acostarse o despertarse. Además, este estudio descubrió que existe una gran comunicación entre los relojes circadianos del cerebro y los del hígado, lo que presenta un posible mecanismo para el efecto Zeitgeber de la comida.
Hígado, cerebro y ritmo circadiano
Resulta emocionante confirmar estudios anteriores que concluían que el momento de la ingesta de alimentos puede afectar al ritmo circadiano del organismo. Además, estos nuevos hallazgos son prometedores en lo que respecta a la búsqueda de nuevas posibilidades de tratamiento para las personas que luchan contra la obesidad, la diabetes y otras enfermedades que se ven afectadas tanto por la función hepática como por el ritmo circadiano. Un tratamiento más eficaz puede resultar cuando las personas toman sus medicamentos a la hora del día en que serán más eficaces, o en los momentos en que los receptores celulares a los que se dirigen estos medicamentos están más activos. Además, aunque todavía es necesario realizar más estudios en este campo, las pruebas actuales sugieren que comer tarde por la noche puede ser perjudicial para las personas que padecen trastornos del sueño.
Descubrir la base bioquímica del reloj circadiano en el hígado abre nuevas vías de estudio. Cada órgano parece tener su propio reloj interno, pero el del hígado parece especialmente importante para regular el metabolismo y el bienestar general. Comprender cómo funciona nuestro cuerpo es siempre un primer paso para encontrar tratamientos médicos nuevos y más eficaces.