El resveratrol es una potente fitoalexina, un grupo de compuestos antimicrobianos y antioxidantes de origen natural producidos por las plantas, que puede encontrarse en el vino tinto, el cacao crudo, los pistachos, los cacahuetes y las bayas oscuras como las uvas rojas, los arándanos y la muscadinia. Al igual que otros antioxidantes, el resveratrol puede ayudar al organismo a combatir y reparar el daño celular.
Las investigaciones de la última década indican que el resveratrol podría favorecer la salud del corazón y tener efectos anticancerígenos y antiinflamatorios. Además de su creciente lista de beneficios para la salud, una serie de estudios recientes sugiere que el resveratrol puede reparar y proteger de los daños causados por el envejecimiento tanto en las fibras musculares como en las sinapsis neuronales.
Según el Dr. Gregorio Valdez, profesor adjunto de Virginia Tech y autor de uno de esos estudios, “todos vamos más despacio a medida que envejecemos. La marcha, los problemas de equilibrio y el deterioro de la coordinación motora contribuyen a problemas de salud, accidentes, falta de movilidad y una menor calidad de vida. Trabajamos en la identificación de cambios moleculares que ralenticen los déficits motores que se producen con el envejecimiento. Creo que cada vez estamos más cerca de descubrir mecanismos que frenen la degeneración de los circuitos neuronales inducida por la edad”.
El resveratrol favorece el envejecimiento saludable de las fibras musculares
Al llegar a la mediana edad, la mayoría de los adultos empiezan a perder una media del 3% de su masa muscular, fuerza y resistencia cada año. Esta disminución de la función muscular relacionada con la edad, denominada sarcopenia, afecta enormemente a la calidad de vida y puede reducir la esperanza de vida. Según investigaciones recientes, el resveratrol puede reparar esta degeneración muscular y proteger contra ella.
El ejercicio regular ayuda a ralentizar la pérdida de masa muscular, pero también puede provocar daños musculares y dolor articular en un organismo ya de por sí estresado. Numerosos estudios han demostrado que el resveratrol alivia el dolor articular, reduce la inflamación y repara la degradación del cartílago asociada a la artritis. Un nuevo estudio australiano demuestra que el resveratrol también es beneficioso para los músculos esqueléticos. Los resultados del equipo se hacen eco de otras investigaciones que demuestran que la administración de resveratrol aumenta considerablemente el rendimiento aeróbico y previene y repara los daños musculares provocados por el ejercicio.
La reducción del flujo sanguíneo debida a la edad puede ser tanto un síntoma como un factor que contribuya al deterioro muscular. Un estudio dirigido por investigadores de Harvard y publicado en Cell descubrió que el resveratrol activa los mismos genes que normalmente responden a la dieta y el ejercicio, curando el sistema vascular, mejorando el flujo sanguíneo y aumentando la resistencia en ratones ancianos.
La atrofia muscular, un desgaste parcial o completo del tejido muscular, puede ser consecuencia de la sarcopenia, la inactividad y las enfermedades neuromusculares. Un trabajo de investigación publicado recientemente en el International Journal of Medical Sciences examinó los cambios adaptativos en los músculos tras inducir lesiones en el nervio ciático en ratones alimentados con una dieta normal o con una dieta suplementada con resveratrol. Su investigación demostró que el resveratrol “previene significativamente” la atrofia muscular.
El resveratrol protege el cerebro de los efectos del envejecimiento
Los músculos esqueléticos no son la única forma de atrofia que el resveratrol puede prevenir. La atrofia cerebral y la degradación de las sinapsis neuronales son efectos típicos del proceso de envejecimiento y, en última instancia, pueden conducir al deterioro cognitivo y a problemas de memoria, así como provocar interferencias en la capacidad del organismo para hacer frente al estrés. Las investigaciones demuestran que el resveratrol posee varios beneficios neuroprotectores importantes.
Investigaciones anteriores han indicado que una dieta adecuada y el ejercicio pueden ayudar a las sinapsis neuronales frente al desgaste típico del envejecimiento. En un estudio publicado en The Journals of Gerontology, los investigadores descubrieron que el resveratrol tiene muchos de los mismos beneficios neuroprotectores que la combinación de una dieta baja en calorías con ejercicio regular.
Otros estudios también parecen sugerir que el resveratrol puede ayudar a ralentizar el deterioro cognitivo relacionado con la edad, protegiendo y reparando los daños causados en el cerebro. Varios estudios indican que los efectos neuroprotectores del resveratrol pueden convertirlo en una terapia útil para quienes padecen trastornos cognitivos como demencia y Alzheimer.
El Dr. Valdez concluye que, para los investigadores, “el siguiente paso es identificar el mecanismo que permite al resveratrol proteger las sinapsis. Si conocemos el mecanismo, podremos modificar el resveratrol o buscar otras moléculas más eficaces para proteger las sinapsis.”
No hay que levantar la copa de vino todavía
Aunque el resveratrol muestra un gran potencial, los expertos advierten de que, debido a las concentraciones relativamente bajas de resveratrol que se encuentran en fuentes alimentarias como el vino, es probable que las personas no obtengan los mismos beneficios neuroprotectores masivos mostrados en los estudios con ratones.
Según Valdez, “en el vino, el resveratrol se encuentra en cantidades tan pequeñas que no se podría beber lo suficiente en la vida para obtener los beneficios que encontramos en ratones a los que se les administró resveratrol. Estos estudios son en ratones y me gustaría advertir a cualquier persona de la voladura de sus cuerpos con el resveratrol en cualquier forma”.