Aunque se ha demostrado que el vino tinto tiene muchos beneficios para la salud, la mayoría pueden atribuirse a un compuesto específico que se encuentra en las uvas utilizadas para elaborar el vino. Este componente vegetal se llama resveratrol, y es el compuesto que ayuda a dar color a la piel de las uvas rojas. También ayuda a proteger las uvas de las infecciones por hongos, las sequías, la exposición extrema al sol y otras amenazas ambientales. Aunque el resveratrol de las uvas rojas ayuda a la planta a prosperar en condiciones ambientales adversas, las protecciones que proporciona no se limitan a la vida vegetal.
Resveratrol: Un potente antioxidante
Además del papel protector que desempeña en las plantas de uva, el resveratrol contiene antioxidantes que también son extremadamente beneficiosos para la salud humana. El alto contenido de resveratrol en el vino tinto aporta potentes antioxidantes al suministro de sangre, que ayudan a proteger contra los radicales libres en el cuerpo.
Los radicales libres son moléculas que oxidan las células de todo el cuerpo, haciéndolas más susceptibles de sufrir daños e infecciones. El número de radicales libres aumenta en épocas de estrés y cuando un individuo sufre una inflamación crónica, lo que provoca un aumento de los riesgos de desarrollar obesidad, síndrome metabólico, cáncer y otros trastornos. Sin embargo, los antioxidantes que aporta el resveratrol ayudan a desestabilizar los radicales libres y a eliminar su capacidad de afectar negativamente a otras moléculas en todo el organismo.
Los antioxidantes también nos protegen de los radicales libres de otras maneras. Al permitir que los radicales libres oxiden los propios antioxidantes, se disuade a los radicales libres de ir a por las células sanas del cuerpo. Esto reduce el número total de radicales libres que circulan por el cuerpo, ayudando a disminuir el riesgo de ciertas enfermedades.
El resveratrol es uno de los mejores compuestos para obtener apoyo antioxidante porque el cuerpo puede absorberlo con poca dificultad. Este componente vegetal es también muy activo, lo que significa que su poder antioxidante está fácilmente disponible para su uso. Por lo tanto, además de ser beneficioso una vez introducido en el organismo, el resveratrol facilita la absorción de antioxidantes por parte del cuerpo. Este proceso permite que el resveratrol promueva varios beneficios específicos para la salud, como los que se enumeran a continuación.
¿Cuáles son los beneficios del vino tinto para la salud?
Salud del corazón
A lo largo de los años, varios estudios han establecido una relación entre el consumo de vino tinto con moderación y la mejora de la salud del corazón. En concreto, un estudio realizado el año pasado descubrió que beber vino tinto podría reducir los riesgos de desarrollar una enfermedad coronaria, que es la afección responsable de la mayor parte de las muertes en Estados Unidos. Para conseguir estos beneficios sin experimentar los efectos negativos que puede traer el alcohol, los hombres deberían limitarse a dos vasos de vino tinto al día, mientras que las mujeres sólo deberían beber un vaso diario.
Salud del intestino
El microbioma intestinal es una comunidad de billones de microorganismos que ayudan al funcionamiento del organismo. Esta comunidad depende de la introducción de una selección diversa de bacterias, derivadas de fuentes naturales. El resveratrol y otros compuestos que se encuentran en el vino tinto actúan como prebióticos, que el intestino utiliza para promover una selección más variada de bacterias útiles. Aunque la investigación sobre los efectos del vino tinto en el microbioma intestinal continúa, los resultados actuales sugieren que los prebióticos que proporciona el vino tinto son útiles para mantener un intestino sano.
Diabetes de tipo 2
Aunque el consumo de otros tipos de bebidas alcohólicas puede suponer un mayor riesgo para quienes padecen diabetes de tipo 2, beber vino tinto puede ser útil. En un estudio realizado en 2015, los sujetos que bebían vino tinto presentaban niveles de azúcar en la sangre más bajos, lo que los investigadores atribuyeron al etanol del vino. Creen que el etanol y los compuestos naturales de las uvas rojas utilizadas para hacer el vino trabajaron juntos para mejorar el metabolismo de los sujetos.
Hipertensión
Uno de los beneficios más conocidos del vino tinto es que beberlo con moderación puede ayudar a reducir la presión arterial. Lo hace aumentando el nivel de HDL, o colesterol bueno, en la sangre. El resveratrol contiene unos compuestos llamados procianidinas, que actúan mejorando la salud de los vasos sanguíneos de todo el cuerpo. Además de aumentar los niveles de HDL, esto ayuda a garantizar un flujo sanguíneo saludable en todos los vasos sanguíneos.
Daños cerebrales tras un accidente cerebrovascular
Beber vino tinto después de sufrir un ictus puede ayudar a proteger contra el daño cerebral secundario. Esto se debe en gran medida a que los antioxidantes del resveratrol ayudan a modular la inflamación y el estrés oxidativo, que de otro modo promoverían más muerte celular en el cerebro.
Pérdida de la visión
A medida que envejecemos, somos más propensos a sufrir enfermedades que pueden afectar a nuestra capacidad de ver bien. El glaucoma, la retinopatía diabética, las cataratas o la degeneración macular pueden provocar una pérdida parcial o total de la visión. Como los antioxidantes del vino tinto ayudan a proteger contra el estrés oxidativo, también se reduce la inflamación que aumenta los riesgos de desarrollar estas afecciones. Aunque es necesario tomar otras medidas para proteger la vista, el consumo moderado de vino tinto también puede ayudar.
Cáncer
Aunque el consumo excesivo de alcohol puede causar una amplia gama de problemas de salud, incluido el aumento de los riesgos de ciertos tipos de cáncer, el consumo moderado de vino tinto puede ser beneficioso. Los estudios de observación han descubierto que las mujeres que consumen vino tinto de forma moderada con regularidad son menos propensas a desarrollar cáncer de mama. Los investigadores creen que esto se debe a que el vino reduce los niveles de estrógeno, mientras que aumenta la testosterona en las mujeres mayores. Aunque la investigación está en curso, el vaso ocasional de vino tinto puede ayudar a proteger contra más tipos de cáncer.