El estrés es el método que utiliza el cuerpo humano para adaptarse a momentos de mayor presión mental, emocional o física. El estrés es una parte normal de la vida para la mayoría de la gente y, a corto plazo, puede resultar beneficioso para ayudar a las personas a reaccionar adecuadamente ante determinadas situaciones y rendir al máximo. Dicho esto, la exposición crónica y prolongada al estrés puede precipitar una serie de consecuencias para la salud. Ahora, una nueva investigación ha descubierto que el estrés nocturno podría ser incluso más perjudicial que el experimentado durante el día.
El impacto del estrés en el organismo
El estrés puede afectar a casi todos los sistemas internos. Entre los métodos que emplea el organismo para afrontarlo se encuentra la liberación de sustancias químicas conocidas como hormonas del estrés. Estas sustancias, como la adrenalina y el cortisol, obligan a casi todos los sistemas corporales a trabajar a un ritmo acelerado, especialmente los sistemas cardiovascular, digestivo y nervioso central.
Síntomas asociados al estrés
Es importante señalar que los episodios de estrés provocan reacciones diferentes en cada persona. Sin embargo, hay ciertas manifestaciones físicas y mentales comunes que pueden experimentar las personas excesivamente estresadas, entre ellas:
Síntomas físicos
Quienes están bajo los efectos del estrés pueden notar un aumento de los dolores corporales, problemas digestivos (gases, diarrea, estreñimiento, hinchazón y disminución del apetito), asuntos cardiovasculares (hipertensión, palpitaciones, pulso acelerado) y otros síntomas generales como sudoración, dolores de cabeza, insomnio, fatiga y debilitamiento del sistema inmunitario.
Síntomas psíquicos
La exposición continuada a una ansiedad exacerbada también podría provocar problemas mentales y emocionales importantes, como trastornos cognitivos (pérdida de memoria, falta de concentración), aumento de la ira y la frustración, cambios de humor desenfrenados, incidentes de ansiedad y, en casos graves, aparición de depresión.
También se sabe que el estrés precipita o agrava enfermedades médicas subyacentes graves.
Los factores biológicos que precipitan el estrés nocturno
Como podría deducirse de su categorización, el estrés nocturno se produce por la noche y puede deberse a diversas causas, entre las que se incluyen, aunque sin limitarse a ellas, las relaciones precarias con la familia, la atención a las responsabilidades del cónyuge o de los hijos, las tediosas tareas domésticas, la puesta al día de las obligaciones profesionales no realizadas durante el día o, simplemente, disponer de más tiempo para concentrarse en asuntos molestos o inquietantes.
Las conclusiones de un estudio reciente sugieren que el organismo libera menos hormonas del estrés durante la noche, lo que puede hacer que el cuerpo sea más susceptible al impacto del estrés durante las últimas horas del día.
La presencia de hormonas del estrés es un arma de doble filo. Anteriormente, se reveló que la secreción y circulación sistémica de cantidades excesivas de estas sustancias durante periodos prolongados puede resultar perjudicial. Dicho esto, cuando se libera una cantidad insuficiente de dichas sustancias químicas, el organismo no está preparado para reaccionar adecuadamente ante el aumento de los niveles de ansiedad.
Un estudio revela que el estrés nocturno es más perjudicial que el diurno
Investigadores de la Universidad de Hokkaido, en Japón, estudiaron cómo afectaba el estrés nocturno a unos 30 adultos jóvenes y sanos que trabajaban un horario normal. Estos científicos opinan que un proceso biológico conocido como eje hipotálamo-hipofisario-adrenal (HPA, por sus siglas en inglés), es decir, los órganos y glándulas sistémicos que segregan las hormonas del estrés, funciona de forma diferente durante la noche.
Los investigadores dividieron a los participantes en la prueba en dos grupos. El primer grupo se colocó en una situación estresante dos horas después de su hora habitual de despertar, mientras que los otros sujetos se expusieron a una tensión elevada 10 horas después de levantarse habitualmente. Los administradores sometieron a los participantes a una prueba de agudeza mental de 15 minutos ante tres entrevistadores entrenados.
Antes del examen, los investigadores tomaron muestras de la saliva de cada sujeto (que se utiliza para medir los niveles de cortisol). Al finalizar el examen, los científicos llegaron a la conclusión de que las mediciones de cortisol eran más elevadas en los que se sometieron al examen por la mañana, pero no observaron ningún cambio apreciable en los sujetos examinados por la tarde.
Uno de los investigadores entrevistados tras la publicación de los resultados del estudio señaló que su trabajo sugiere que la hora del día puede tener un impacto adverso sobre el eje HPA, haciéndolo menos eficaz. Por lo tanto, las personas que sufren estrés por la noche deben ser conscientes de ello y tomar medidas para aliviar el aumento de la tensión y la ansiedad.
Yujiro Yamanaka, investigador y fisiólogo médico, comentó: “El cuerpo puede responder al estrés matutino activando el eje HPA y el sistema nervioso simpático, pero debe responder al estrés vespertino activando únicamente el sistema nervioso simpático. Nuestro estudio sugiere una posible vulnerabilidad al estrés vespertino. Sin embargo, es importante tener en cuenta el reloj biológico único de cada individuo y la hora del día a la hora de evaluar la respuesta a los factores estresantes y prevenirlos.”
Métodos para aliviar o eliminar el estrés nocturno
Aunque para algunos puede resultar imposible eliminar o evitar por completo a las personas o los problemas que provocan un elevado estrés nocturno, existen ciertas acciones que pueden llevarse a cabo y que pueden proporcionar algún tipo de alivio, entre las que se incluyen:
Hacer ejercicio a primera hora del día
Realizar algún tipo de actividad física varias horas antes de acostarse no sólo permite al participante liberar tensiones, sino que también relaja la mente y el cuerpo lo suficiente como para que estén tranquilos y puedan dormir mejor durante la noche.
Limitar la exposición a posibles factores de estrés
Una vez más, puede resultar difícil llevar a cabo esta tarea por completo. Sin embargo, las personas pueden ayudar a su propia causa eliminando posibles inductores de estrés como consultar el correo electrónico, ver las noticias a altas horas de la noche o participar en actividades relacionadas con el trabajo.
Participar en una actividad relajante
Se recomienda a las personas que sufren estrés nocturno que participen en una actividad agradable pero libre de tensiones, como leer o practicar una técnica de relajación como el yoga o el tai-chi.