La menopausia se define como la ausencia de menstruación durante más de un año. Esta etapa de la vida de la mujer va acompañada de un descenso drástico de los estrógenos. Estos cambios hormonales producen molestos efectos secundarios como sofocos, sudores nocturnos, sequedad vaginal, cambios de humor, insomnio, aumento de peso y mucho más. Todos estos síntomas pueden ser difíciles de sobrellevar y causar mucho estrés a la mujer.
Los altos niveles de estrés provocan síntomas menopáusicos más graves
La relación entre estrés y menopausia está bien documentada en la literatura científica. Un estudio, publicado en la revista Menopause, examinó datos recogidos de más de 400 mujeres que rondaban la edad de la perimenopausia y la menopausia. Los investigadores descubrieron que las mujeres con mayores niveles de estrés pueden tener hasta cinco veces más sofocos.
Otro estudio analizó la relación entre las circunstancias vitales de una mujer y la gravedad de los síntomas de la menopausia. Los investigadores recopilaron datos de 347 mujeres del norte de California. Este estudio confirmó que un mayor nivel de estrés contribuye a los síntomas de la menopausia. Además, los científicos determinaron que otros factores -en particular, tener una actitud negativa hacia el proceso de envejecimiento- pueden aumentar la probabilidad de que una mujer tenga síntomas más molestos de la menopausia. (Quizá sea necesario aceptar y valorar el hecho de envejecer para tener una experiencia menopáusica más fácil).
Estrés y menopausia: Una carga doble
Por desgracia, el estrés excesivo provocado por el inicio de la menopausia puede contribuir por sí mismo a los desagradables síntomas. Los altos niveles de estrés pueden disminuir la secreción de estrógeno de su cuerpo. Con aún menos estrógeno en tu cuerpo, experimentarás un empeoramiento de los síntomas de la menopausia, ya sea sequedad vaginal, sofocos o cambios de humor.
A muchas mujeres en edad menopáusica les resulta cada vez más difícil adelgazar o mantener el mismo peso. El cuerpo necesita cada vez menos calorías con cada década que pasa. Si se combina esta disminución del metabolismo con la tendencia de las personas a ser más sedentarias a medida que envejecen, es fácil entender por qué el aumento de peso en la menopausia es tan frecuente. Aunque el aumento de peso no es un síntoma directo de la falta de estrógenos, sigue estando asociado con la menopausia y el estrés causado por la menopausia puede empeorarlo. Muchas personas tienden a comer por estrés cuando se sienten agotadas o bajo presión.
El estrés también puede causar insomnio: el insomnio no sólo puede formar su propio círculo vicioso, provocando más estrés por la falta de sueño, sino que se ha demostrado que la privación de sueño aumenta la sobrealimentación, contribuyendo a su aumento de peso. La falta de sueño también aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades mentales como la depresión.
Los cambios de humor causados por el estrés y la menopausia pueden provocar depresión y ansiedad. Estos trastornos mentales, aunque muy tratables, están causados por el estrés y también contribuyen a él. Es importante romper este círculo vicioso, así como los otros descritos anteriormente.
Cómo afrontar el estrés relacionado con la menopausia
La menopausia es un periodo de la vida que conlleva muchos cambios. Aunque al principio puede ser difícil de sobrellevar, puedes informarte sobre las formas de aliviar las molestias y romper los círculos viciosos. Por ejemplo:
- Encontrar formas saludables de aliviar el estrés que se adapten a ti y a tu estilo de vida. La meditación, el yoga, los masajes y las técnicas de reducción del estrés basadas en la atención plena (MBSR) son métodos eficaces que cualquiera puede practicar. Además, puede dar prioridad a aficiones tranquilizadoras como la lectura, la música y la jardinería.
- Tratar médicamente el desequilibrio de estrógenos. Muchas mujeres optan por la terapia hormonal sustitutiva, un medicamento de venta con receta. Otras optan por productos botánicos naturales que ayudan a equilibrar las hormonas, como la raíz de maca.
- Es hora de volver a dar prioridad al sueño. Por muy ajetreada que sea su agenda, no ponga excusas para no dormir bien. Si le cuesta conciliar el sueño, reevalúe sus prácticas de higiene del sueño. Si sigue padeciendo insomnio a pesar de haber mejorado su higiene del sueño, hable con su médico.
- Es importante que busque un tipo de ejercicio que le guste y lo practique todos los días. Esto no sólo le ayudará a aumentar su metabolismo, sino que reducirá el estrés, disminuirá el riesgo de depresión y le facilitará el sueño nocturno. El ejercicio diario puede ser tan sencillo como un paseo de 20 minutos por el parque o tan intenso como un partido de tenis.
- Para ayudarle a vencer el aumento de peso relacionado con la menopausia, reevalúe su dieta. Un buen comienzo es llenar siempre la mitad del plato con fruta y verdura y evitar los alimentos y bebidas azucarados. Si necesita más ayuda, acuda a un dietista cualificado. No un nutricionista, ya que éste es un título que cualquiera puede aplicarse a sí mismo. Los dietistas tienen títulos y licencias que los hacen más fiables que los nutricionistas.
- No desatienda su salud mental. Si experimenta síntomas de depresión, ansiedad o cualquier otro trastorno mental, asegúrese de consultar a un médico o terapeuta lo antes posible para explorar opciones de tratamiento.