Natürliche Möglichkeiten, um Hitzewallungen in den Wechseljahren zu lindern

Formas naturales de aliviar los sofocos durante la menopausia

Los sofocos son episodios repentinos de sensación de calor anormal, a menudo acompañados de sudoración y enrojecimiento de la piel. Cuando los sofocos interrumpen el sueño, se conocen como sudores nocturnos. Los sofocos y los sudores nocturnos son los síntomas más comunes de la menopausia, y pueden producirse independientemente de la temperatura corporal real.

Por qué aparecen los sofocos durante la menopausia

La menopausia es un hito en la vida de una mujer que se define como la ausencia de menstruación durante un año. La menopausia, y los pocos años previos a la menopausia conocidos como perimenopausia, se caracterizan por un descenso drástico de los niveles de estrógeno. Esta falta de estrógenos es la responsable de los sofocos. Este síntoma puede experimentarse debido a una bajada de estrógenos causada por diversas afecciones médicas. Sin embargo, el mecanismo exacto que provoca los sofocos sigue sin estar claro. Los investigadores creen que un nivel bajo de estrógenos afecta al hipotálamo, una parte del cerebro responsable del control de la temperatura.

La ciencia médica no conoce muy bien los sofocos, pero son muy frecuentes. Las investigaciones demuestran que el 97% de las mujeres experimentan sofocos debido a la menopausia. Este síntoma puede persistir durante mucho tiempo una vez pasada la menopausia; según un estudio, el 33% de las mujeres siguen experimentando sofocos de vez en cuando incluso 10 años después de la menopausia.

¿Por qué aliviar los sofocos de forma natural?

Una de las formas convencionales más comunes de aliviar los sofocos es la terapia hormonal sustitutiva. Consiste en tomar diariamente por vía oral comprimidos de estrógeno sujetos a prescripción médica. La sustitución de estrógenos puede aliviar los sofocos, pero suele tener efectos secundarios. Muchas mujeres que toman pastillas de estrógenos experimentan dolor de cabeza, problemas estomacales, aumento de peso o sensibilidad en los senos, entre otras muchas dolencias.

Sin embargo, la terapia de sustitución de estrógenos puede tener otros efectos mucho más graves que estos efectos secundarios. Tomar este tipo de recetas puede aumentar el riesgo de cáncer de mama, infarto de miocardio, ictus y coágulos sanguíneos. Las píldoras hormonales también son incompatibles con muchas afecciones médicas, y si padece una enfermedad en curso su médico puede desaconsejarle este método de tratamiento de los sofocos.

Los estrógenos de prescripción no deben descartarse por completo, ya que son necesarios para tratar los casos más graves de sofocos. Sin embargo, no es adecuado para todo el mundo. Muchas mujeres cuyos sofocos son de leves a moderados pueden encontrar el éxito utilizando métodos naturales que no tienen efectos secundarios.

Métodos naturales para aliviar los sofocos

Una de las principales formas de reducir la frecuencia de los sofocos es evitar los factores desencadenantes. Algunos ejemplos de cosas que podrían fomentar un sofoco incluyen:

  • alimentos ácidos
  • alcohol
  • cafeína
  • perturbación emocional
  • alimentos grasos
  • comidas y bebidas calientes
  • jacuzzis y saunas
  • marihuana
  • fumar
  • alimentos picantes
  • estrés
  • azúcar
  • tabaco
  • entornos cálidos

La experiencia de cada mujer es diferente, así que averigüe por sí misma si alguna de estas cosas le provoca sofocos.

Unos cuantos ajustes en el estilo de vida pueden reducir aún más las probabilidades de sufrir sofocos. Evite el alcohol y el tabaco, aunque no parezca que tales sustancias causen directamente sofocos. Si tiene sobrepeso u obesidad, adelgazar puede ayudar a reducir la gravedad de los sofocos. Tenga a mano agua fría y abanicos siempre que sea posible para encontrar alivio cuando se produzca un sofoco.

Si no tiene un hábito de ejercicio regular, ¡ahora es el momento de crear uno! El ejercicio es excelente para reducir la gravedad de los síntomas de la menopausia, y las investigaciones sugieren que las mujeres en edad menopáusica obtienen mayores beneficios de la misma cantidad de ejercicio que las mujeres más jóvenes.

Por último, ajustar su dieta también podría ayudar. En concreto, aumentar la ingesta de ácidos grasos omega-3 y fitoestrógenos. Algunas buenas fuentes de ácidos grasos omega-3 son las semillas de lino y el pescado graso, mientras que algunos buenos ejemplos de fuentes de fitoestrógenos serían la soja, las semillas de lino, las semillas de sésamo, los cereales integrales, las judías y las legumbres (los fitoestrógenos son compuestos que se encuentran en las plantas y que actúan como estrógenos en el organismo).

Suplementos naturales para los sofocos

Los ajustes del estilo de vida mencionados pueden ser de gran ayuda. Combine estas medidas con hierbas para la menopausia científicamente probadas para obtener los máximos resultados, sin efectos secundarios. Uno de los mejores suplementos naturales para los sofocos es la maca (de nombre latino Lepidium meyenii). Se trata de una planta de raíz que crece en las tierras altas de los Andes en Perú. Emparentada con los rábanos y los nabos, la maca tiene una gran variedad de usos medicinales, entre los que destaca el alivio de los síntomas de la menopausia. La maca puede reducir los sofocos, mejorar el humor y la energía y calmar la ansiedad. No se sabe exactamente cómo actúa la maca para aliviar los sofocos, ya que no afecta a los niveles de estrógeno ni contiene fitoestrógenos, pero los estudios demuestran su eficacia.

Otra gran opción es la hoja de damiana. Esta hoja se extrae de un arbusto medicinal originario de América Central y del Sur, Turnera diffusa. La damiana contiene apigenina, un bioflavonoide conocido por sus efectos relajantes y ansiolíticos. La apigenina también actúa como fitoestrógeno, por lo que es útil para tratar los síntomas de la menopausia.

Tomar más de una hierba para los sofocos aumentará los resultados que vea. La maca y la damiana son una excelente combinación; las dos hierbas actúan en sinergia para tratar y prevenir los sofocos. Otras hierbas a tener en cuenta son el dong quai, el ginseng, la raíz de regaliz, la agripalma, el trébol rojo, la salvia y la valeriana.

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