Inflamación: El eslabón faltante entre las cardiopatías y la depresión

Los estudios han descubierto que las personas que sufren depresión tienen muchas más probabilidades de desarrollar enfermedades cardiovasculares que las que no padecen esta enfermedad mental. A la inversa, las personas que sufren un episodio cardiovascular tienen más probabilidades de desarrollar depresión. Aunque es difícil decir qué enfermedad puede causar la otra, lo cierto es que existe una clara relación entre ambas. Ahora, un nuevo estudio sugiere que tanto las cardiopatías como la depresión pueden estar causadas por una inflamación excesiva, que puede ser consecuencia de un aumento de los niveles de estrés y de ciertos factores relacionados con el estilo de vida.

La relación entre las cardiopatías y la depresión

Inflammation: The Missing Link Between Heart Disease and Depression 2Estudios recientes han descubierto que la mayoría de las personas que padecen enfermedades cardiovasculares también sufren depresión. Dado que ambas afecciones suelen darse juntas, parece muy probable que pueda existir una relación causal entre ellas. La depresión afecta negativamente a la calidad de vida, situación que puede conducir a un menor interés por el cuidado personal adecuado. Es menos probable que una persona deprimida adopte un estilo de vida saludable o siga las recomendaciones de su médico para prevenir las enfermedades cardiovasculares. Esta podría ser una de las formas en que la depresión influye en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.

Una explicación alternativa sugiere que la enfermedad cardiovascular viene primero. Un acontecimiento como un infarto afecta sin duda al estado de ánimo del paciente, aumentando la posibilidad de episodios depresivos. Ante el tiempo de recuperación y la rehabilitación física que siguen a un infarto, no es raro que los afectados se sientan abatidos y deprimidos. De hecho, los hospitales reconocen la probabilidad de que se produzca esta situación y proporcionan asesoramiento conductual y psicológico junto con la terapia física necesaria para la recuperación de un paciente con parada cardiaca.

Inflamación: ¿Es la inflamación la clave para explicar la relación entre cardiopatías y depresión?

Tanto las cardiopatías como la depresión son problemas muy graves en todo el mundo. Mientras que las cardiopatías son responsables del mayor número de muertes en EE.UU. y en el extranjero, la depresión es la principal causa de discapacidad mental en el mundo. Dado que los vínculos entre ambas afecciones son tan fuertes, los investigadores de la Universidad de Cambridge decidieron buscar una posible conexión.

El equipo de investigación accedió al sistema de Biobancos del Reino Unido para revisar los historiales médicos de 370.000 personas de edades comprendidas entre los 40 y los 69 años. En la primera fase del proyecto de investigación se analizó si las personas con enfermedades cardiovasculares en su familia tenían un riesgo elevado de desarrollar depresión. Se determinó que padecer una enfermedad cardiaca en la familia aumentaba el riesgo de desarrollar una depresión grave. De hecho, en los casos en los que una persona había perdido al menos a uno de sus progenitores a causa de un episodio cardiaco, el riesgo de depresión era un 20% mayor.

Otras investigaciones trataron de identificar marcadores genéticos comunes para la cardiopatía y la depresión, pero no se encontró ninguno. Como la genética no parecía influir en la relación entre ambas enfermedades, el equipo empezó a buscar factores ambientales. Esta fase de la investigación consistió en examinar 15 biomarcadores que aumentan el riesgo de padecer enfermedades cardiacas y determinar si esos mismos biomarcadores también aumentaban el riesgo de depresión. En esta fase, los investigadores hallaron tres de esos biomarcadores: triglicéridos, PCR e IL-6.

La PCR y la IL-6 son proteínas que producen inflamación cuando se activan por factores fisiológicos como una infección, el estrés emocional, la falta de actividad física o el abuso de sustancias. Las personas con depresión suelen presentar altos niveles de inflamación, así como niveles elevados de las proteínas CRP e IL-6.

Esta investigación indica que tanto el corazón como el cerebro se ven afectados por las mismas funciones biológicas. Si se elevan los niveles de ciertas proteínas debido a un estilo de vida poco saludable, es posible que las personas se expongan a múltiples problemas de salud a la vez. Por el contrario, si se toman medidas para reducir la inflamación, es posible mejorar tanto la salud mental como la salud cardiaca.

Formas saludables de reducir el estrés y la inflamación

Actividad física

Inflammation: The Missing Link Between Heart Disease and Depression 1Hacer más ejercicio físico puede ayudar a reducir el estrés y la inflamación simultáneamente. Al hacer ejercicio, el cuerpo libera endorfinas, o neurotransmisores del “bienestar”, que elevan el estado de ánimo. Esta reacción combate y reduce los niveles de cortisol, una hormona del estrés, en el cerebro. Además, la actividad física reduce la inflamación aunque no se traduzca en pérdida de peso. Se pueden reducir los niveles de inflamación en el cuerpo simplemente manteniéndose activo.

Eliminar o reducir el consumo de sustancias nocivas

Por “sustancias nocivas” entendemos el alcohol, la cafeína y la nicotina, así como las drogas recreativas. En realidad, estas sustancias contribuyen a aumentar los niveles generales de estrés, aunque uno crea que le están ayudando a relajarse. Las sustancias químicas que se encuentran en estos productos inflaman los vasos sanguíneos y elevan los niveles de tensión arterial, por lo que reducir su consumo ayudará a sentirse mejor y a estar más sano a largo plazo.

Dormir mejor

Dormir entre siete y ocho horas es esencial por varias razones, entre ellas la reducción del estrés. Al dormir, el cuerpo se recarga y el cerebro se reinicia, lo que permite equilibrar los niveles hormonales. Al dormir lo suficiente para aliviar parte de ese estrés acumulado, también se reducen los niveles de inflamación interna.

Dedicarse a una afición

Por último, encuentrar una manera de desestresarse y recargar las pilas. La principal causa de inflamación es el estrés, así que, si se puede encontrar algo agradable que nos relaje, estaremos matando dos pájaros de un tiro. No importa lo que sea, siempre que sea una actividad que nos divierta. Puede ser cualquier cosa, desde ir de excursión al bosque hasta hacer crucigramas en la habitación.

Aunque es necesario seguir investigando, sabemos que la depresión y las enfermedades cardiovasculares están relacionadas y que la inflamación puede ser el factor causal de ambas. Incluso sin la confirmación de esta conexión, sabemos que aliviar el estrés y la inflamación mediante cambios en el estilo de vida es una buena forma de mantenerse sano. Hacer ejercicio con frecuencia y asegurarse de que el cuerpo ingiere las vitaminas, minerales y nutrientes que necesita nos ayudará a mantenernos física y mentalmente en forma durante toda la vida.

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