Die Omega-6-Gesundheitskrise: Was Sie tun können, um Ihre Gesundheit zu retten

La crisis sanitaria por omega-6: Lo que puede hacerse para guardar la salud

Los expertos médicos advierten de que está surgiendo una crisis sanitaria de omega-6 debido a que los estadounidenses consumen, sin saberlo, una proporción errónea de ácidos grasos omega-6 y omega-3. Sin la proporción adecuada de estos ácidos grasos, una persona puede experimentar una serie de problemas de salud. Entender el papel de estos ácidos grasos en la dieta y cómo conseguir la proporción adecuada puede ser muy útil para prevenir una serie de condiciones médicas adversas.

Comprender los ácidos grasos y su papel en la salud

The Omega-6 Health Crisis: What You Can Do to Save Your HealthLos omega-3 y los omega-6 se conocen como ácidos grasos esenciales porque el cuerpo humano no los produce de forma natural, sino que deben obtenerse a través de la alimentación o de suplementos. El cuerpo necesita estas grasas poliinsaturadas porque tienen doble enlace.

A diferencia de otros tipos de grasas que utiliza el organismo, estos ácidos grasos esenciales se emplean para más funciones además de la energética. Los omega-3 y los omega-6 son fundamentales en una serie de procesos fisiológicos, como la producción de inflamación, la coagulación de la sangre y la función cerebral.

¿A qué se debe la crisis sanitaria del omega-6?

En los últimos años, los estadounidenses han empezado a consumir más ácidos grasos omega-6 al mismo tiempo que ha disminuido la ingesta de ácidos grasos omega-3. Mientras que la proporción ideal entre estos dos tipos de ácidos grasos es de 2:1 entre los omega-6 y los omega-3, la dieta típica de los estadounidenses presenta ahora una proporción típica de 16:1. Se ha descubierto que esta proporción es común entre las naciones industrializadas de todo el mundo.

Una vez que se sabe qué tipos de productos alimenticios contienen omega-6, es fácil ver por qué tantos individuos están consumiendo demasiado de este ácido graso. Una dieta rica en alimentos procesados contendrá naturalmente muchos aceites vegetales y de semillas; productos que están llenos de ácidos omega-6.

Estos aceites de semillas no se introdujeron en la dieta estadounidense hasta finales del siglo XIX. En 2010, estos aceites representaban aproximadamente el 20 por ciento de la dieta estadounidense, lo que se traduce en unos 80 gramos diarios por persona. En comparación con 1865, sólo entre el 2 y el 3 por ciento de la ingesta media de calorías diarias de los estadounidenses venía del ácido linoleico omega-6, que en aquella época se encontraba principalmente en la mantequilla y la manteca de cerdo.

En términos sencillos, los ácidos grasos omega-6 generan inflamación en el cuerpo, mientras que los omega-3 la reducen. Es fácil entender por qué esto sería un problema para la salud de un individuo una vez que se entiende que la inflamación excesiva en el cuerpo es una de las principales causas de una miríada de problemas médicos modernos, incluyendo las enfermedades del corazón y la obesidad.

Cómo reducir los ácidos grasos omega-6

Para conseguir un equilibrio óptimo de estos ácidos grasos esenciales, hay que saber qué tipo de omegas se consumen regularmente. Leer las etiquetas y experimentar con los suplementos puede ayudar a conseguir el equilibrio ideal de ácidos grasos omega-6 y omega-3 para aprovechar los poderosos beneficios de ambos tipos.

Lo primero que puede hacerse es ser consciente de la ingesta de ácidos grasos omega-6 y reducirla en consecuencia. Los omega-6 están contenidos en aceites como el de canola, maíz, cártamo, cacahuete, semillas de uva, soja y salvado de arroz. Incluso si no se utilizan estos tipos de aceites para cocinar y hornear, hay miles de alimentos procesados que los contienen.

Este tipo de aceites son especialmente comunes en las comidas de los restaurantes, sobre todo en los de comida rápida. Por eso, los expertos en salud recomiendan que se intente hacer la mayor parte de las comidas en casa, donde se pueden controlar los ingredientes.

Cómo puede aumentarse el consumo de ácidos grasos omega-3

También se puede conseguir el equilibrio ideal entre los dos ácidos grasos aumentando el consumo de ácidos grasos omega-3. Los alimentos ricos en omega-3 son los pescados grasos como el salmón, las sardinas, las anchoas y la macarela. También contienen omega-3 las semillas de chía, las semillas de lino, las nueces y la soja.

Una de las formas más sencillas de devolver esta proporción de ácidos grasos a un equilibrio ideal es simplemente sustituir el uso de aceites de semillas por aceite de oliva virgen extra. Este pequeño cambio puede suponer una gran diferencia en la cantidad de omega-6 que se ingiere cada día.

The Omega-6 Health Crisis: What You Can Do to Save Your Health 1Otra buena forma de aumentar la ingesta de este ácido graso esencial es tomar un suplemento. Hay una serie de suplementos de omega-3 de calidad que facilitarán el disfrute del equilibrio adecuado de los dos ácidos grasos. Al aumentar la cantidad de omega-3 en la dieta, se dispondrá de más margen de maniobra para consumir omega-6 sin alterar significativamente el equilibrio entre ambos.