La curcumina es la sustancia química bioactiva de la raíz de la cúrcuma, conocida sobre todo por su color amarillo brillante. Esta sustancia química tiene mucho más que ofrecer que su distintivo color; la curcumina también tiene numerosos beneficios para la salud, entre ellos varios que se acaban de descubrir en los últimos años. He aquí algunos de los descubrimientos más importantes sobre este potente compuesto vegetal.
Efectos de la curcumina en células de melanoma y cáncer de mama en el laboratorio
El melanoma es la forma más mortal de cáncer de piel y a menudo la más difícil de tratar. Aunque el melanoma solo representa el 4% de los casos de cáncer de piel que se producen cada año, es responsable del 79% de las muertes por esta enfermedad.
Un estudio ha descubierto que, en el laboratorio, la curcumina puede detener el crecimiento del melanoma. El estudio, publicado en Cancer en 2005, descubrió que la curcumina bloquea una importante vía que el melanoma y otros cánceres necesitan para propagarse. El compuesto incluso provoca la muerte celular en las células de melanoma.
Esencialmente, la curcumina desencadena la apoptosis, el proceso de muerte natural de las células, en las células cancerosas. La curcumina actúa suprimiendo la producción de una proteína que normalmente se encuentra en las células cancerosas para impedir su funcionamiento. Cuanto mayor es la dosis de curcumina administrada, mayor es la cantidad de muerte celular.
En pruebas de laboratorio, este compuesto también ha resultado eficaz contra otros tipos de cáncer, como el de mama. Las pruebas sugieren que la curcumina puede atacar el cáncer de mama con numerosos efectos anticancerígenos que implican la proliferación de células cancerosas, las vías del receptor de estrógenos y las vías del receptor 2 del factor de crecimiento epidérmico humano (HER2).
Una investigación reciente ha descubierto que la curcumina puede ser incluso prometedora en el tratamiento del neuroblastoma, una forma mortal de cáncer que suele afectar a niños menores de un año. En un estudio publicado en Nanoscale, los investigadores descubrieron que unir curcumina a nanopartículas ayuda a atacar las células de neuroblastoma que se han vuelto resistentes al tratamiento.
Es importante señalar que los estudios sólo se han llevado a cabo con ratones, y aún no se han realizado ensayos en humanos. Dado que la curcumina tiene una baja biodisponibilidad, su potencial en el tratamiento del cáncer en humanos es limitado sin el uso de un enfoque novedoso.
Curcumina y resistencia a la quimioterapia
Aunque la curcumina tiene muchas propiedades anticancerígenas, el organismo la metaboliza muy rápidamente. Los investigadores han pedido más ensayos y estudios clínicos para determinar si tiene beneficios terapéuticos en humanos, potencialmente en combinación con otras formas de tratamiento.
Un estudio examinó si la curcumina podría tener beneficios cuando se combina con la quimioterapia tradicional para tratar el cáncer de páncreas. Este estudio, publicado en Carcinogenesis, investigó si la sustancia química podría superar la quimiorresistencia, un problema habitual en el tratamiento del adenocarcinoma ductal pancreático (PDAC).
Se sospecha que las células madre cancerosas son las culpables de la resistencia a la quimioterapia en el tratamiento del PDAC, ya que estudios anteriores han descubierto que estas células madre pueden escapar a los fármacos quimioterapéuticos. Se cree que estas células madre son la causa principal de la metástasis.
La investigación indica que la curcumina puede ser capaz de bloquear la quimiorresistencia, posiblemente debido a una subunidad de un grupo de proteínas polycomb que son importantes en el mantenimiento de las células madre. El estudio descubrió que la curcumina bloquea la vía de una subunidad llamada EZH2, haciendo que las células sean más receptivas a la quimioterapia.
Curcumina y salud de la piel
Estudios de laboratorio han descubierto que la curcumina tiene propiedades antibacterianas, antifúngicas, antivirales y antiinflamatorias, todas ellas beneficiosas para la salud de la piel. Como antioxidante, la curcumina puede ayudar a proteger la piel de los daños causados por los radicales libres, al tiempo que favorece los procesos inflamatorios. La curcumina es también un modulador de las enzimas de desintoxicación de fase II, que son necesarias para los procesos normales de desintoxicación del organismo y para proteger contra el estrés oxidativo.
Algunas investigaciones indican que la curcumina puede ser beneficiosa para afecciones cutáneas comunes como la psoriasis y la esclerodermia. La psoriasis es una enfermedad cutánea frecuente que puede afectar a la calidad de vida y aumentar el riesgo de problemas cardiacos. Los tratamientos actuales de la psoriasis llevan tiempo y su uso crónico puede dañar los órganos. Se ha descubierto que la curcumina inhibe las vías inmunitarias responsables de la psoriasis, incluida la señalización celular que aumenta la inflamación y el crecimiento celular anormal.
Beneficios de la curcumina: Estudios sobre el Alzheimer
La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa progresiva y a menudo mortal, y la forma más común de demencia. El Alzheimer provoca un deterioro cognitivo progresivo y se estima que afecta a entre el 5 y el 6 por ciento de las personas mayores de 60 años. Decenas de estudios han investigado si la curcumina puede ofrecer protección contra el Alzheimer. La cocina india suele ser muy rica en cúrcuma, y por tanto en curcumina, y el país tiene una prevalencia de Alzheimer mucho menor; 4,4 veces menos que Estados Unidos.
Un estudio sobre la curcumina descubrió que las personas que comen curry al menos de vez en cuando obtienen mejores resultados en una prueba estándar de la función cognitiva que las que nunca comen curry. Se cree que la curcumina puede ser prometedora porque puede actuar sobre las tres vías por las que la enfermedad de Alzheimer degrada las células nerviosas: la inflamación, el daño oxidativo y la formación de placas beta-amiloides.
Un estudio de la UCLA publicado en el Journal of Alzheimer’s Disease descubrió que la curcumina puede ayudar a los macrófagos, o “devoradores de células” del organismo, a eliminar las placas amiloides que se encuentran en la enfermedad de Alzheimer. La curcumina también posee propiedades antioxidantes y ayuda a mantener sanos los procesos inflamatorios celulares. La enfermedad de Alzheimer degrada las células nerviosas a través de la inflamación crónica.