Algunos profesionales de la salud creen que una hormona poco conocida pero importante puede estar relacionada con la estacionalidad del sexo. En este breve artículo, analizaremos cómo las diferentes estaciones y las condiciones climáticas pueden afectar a la libido y al deseo sexual, si puede haber una causa biológica para la disminución de la libido y las tasas de fertilidad durante determinadas estaciones del año y cómo la hormona kisspeptina puede desempeñar un papel importante en este debate.
La estacionalidad del sexo
Durante mucho tiempo se ha sospechado que las estaciones del año y el clima pueden influir en el deseo de mantener relaciones sexuales. En algunos casos, los factores ambientales parecen estar en juego. Por ejemplo, un clima excesivamente cálido o frío puede apagar los deseos románticos de algunas personas. Las temperaturas que podrían inducir a la sudoración pueden reducir la libido en algunas personas, mientras que las condiciones excesivamente frías también pueden hacer que el cuerpo no pueda o no quiera participar en un encuentro sexual.
En otras circunstancias, ciertos trastornos mentales o emocionales que afectan a la libido pueden estar relacionados con determinadas estaciones del año. Un trastorno mental diagnosticable llamado Trastorno Afectivo Estacional (TAE) puede tener un profundo impacto en los deseos románticos de una persona. Los afectados por este trastorno sufren una forma de depresión que aparece cuando se cambia de una estación a otra.
En muchos casos, el TAE se precipita con el cambio del otoño al invierno. Los profesionales de la salud mental sugieren que las condiciones de frío, oscuridad, nieve y hielo que suelen darse durante el invierno afectan a algunas personas hasta tal punto que su mentalidad se altera y pierden el interés por realizar actividades que suelen disfrutar en otras épocas, como el sexo.
Además, los medicamentos que suelen recetarse para tratar el TAE y algunos otros tipos de depresión también pueden inhibir la libido. Las personas bajo la influencia tanto de la enfermedad como de los efectos secundarios de los fármacos pueden experimentar manifestaciones de disminución de la libido más significativas que otras.
¿Podría la hormona kisspeptina estar detrás de la estacionalidad del sexo?
Ciertos miembros de la comunidad médica creen que una hormona conocida como kisspeptina puede ejercer una gran influencia sobre la estacionalidad del sexo. Conocida científicamente como metastina, la kisspeptina es una hormona producida y secretada por el hipotálamo. Entre los beneficios biológicos de la kisspeptina se encuentra su capacidad para suprimir la propagación de las células cancerosas (metástasis).
En lo que respecta a la función sexual y los equilibrios hormonales de una persona, la kisspeptina es responsable de ayudar a la producción corporal de neurotransmisores (células cerebrales) que liberan otras hormonas vitales para la producción de las principales hormonas sexuales y reproductivas, como la testosterona y el estradiol. Sin kisspeptina, el cuerpo experimentaría un sinfín de dificultades para crear y segregar estas sustancias críticas.
Posible influencia de la kisspeptina en la libido y la fertilidad
Un estudio realizado en 2006 por investigadores de la Universidad de Indiana y de la Universidad de California en Berkeley estudió cómo influye esta hormona en la capacidad reproductora y el deseo sexual de los hámsters siberianos durante el invierno, cuando hay menos luz diurna y disminuyen las temperaturas exteriores.
Los examinadores separaron a los sujetos en dos grupos de estudio. El primer grupo de animales se alojó en recintos que imitaban las condiciones del verano, con largos periodos de luz diurna. El otro grupo se mantuvo en un entorno similar al invierno, con periodos de luz mucho más cortos. Además, aproximadamente a los dos meses del experimento, a cada sujeto se le inyectó una dosis de kisspeptina. Una vez finalizado el periodo de estudio, los investigadores examinaron varios factores biológicos en todos los animales, como las concentraciones sanguíneas de hormonas reproductivas vitales, la vitalidad de sus sistemas reproductivos y la cantidad de células cerebrales que contenían kisspeptina.
Los científicos concluyeron que los animales recluidos en condiciones invernales experimentaban un descenso significativo de la kisspeptina en regiones cerebrales cruciales para la estimulación de la libido y la función reproductora, frente a los sujetos alojados en recintos que imitaban el clima estival. Dicho esto, los sujetos expuestos a condiciones invernales seguían respondiendo positivamente a la kisspeptina cuando se les inyectaba la sustancia.
Los investigadores del estudio opinan que tales hallazgos podrían indicar que la kisspeptina parece tener la capacidad de ejercer una influencia significativa sobre la salud sexual y reproductiva.
Estos mismos investigadores añadieron que los estudios realizados en personas sugieren que se sabe que los individuos con deficiencias de kisspeptina experimentan problemas reproductivos. Dicho esto, a pesar de los resultados producidos por los hámsters, no pueden afirmar definitivamente que la kisspeptina pueda relacionarse automáticamente con incidentes estacionales de disminución de la libido y problemas reproductivos en sujetos humanos.
¿Cómo superar los problemas estacionales de libido o fertilidad?
Las personas que experimentan estos problemas estacionales relacionados con la libido o la fertilidad pueden aliviar o, posiblemente, eliminar las manifestaciones sexuales o reproductivas realizando actividades como exponerse más a la luz solar, mantener un horario de sueño adecuado, hacer ejercicio, consumir una dieta equilibrada, explorar los suplementos naturales que pueden ayudar a aumentar la libido y revisar los medicamentos que están tomando.
En algunos casos, los problemas sexuales o reproductivos pueden deberse a una causa médica subyacente más grave. Las personas que experimentan problemas estacionales de libido o reproductivos podrían considerar la posibilidad de someterse a una evaluación por parte de su médico, que puede diagnosticar la causa exacta y prescribir el tratamiento adecuado.