Dado que las cardiopatías son una causa de muerte tan frecuente, que se cobra una vida cada 37 segundos, encontrar tratamientos más eficaces es una de las principales preocupaciones de la comunidad médica. Una nueva investigación ha permitido descubrir que los ácidos grasos omega-3 del aceite de pescado pueden ser un tratamiento suplementario eficaz para reducir el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares al disminuir los niveles de triglicéridos, o células grasas, en la sangre. Como resultado de esta investigación, la FDA ha aprobado recientemente un nuevo medicamento a base de aceite de pescado que actúa manteniendo bajo control los niveles de triglicéridos como tratamiento complementario de las cardiopatías. Al aprobar el nuevo fármaco, la FDA especificó que es especialmente eficaz en adultos con triglicéridos elevados, o niveles superiores a 150 miligramos por decilitro.
La FDA aprueba un fármaco de aceite de pescado para reducir el riesgo de cardiopatías
El nuevo medicamento a base de aceite de pescado, llamado Vascepa, contiene un potente ácido graso omega-3 llamado ácido eicosapentaenoico (EPA, por sus siglas en inglés). Aunque este compuesto se encuentra de forma natural en el aceite de pescado, la FDA aconseja que, para obtener la máxima eficacia, sólo se prescriba a pacientes con niveles de triglicéridos excepcionalmente altos y que se utilice junto con otros tratamientos destinados a reducir el riesgo de sufrir un accidente cardiovascular. Además, se advierte a los pacientes que vigilen de cerca sus niveles de colesterol mientras toman Vascepa.
Aunque se desconoce el mecanismo exacto por el que el fármaco actúa para reducir los niveles de triglicéridos, investigaciones exhaustivas han concluido que es eficaz. Cuando se toma como parte de un plan de tratamiento global, el fármaco a base de aceite de pescado disminuye la cantidad de triglicéridos en la sangre, lo que reduce el riesgo de acumulación de células grasas. A medida que aumenta el número de células adiposas en la sangre, las arterias se vuelven más rígidas y estrechas e impiden el flujo sanguíneo. Como consecuencia, aumenta el riesgo de sufrir un infarto de miocardio o un ictus. Al mantener bajos los triglicéridos, Vascepa reduce los riesgos de que se produzca esta cadena de acontecimientos.
En un ensayo clínico reciente, los investigadores seleccionaron un grupo de 8.179 adultos de 45 años o más. Cada sujeto presentaba problemas cardiacos, cardiovasculares o metabólicos previos. Los sujetos elegidos para el ensayo también presentaban riesgos adicionales de enfermedad cardiovascular. Se observó que los sujetos a los que se administró el fármaco presentaban un riesgo menor de sufrir un episodio cardiovascular que los que no lo tomaron. Aunque los problemas cardiovasculares se redujeron en un 33% para los que tomaron el fármaco, también se descubrió que las personas con antecedentes de fibrilación auricular tenían un mayor riesgo de sufrir esos acontecimientos. Además, se observó que las personas alérgicas al pescado o al marisco debían tomar el fármaco sólo bajo la estrecha supervisión de sus médicos.
Los beneficios para la salud de los ácidos grasos omega-3
El corazón no es el único órgano que se beneficia de un consumo regular de ácidos grasos omega-3. De hecho, los omega-3 tienen un efecto tan potente sobre el cerebro y el sistema nervioso que pueden utilizarse para incidir en los síntomas de la esclerosis múltiple. En otros estudios, una dieta baja en grasas basada en el pescado azul ha demostrado ser eficaz para reducir los riesgos de desarrollar cáncer de colon y de próstata.
Consumir más alimentos ricos en omega-3 también puede invertir la aparición de la depresión posparto, según otro estudio. Los investigadores que participaron en ese proyecto recomiendan comer pescado rico en aceites omega-3 al menos dos veces por semana. Además, las proteínas y los minerales que se encuentran en el pescado pueden ser beneficiosos para nuestra salud.
El aumento de la ingesta de ácidos grasos omega-3 puede reportar una serie de beneficios para la salud cognitiva y emocional. Un estudio realizado con niños descubrió que consumir más pescado a la semana mejoraba los problemas de comportamiento asociados al TDAH. En otro proyecto de investigación, se descubrió que el recuerdo de la memoria mejoraba en adultos jóvenes, aunque los investigadores no pudieron comprobar que la exposición a los omega-3 ayudara a prevenir el deterioro cognitivo en años posteriores. El consumo regular de alimentos ricos en omega-3 también puede reducir los riesgos de desarrollar la enfermedad de Alzheimer, disminuir la frecuencia de los ataques epilépticos, prevenir la pérdida de visión relacionada con la edad y puede reducir el riesgo de psicosis.
¿Cuáles son las mejores fuentes de ácidos grasos omega-3?
Si no se come mucho pescado, obtener ácidos grasos omega-3 a través de suplementos vitamínicos es una alternativa cómoda. Aunque tomar un suplemento además de comer una cantidad saludable de pescado no parecía aumentar los beneficios para la salud cardiovascular, los riesgos de cáncer y otras afecciones médicas, elegir uno u otro sí aportaba esos beneficios. En cualquier caso, añadir más omega-3 a la dieta no eliminará por completo estos riesgos para la salud, pero los reducirá.
Además de tomar un suplemento de aceite de pescado o comer más pescado azul, hay otras formas naturales de obtener más omega-3. Este compuesto también se encuentra en el lino, el cáñamo, el aceite de perilla, las semillas de chía y la espirulina. Este compuesto también se encuentra en el lino, las semillas de cáñamo, el aceite de perilla, las semillas de chía y la espirulina. Aunque las verduras de hoja verde oscura, incluida la albahaca fresca, también tienen ácidos grasos omega-3, su contenido es inferior al del pescado azul fresco de captura silvestre. Para obtener las mayores concentraciones de ácidos grasos omega-3, consuma más sardinas, arenque, anchoas, trucha, caballa y salmón. Para obtener los máximos beneficios para la salud, se recomiendan de dos a tres raciones por semana.
Aunque comer más marisco es beneficioso, hay que tener en cuenta el tipo de marisco que se consume. Los pescados más grandes, como la caballa real, el tiburón, el blanquillo o el pez espada, tendrán mayores concentraciones de mercurio, por lo que los niños y las mujeres embarazadas deben tener especial cuidado al comerlos. Para obtener un buen suministro de aceite de pescado saludable sin aumentar la exposición al mercurio, limítese al atún claro en conserva, el bagre, el abadejo y el salmón.