¿Ha hablado alguna vez de tener un “sentimiento visceral” sobre algo? El intestino, y en particular las bacterias que viven en él, pueden ser más importantes para la salud de lo que la mayoría de la gente cree. Últimamente se ha escrito mucho sobre los probióticos y su impacto en la salud. Una sorprendente variedad de enfermedades, desde la depresión hasta ciertos tipos de cáncer, se han relacionado con desequilibrios de las bacterias gastrointestinales. Según varios estudios recientes sobre la influencia de la flora intestinal en las alergias, las bacterias de nuestro intestino pueden incluso tener un efecto considerable en nuestro sistema inmunitario.
La importancia de una flora intestinal sana
Nuestro tracto gastrointestinal está lleno de millones de bacterias. Estas bacterias desempeñan un papel fundamental en la digestión, descomponiendo los alimentos en trozos lo suficientemente pequeños para que puedan ser absorbidos. También parecen ser importantes para mantener una barrera entre el interior de nuestros intestinos y el resto de nuestro cuerpo, protegiéndonos contra infecciones y enfermedades graves. Un desequilibrio de estas bacterias intestinales puede causar trastornos gastrointestinales y contribuir a una amplia gama de enfermedades.
Esto puede no ser una buena noticia para muchos occidentales y personas que viven en países industrializados. La dieta occidental, pobre en fibra y alimentos ricos en bacterias saludables, no favorece un microbioma sano. Por ello, cada vez más personas empiezan a tomar suplementos probióticos y prebióticos, que son tipos de fibra que alimentan la flora intestinal sana. ¿Qué importancia puede tener un suplemento probiótico para la salud de todo el organismo? Según nuevas investigaciones, mantener el tracto gastrointestinal (GI) poblado de bacterias sanas puede incluso influir en el sistema inmunitario y en las probabilidades de desarrollar alergias.
Cómo la flora intestinal influye en las alergias
Las alergias son un problema creciente en Estados Unidos. De hecho, las tasas han aumentado alrededor de un 50% en menos de dos décadas. Según los estudios, esto puede deberse a las bajas cantidades de bacterias de la especie Clostridia. En un estudio concreto, ratones criados en un entorno estéril y a los que se administraron antibióticos para garantizar la ausencia de flora intestinal fueron expuestos a alérgenos para evaluar su respuesta. Estos ratones presentaron un fuerte aumento de las reacciones alérgicas en comparación con los que tenían un tracto gastrointestinal sano. Se introdujeron distintos tipos de bacterias para evaluar cómo afectaban a su sistema inmunitario. Los que fueron expuestos a la bacteria Clostridia experimentaron un descenso de las alergias.
Del mismo modo, se ha demostrado que los seres humanos a los que se administran productos lácteos fermentados que contienen una especie bacteriana diferente presentan una disminución de las reacciones alérgicas. De hecho, los investigadores han teorizado que pronto podremos tratar las alergias con suplementos probióticos que contengan ciertos tipos de bacterias. Parece que existe una importante interacción entre el sistema inmunitario humano y la flora gastrointestinal que recubre nuestros intestinos.
¿Son los probióticos la clave de un sistema inmunitario sano?
¿Cómo puede afectar la flora intestinal a las alergias y al sistema inmunitario? Los investigadores siguen buscando las causas profundas, pero algunos hallazgos han resuelto parte del rompecabezas. Las bacterias intestinales actúan como primera línea de defensa contra cualquier cosa peligrosa que podamos ingerir. Mantienen un entorno en el que es menos probable que los alérgenos pasen al torrente sanguíneo. Además, las bacterias sanas desplazan a las malsanas, que pueden provocar reacciones inmunitarias, inflamación e incluso aumentar las probabilidades de desarrollar cáncer de colon.
Algunas bacterias también parecen estimular la producción de IgE, la molécula inmunitaria que subyace a la anafilaxia y otras reacciones alérgicas potencialmente mortales. Otras bacterias parecen suprimir la producción de IgE. Esto puede contribuir en gran medida al aumento de las tasas de alergias alimentarias graves, así como de enfermedades autoinmunes como la enfermedad de Crohn.
Mantener el bioma gastrointestinal en buen estado de salud
Aunque todavía se está estudiando la interacción entre la flora intestinal y el sistema inmunitario, las bacterias gastrointestinales parecen ser cruciales para la salud de todo el organismo. ¿Cómo se puede mantener una flora intestinal sana? Consideremos los siguientes cambios en el estilo de vida:
- Evitar tomar antibióticos excepto cuando sea absolutamente necesario desde el punto de vista médico.
- Seguir una dieta rica en fibra, especialmente cereales integrales, verduras y frutas.
- Elegir alimentos fermentados como el yogur y el chucrut, que son ricos en bacterias saludables.
- Evitar el uso de productos antibacterianos para limpiar la casa y la oficina.
- Considerar la posibilidad de tomar un suplemento probiótico e incluso un prebiótico para seguir colonizando el intestino con las bacterias saludables que necesita.
Aunque la dieta occidental moderna no favorece un tracto gastrointestinal sano, unos cambios sencillos como éstos pueden ayudar a compensarlo. Además, estos cambios pueden ser beneficiosos para la salud en muchos otros aspectos. Actualmente no se conocen efectos secundarios de tomar suplementos probióticos o ingerir bacterias intestinales saludables.
Puede que gran parte de las enfermedades humanas no estén todas en nuestra cabeza, sino en nuestro estómago. Mantener un tracto gastrointestinal sano protegerá el organismo y ayudará a mantener una buena salud de diversas maneras. Aunque todavía queda mucho por estudiar en este campo, es muy probable que algún día podamos disponer de suplementos probióticos específicos para curar diversas afecciones incómodas y peligrosas.