En los Estados Unidos, casi 30 millones de personas padecen diabetes, un trastorno del metabolismo de la glucosa. Esta cifra crece a un ritmo alarmante, lo que la convierte en una de las enfermedades más estudiadas de nuestro tiempo. Según un nuevo estudio, la vitamina A desempeña un papel increíblemente importante en el mantenimiento de la producción de insulina. ¿Podría una relación entre la vitamina A -es decir, una deficiencia de vitamina A- y la diabetes ser en parte culpable de las crecientes tasas de esta grave enfermedad?
Diabetes e insulina
Hay dos tipos distintos de diabetes, pero ambos tienen que ver con la insulina. La insulina es una hormona que “desbloquea” las células para que puedan absorber glucosa. Esta hormona es producida por las células beta del páncreas en respuesta a la ingesta de glucosa. Sin insulina, las células empiezan a pasar hambre, ya que carecen de esta fuente de energía tan eficaz, incluso cuando se encuentra en abundancia en el torrente sanguíneo. Además, la glucosa permanece en el torrente sanguíneo, donde puede dañar tejidos delicados.
En la diabetes de tipo 1, el sistema inmunitario ataca las células beta del páncreas, de modo que no pueden producir insulina. Se trata de una afección permanente y el único tratamiento es la administración de suplementos de insulina. Por otro lado, la diabetes de tipo 2 se produce cuando el organismo desarrolla gradualmente una resistencia a la insulina. Con el tiempo, las células dejan de responder a la insulina por razones que no comprendemos del todo. Incluso cuando el cuerpo tiene altos niveles de glucosa y altos niveles de insulina, la glucosa sigue sin entrar en las células. Esta situación se denomina resistencia a la insulina.
Relación entre la vitamina A y la diabetes
Las nuevas tecnologías han permitido a los científicos observar más de cerca las células a nivel molecular. Los investigadores descubrieron que las células beta están cubiertas no sólo de receptores de glucosa, sino también de receptores de vitamina A. Cuando se bloquearon estos receptores en ratones, las células beta tuvieron dificultades para detectar y responder a niveles elevados de glucosa en sangre. A continuación, repitieron la prueba en células humanas con el mismo resultado: El bloqueo de los receptores de la vitamina A mermó la capacidad de las células beta para liberar insulina en respuesta a los niveles elevados de glucosa en sangre. Cuando se compararon las células beta de personas con diabetes de tipo 2 con las de personas sin la enfermedad, se obtuvieron los mismos resultados.
¿Qué significa esto para la salud pública? En primer lugar, obtener suficiente vitamina A es crucial para una buena función metabólica, en particular para una buena función de las células beta. En segundo lugar, una carencia de vitamina A en la infancia puede dañar de por vida las células beta del páncreas, predisponiendo al niño a futuros problemas metabólicos.
El papel de la vitamina A en el metabolismo
Éste no es el primer estudio que relaciona la vitamina A con la función de las células beta. Estudios anteriores han demostrado que este nutriente es extremadamente importante para el desarrollo de las células beta en el periodo fetal. Tener niveles bajos de vitamina A puede llegar a disminuir la función de las células beta hasta en un 30%, lo suficiente para tener un efecto drástico en los niveles de glucosa. Dado que la vitamina A interviene de forma exclusiva en la diferenciación celular, es posible que las células beta simplemente necesiten este nutriente para desarrollarse correctamente. Sin embargo, estos nuevos estudios dejan claro que la deficiencia de vitamina A puede causar una disfunción de la liberación de insulina similar a la diabetes, incluso en personas que han tenido un desarrollo normal.
Si se está luchando contra la diabetes u otro tipo de trastorno metabólico, la carencia de vitamina A puede tener parte de culpa. Otros síntomas de la carencia de vitamina A son sequedad o picor de ojos, pérdida de visión, crecimiento óseo deficiente, escaso crecimiento del cabello y deterioro del sistema inmunitario. Esta vitamina es crucial no sólo para los niños que se están desarrollando, sino también para los adultos que desean mantener un cuerpo sano. Sin embargo, muchas personas en Estados Unidos y en el mundo occidental presentan carencias de este nutriente.
Consumir suficiente vitamina A
La dosis diaria recomendada de vitamina A es de 3.000 UI para los hombres adultos y de 2.300 UI para las mujeres adultas. Algunas poblaciones, como las personas con enfermedades intestinales, pancreáticas o hepáticas, pueden necesitar mucha más cantidad. Los alimentos más ricos en vitamina A son el hígado y el pescado azul. Además, los productos lácteos están enriquecidos con vitamina A. Sin embargo, también hay muchas fuentes vegetales. Las verduras de color naranja o rojo, como las zanahorias, la calabaza naranja, los pimientos rojos y los tomates, también son fuentes generosas de esta vitamina.
A pesar de la disponibilidad de muchos alimentos ricos en vitamina A, las carencias siguen siendo frecuentes. El pescado azul y el hígado no forman parte de la dieta de la mayoría de los occidentales. Por este motivo, muchas personas se benefician de tomar un suplemento que contenga su dosis diaria recomendada de vitamina A. De este modo se garantiza que siempre se dispondrá de la cantidad de este nutriente necesaria para mantener un metabolismo sano. Aunque la vitamina A es importante para la producción de insulina y la prevención de la diabetes, también contribuye a la salud de todo el organismo de diversas maneras.
L’apport d’une grande variété de vitamines et de minéraux est essentiel au maintien d’une santé optimale. Malgré le vaste choix d’aliments sains, de nombreuses personnes ne reçoivent tout simplement pas les nutriments dont elles ont réellement besoin. Selon des recherches sur la vitamine A et le diabète, cette alimentation déficiente pourrait être l’une des raisons du taux élevé de diabète et d’autres syndromes métaboliques.