A pesar de su gran popularidad, la investigación médica ha descubierto que las bebidas energéticas dañan los vasos sanguíneos y pueden tener otros efectos adversos para la salud.
¿Qué son las bebidas energéticas?
Muchos fabricantes de bebidas energéticas sostienen que estas bebidas contienen nutrientes esenciales que se cree que mejoran el nivel de energía del consumidor, además de aumentar funciones cognitivas específicas como la memoria y la capacidad de concentración. Además, la popularidad de estos productos es bastante alta, especialmente entre los jóvenes. El Instituto Nacional de la Salud informa de que entre los adolescentes y los adultos jóvenes las bebidas energéticas ocupan el segundo lugar después de las multivitaminas en cuanto a uso como suplemento dietético.
Aunque se dice que estas bebidas contienen ciertas vitaminas y nutrientes importantes, algunos de los ingredientes que componen productos específicos podrían tener el potencial de producir efectos nocivos, especialmente si se consumen repetidamente o en dosis elevadas.
Los peligros potenciales de las bebidas deportivas
Los investigadores médicos y los profesionales de la salud preocupados por el creciente consumo de bebidas energéticas por parte del público creen, quizá erróneamente, que la mayoría de sus posibles efectos nocivos se deben al elevado contenido de azúcar y cafeína que suelen contener estos productos. Aunque el aumento de las concentraciones sistémicas de azúcar y cafeína puede reforzar los bajos niveles de energía y fuerza, estas sustancias también podrían precipitar comportamientos sociales indeseables como el aumento de la agresividad y manifestaciones de salud mental como la ansiedad y la depresión.
Dicho esto, el consumo repetido o excesivo de bebidas energéticas también puede causar problemas de salud internos importantes, incluso potencialmente mortales. Algunas personas que han ingerido estas bebidas durante un largo periodo de tiempo han experimentado dolencias como problemas digestivos relacionados con la inflamación del estómago, obesidad, fatiga crónica, problemas renales e hipertensión arterial.
Consumo de bebidas energéticas y alcohol
Dada la popularidad de las bebidas energéticas entre los adultos jóvenes, estos productos se consumen a menudo en los campus universitarios. Sin embargo, esto ha precipitado una tendencia preocupante en la que muchos jóvenes mezclan bebidas deportivas con alcohol. Algunos universitarios incurren en estas prácticas porque creen que las bebidas energéticas pueden limitar las influencias embriagadoras del alcohol y ayudarles a mantener altos niveles de energía durante mucho tiempo.
Pero este razonamiento podría entrañar importantes peligros. Los profesionales de la medicina sugieren que las personas que consumen bebidas energéticas con estos fines no se dan cuenta de que al enmascarar los efectos del alcohol no reducen realmente el impacto sistémico de la sustancia. Tales circunstancias podrían llevar a los individuos a consumir más alcohol porque no se sienten borrachos o a participar en acciones como conducir porque sus reflejos e inhibiciones siguen siendo satisfactorios. Estos comportamientos podrían precipitar incidentes de intoxicación etílica y sucesos potencialmente mortales, como accidentes de automóvil.
Las bebidas energéticas dañan los vasos sanguíneos
Investigadores representantes de la Universidad de Texas concluyeron que, para algunos individuos, el consumo de una sola bebida energética puede precipitar un grave riesgo para sus vasos sanguíneos y la ingestión de tan sólo dos bebidas energéticas al día podría llegar a precipitar problemas cardiacos.
Estos científicos estudiaron el impacto que el consumo de bebidas energéticas tenía en el sistema cardiovascular de más de 40 estudiantes de medicina. Los investigadores midieron primero la función basal de los vasos sanguíneos de los sujetos y luego indicaron a los participantes que bebieran una bebida energética de 24 onzas. Tras un intervalo de 90 minutos, los examinadores volvieron a medir la función basal de sus vasos sanguíneos y descubrieron que sus arterias experimentaban una disminución de la capacidad de dilatación y de la circulación sanguínea.
A pesar de estos inquietantes descubrimientos, los investigadores no afirman que deba suspenderse o prohibirse el consumo de bebidas energéticas. Sin embargo, muchos profesionales de la salud opinan que estos descubrimientos demuestran que es necesario seguir investigando sobre la seguridad de las bebidas energéticas.
Cómo subir el nivel de energía de forma segura y natural
Teniendo en cuenta la información anterior, no es mala idea explorar otros medios para aumentar los niveles de energía de forma segura y natural, entre los que se incluyen los siguientes:
Hacer más ejercicio
Se cree que la actividad física ayuda al organismo a liberar hormonas estimulantes de la energía y contribuye a la síntesis sistémica de oxígeno.
Modificar los hábitos alimentarios
Los niveles de energía pueden aumentarse mediante el consumo de una dieta sana y la ingesta de varias comidas pequeñas al día en lugar de tres grandes.
Mantenerse hidratado
Consumir grandes cantidades de agua es vital para aumentar y mantener los niveles de energía. La deshidratación suele provocar calambres y debilidad muscular.
Dormir con regularidad
Los profesionales sanitarios recomiendan dormir al menos entre siete y ocho horas por noche. El sueño agitado o la falta del mismo contribuyen significativamente a la disminución de los niveles de energía.
Limitar la exposición al estrés
Los periodos prolongados de estrés provocan un aumento de la concentración corporal de hormonas del estrés como el cortisol y la adrenalina. Estas sustancias pueden provocar cansancio y debilidad con el tiempo. Los profesionales de la medicina sugieren a quienes experimentan periodos de mayor tensión que se dediquen a un pasatiempo placentero siempre que el tiempo se lo permita.
Evitar malos hábitos de vida
Acciones como fumar y consumir cantidades excesivas de alcohol introducen en el organismo elementos potencialmente nocivos que pueden poner en peligro el funcionamiento de sistemas vitales y, a la larga, provocar una disminución de los niveles de energía.
Complementar la dieta con suplementos naturales
Muchos de los suplementos disponibles contienen extractos de productos naturales, como plantas o hierbas, que poseen propiedades energéticas.