Las vitaminas son esenciales para un crecimiento adecuado y una salud óptima. A pesar de ello, nuestro organismo no puede fabricarlas en absoluto o no puede fabricarlas en cantidad suficiente, por lo que tenemos que depender de la ingesta de cantidades suficientes a través de la dieta. Las vitaminas son un componente esencial de la buena salud, pero a pesar de las numerosas pruebas que avalan sus beneficios, los detractores siguen buscando formas de refutar su utilidad.
Recientemente se ha publicado una revisión que analiza más de una década de investigación y se enfrenta a los críticos con el argumento de que un subconjunto de vitaminas denominadas “vitaminas de la longevidad” prolongan la vida y pueden ayudar a prevenir enfermedades debilitantes como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y la neurodegeneración.
41 vitaminas y minerales que mejoran la salud y pueden alargar la vida
La revisión recién publicada, presentada en Proceedings of the National Academy of Sciences, fue realizada por el doctor Bruce Ames, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de California Berkeley y director del Centro de Nutrición y Metabolismo del Instituto de Investigación del Hospital Infantil de Oakland (CHORI).
En su análisis, el Dr. Ames identifica lo que él denomina “vitaminas de la longevidad”: un total de 41 compuestos -formados por 30 vitaminas y minerales esenciales conocidos, así como 11 compuestos no reconocidos actualmente como tales- que inciden directamente en los resultados de salud a largo plazo. La ingesta adecuada de estos compuestos puede prolongar la vida. El Dr. Ames cree que probablemente haya muchos más compuestos de este tipo por descubrir, pero debido a la naturaleza gradual y de largo alcance de sus efectos, se necesitan estudios a largo plazo.
Según Ames, a pesar de la importancia de estos nutrientes vitales, es probable que hasta el 70% de los estadounidenses padezcan carencias de muchos de estos compuestos, un factor que puede tener repercusiones en la salud a largo plazo. Escribe: “Dado que las deficiencias de nutrientes son muy frecuentes en Estados Unidos (y en otros lugares), una suplementación adecuada y/o una dieta mejorada podrían reducir gran parte del consiguiente riesgo de enfermedades crónicas y envejecimiento prematuro.”
Ames comentó en un comunicado de prensa: “La prevención de las enfermedades degenerativas del envejecimiento es una ciencia distinta de la curación de la enfermedad: implicará conocimientos especializados en metabolismo, nutrición, bioquímica y elementos reguladores genéticos y polimorfismos. Este enfoque es fundamental para reducir los costes médicos. Se calcula que la UE ahorraría 4.000 millones de euros sólo en osteoporosis con suplementos de vitamina D y calcio”.
“La dieta es muy importante para nuestra salud a largo plazo y este marco teórico no hace más que reforzar que hay que intentar hacer lo que te decían nuestras madres: comer verdura, comer fruta, renunciar a los refrescos azucarados y a los carbohidratos vacíos”, afirma Ames.
Un compromiso entre longevidad y supervivencia: cómo la escasez de nutrientes provoca daños a largo plazo
Según el Dr. Ames, a menudo se pasa por alto el hecho de que un gran número de enzimas de nuestro organismo, fundamentales para tareas como la prevención y reparación del daño celular oxidativo y del ADN, dependen de muchas de las mismas vitaminas y minerales esenciales que necesitamos para nuestro funcionamiento cotidiano.
Esto significa que nutrientes esenciales como los ácidos grasos omega-3 y la vitamina D son necesarios tanto para la supervivencia como para el mantenimiento. Cuando se enfrentan a una escasez de tales nutrientes, nuestros cuerpos sacrificarán la producción de enzimas de mantenimiento a largo plazo en favor de los que se requieren para la supervivencia inmediata, un modelo teórico que Ames se refiere como “teoría del triaje.“
Las compensaciones de este tipo se ponen de manifiesto en numerosos estudios publicados por el laboratorio de Ames, en los que observaron la disyuntiva entre supervivencia y mantenimiento en personas con carencias crónicas de vitamina K y selenio. Cuando el organismo tiene un nivel bajo de vitamina K y selenio, disminuye la producción de las enzimas que ayudan a limpiar las arterias en favor de las necesarias para la coagulación de la sangre. Este fenómeno está relacionado con un aumento de las tasas de mortalidad por enfermedades cardiovasculares. La investigación de Ames sugiere que las deficiencias de estos nutrientes provocan un aumento significativo del riesgo de muchas de estas enfermedades crónicas relacionadas con la edad.
Ames cuenta con una impresionante carrera de casi siete décadas y más de 500 artículos científicos publicados. El Dr. Ames es muy respetado en la comunidad científica, sobre todo por su revolucionario desarrollo de lo que se conoce como el Test de Ames, un método utilizado para predecir el potencial cancerígeno de un compuesto. Ames cree que se trata de una publicación importante porque si la Teoría del Triaje sigue cosechando pruebas que la respalden, “[Las] implicaciones para la salud pública son enormes”.
Ames declaró: “Puede que sea un trabajo teórico, pero espero que pueda añadir unos cuantos años a la vida de todos”.