Los fármacos de prescripción común aumentan el riesgo de demencia

La demencia es una enfermedad que implica pérdida de memoria, pero también afecta al pensamiento general y a la capacidad de desenvolverse en situaciones sociales. Según un nuevo estudio, algunos medicamentos de venta con receta aumentan el riesgo de demencia. Este alarmante descubrimiento sugiere que la salud de las personas mayores puede verse afectada negativamente por el uso frecuente de estos medicamentos comunes.

¿Cuáles son los síntomas de la demencia?

Common Prescription Drugs Increase Dementia Risk 2Cuando la gente oye la palabra “demencia”, la mayoría piensa automáticamente en la enfermedad de Alzheimer. El Alzheimer es, en efecto, una forma de demencia, pero en realidad hay muchos tipos diferentes. Ciertos síntomas son comunes a la mayoría de los tipos de demencia. Aunque la pérdida de memoria es un síntoma típico, experimentar problemas de memoria puede ser el resultado de cualquier número de condiciones médicas. Sólo cuando la pérdida de memoria es uno de los muchos síntomas de deterioro cognitivo indica la posibilidad de demencia.

La mayoría de las formas de demencia producen uno o más de los siguientes síntomas:

  • pérdida de memoria
  • dificultades del habla
  • deficiencias visuales y espaciales, que pueden dar lugar a extravíos
  • Deterioro de la capacidad para resolver problemas, que puede afectar al razonamiento
  • incapacidad para realizar tareas complejas
  • deterioro de la función motora y dificultades de coordinación
  • confusión y/o desorientación

Con la demencia, suele haber también cambios conductuales o emocionales. Por ejemplo, es frecuente un cambio de personalidad, así como una mayor irritabilidad. El individuo también puede empezar a sufrir depresión, ansiedad y trastornos similares. Combinados con el deterioro cognitivo, estos trastornos adicionales pueden hacer que el individuo se vuelva frecuentemente agitado y paranoico. Las alucinaciones visuales y auditivas no son infrecuentes con la aparición de la demencia.

Actualmente, no hay forma de curar la demencia. Lo mejor que se puede esperar es evitar el deterioro cognitivo y emocional durante el mayor tiempo posible. Aunque algunos medicamentos pueden ayudar, es importante cambiar el estilo de vida para controlar los síntomas de la demencia. Mantener la mente activa es especialmente importante, por lo que es necesario animar a la persona a participar en actividades sociales, jugar y dedicarse a otras aficiones.

Un nuevo estudio revela que los medicamentos recetados aumentan el riesgo de demencia

Desde hace tiempo se sospecha que los fármacos anticolinérgicos contribuyen al desarrollo de la demencia. Ahora, un nuevo estudio puede haber confirmado esa relación. Los fármacos anticolinérgicos se recetan para tratar una serie de enfermedades causadas por la sobreproducción del neurotransmisor acetilcolina. Como tales, los fármacos anticolinérgicos se prescriben para ayudar a aliviar los síntomas de una serie de afecciones diferentes, como la depresión, los problemas gastrointestinales y los ataques epilépticos.

En un reciente estudio observacional, los investigadores examinaron los historiales de los pacientes durante un periodo de una década, lo que supuso 1.095 administraciones diarias de fármacos anticolinérgicos. Su investigación descubrió que los adultos que tomaron el equivalente a tres dosis diarias de fármacos anticolinérgicos durante un periodo de tres años experimentaron un aumento de hasta el 50% en el riesgo de desarrollar demencia. Esto fue en comparación con los adultos que no tomaron ningún medicamento anticolinérgico.

Carol Coupland, una de las autoras del estudio, confirmó que los medicamentos recetados aumentan el riesgo de demencia. Señaló que los efectos parecían ser acumulativos, lo que significa que un individuo tendría que tomar los medicamentos durante un largo periodo de tiempo antes de que aumentara el riesgo de desarrollar demencia. Añadió que, aunque parecía existir una relación entre la medicación anticolinérgica y la demencia, no había pruebas de que los fármacos causaran realmente demencia. Al tratarse de un estudio observacional, la investigación no podía hacer esa distinción.

Además, la investigación sólo encontró una correlación entre determinados tipos de fármacos anticolinérgicos. El estudio de los historiales de los pacientes y su comparación con los diagnósticos de demencia mostró que no existía correlación entre los siguientes fármacos y un mayor riesgo de demencia:

  • antihistamínicos
  • relajantes musculares
  • antiespasmódicos gastrointestinales
  • antiarrítmicos
  • broncodilatadores antimuscarínicos

Hay otros fármacos anticolinérgicos que sí muestran una correlación con un mayor riesgo de demencia. El estudio aporta pruebas suficientes para impulsar nuevas investigaciones sobre la relación entre este tipo de medicamentos y los riesgos de desarrollar demencia. La profesora Coupland afirma que si se puede establecer una relación causal, esto podría indicar que hasta el 10% de los casos de demencia pueden ser consecuencia de los fármacos anticolinérgicos. La investigación también puede indicar que 20.000 de cada 200.000 diagnósticos de demencia son evitables.

Aunque pueda establecerse una relación causal, la necesidad de fármacos anticolinérgicos seguirá existiendo. Es posible que la investigación tenga que centrarse en los efectos de reducir el tamaño y la frecuencia de las dosis para determinar un nivel óptimo de tratamiento. El objetivo será tratar la enfermedad sin aumentar los riesgos de demencia.

Aumentar el estado de ánimo de forma natural puede ser la solución

Dado que la depresión y la ansiedad suelen tratarse con fármacos anticolinérgicos, es posible que los médicos empiecen pronto a buscar formas naturales de tratar a quienes padecen estas afecciones tan comunes. Encontrar formas alternativas de aumentar los niveles de serotonina en el cerebro puede ser fundamental.

La serotonina es el neurotransmisor del “bienestar” que produce el cerebro como recompensa por realizar actividades placenteras. Un prometedor estudio descubrió que al aumentar los niveles de 5-HTP y triptófano, que son compuestos asociados a la producción de serotonina, los niveles de serotonina pueden aumentar de forma similar. Ésta puede ser la mejor solución para mejorar el estado de ánimo de forma natural, ya que, a diferencia de la serotonina, el 5-HTP puede atravesar la barrera hematoencefálica. Además de esta novedosa terapia, existen otros métodos para mejorar el estado de ánimo de forma natural.

Hierba de San Juan

Aunque no está aprobada oficialmente por la FDA como tratamiento de la depresión, la hierba de San Juan puede ayudar a mejorar el estado de ánimo. Sin embargo, si está tomando algún otro tipo de medicación, como quimioterapia, anticonceptivos o medicamentos para el SIDA/VIH, consulte antes al médico. Se sabe que la hierba de San Juan interactúa con otras sustancias.

SAMe

Common Prescription Drugs Increase Dementia Risk 1Al igual que la hierba de San Juan, la S-adenosilmetionina, o SAMe, no ha sido aprobada para tratar la depresión. Aunque se necesita más investigación clínica, algunas personas encuentran que ayuda a elevar el estado de ánimo. Las personas con trastorno bipolar deben tomar este suplemento con precaución, ya que puede desencadenar episodios maníacos.

Ácidos grasos omega-3

Presente en las semillas de lino, algunos pescados y las nueces, los omega-3 pueden ser útiles para tratar la depresión, la ansiedad y los trastornos bipolares. Todavía se está investigando para confirmar la eficacia de este suplemento en el tratamiento de los trastornos del estado de ánimo, pero está claro que puede aportar diversos beneficios para la salud, como potenciar la salud cardiaca.

Puede haber otros tratamientos naturales que ayuden en el manejo de los trastornos del estado de ánimo sin aumentar los riesgos de desarrollar demencia. Antes de iniciar cualquier tratamiento nuevo, conviene consultarlo con el médico. Incluso los suplementos naturales pueden interactuar con los medicamentos que ya se estén tomando.

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