A menos que vivamos completamente fuera de este mundo, probablemente estemos familiarizados con los supuestos peligros para la salud de los teléfonos inteligentes. Aunque estos dispositivos facilitan la gestión de nuestras ajetreadas vidas y nos mantienen en contacto con nuestros seres queridos, cada vez más estudios indican que también pueden plantear riesgos para la salud, incluso cuando no se utilizan.
Los efectos de la radiación electromagnética
Incluso cuando nuestro teléfono no está en uso, sigue en contacto con las torres de telefonía móvil. Mantiene este contacto utilizando una frecuencia conocida como radiación electromagnética, lo que permite que nuestro teléfono emita su distintivo timbre en cuanto recibimos un mensaje de texto o un correo electrónico. La radiación electromagnética es muy similar a las microondas. Ha habido estudios contradictorios sobre si este tipo de radiación afecta a nuestra salud, pero investigaciones más recientes muestran que los presuntos peligros para la salud de los teléfonos inteligentes son probablemente una realidad.
¿Cuáles son exactamente estos efectos sobre la salud? Las ratas expuestas a niveles constantes de esta frecuencia de radiación desarrollan tumores cerebrales. También existen peligros específicos para los hombres que llevan móviles encima o en el bolsillo, como la infertilidad y el posible cáncer testicular. Mientras que nuestros cerebros están parcialmente protegidos por el cráneo, los órganos reproductores masculinos tienen pocas defensas contra la radiación electromagnética, que puede mutar los espermatozoides y hacerlos incapaces de fertilizar un óvulo. Esto es especialmente lamentable si tenemos en cuenta cuántos hombres guardan el móvil en el bolsillo del pantalón.
Teléfonos inteligentes y sueño
Los teléfonos inteligentes pueden afectar no sólo a nuestra salud a largo plazo, sino también a nuestra vida cotidiana. Emiten una luz azulada que es fácil de leer en casi cualquier entorno, al igual que los ordenadores y las tabletas. Sin embargo, esta luz puede afectar a nuestros ritmos circadianos y hacer más difícil conciliar el sueño que necesitamos. La luz azul tiene un efecto enorme sobre la producción de melatonina, e incluso puede llegar a desactivarla por completo. Cuando lees en tu smartphone o en otro dispositivo antes de acostarte, estás impidiendo que tu cerebro produzca la hormona que necesita para inducir el sueño. Esto es especialmente cierto en el caso de los adolescentes.
Sin embargo, la luz azul no es la única forma en que un smartphone puede interferir en el sueño. La radiación electromagnética también puede interferir en el sueño. Los niños parecen verse más afectados, ya que sus tejidos cerebrales en crecimiento absorben cuatro veces más esta radiación que los adultos. Además, los niños suelen carecer de la autodisciplina necesaria para apagar estos dispositivos e irse a dormir. Es importante que los niños se duerman en una habitación libre de televisores, tabletas y otros dispositivos que podrían tener efectos a largo plazo tanto en su ritmo circadiano como en la salud de todo su cuerpo.
Mitigar los peligros para la salud de los teléfonos inteligentes
Esta noticia puede resultar chocante para quienes siempre tienen el móvil a mano. Sin embargo, la mayoría de nosotros no podemos o no queremos renunciar por completo a nuestros dispositivos electrónicos. Los necesitamos no sólo para trabajar y gestionar el tiempo, sino también para el ocio y la diversión que tanto necesitamos. Si, a pesar de estos peligros para la salud, piensas seguir llevando tu smartphone en el bolsillo, hay algunas formas de reducir el daño potencial a tu cuerpo.
- Utilizar auriculares o altavoces. Alejar una fuente de radiación del cuerpo reduce significativamente su efecto sobre las células.
- Mantener el teléfono fuera del bolsillo del pantalón. Esconderlo en un bolso, en el escritorio o en el bolsillo de la camisa.
- No dormir con dispositivos en el dormitorio. Los teléfonos inteligentes no son las únicas fuentes de radiación; los módems inalámbricos y otros dispositivos también la emiten. Si se mantienen en otra habitación, se puede reducir enormemente la exposición.
- Si la señal es baja, hay que evitar utilizar el teléfono. Tiene que emitir más radiación para seguir estableciendo contacto.
- Limite el uso de dispositivos por parte de sus hijos. Los niños son especialmente propensos a los efectos negativos de la radiación porque sus cuerpos aún están creciendo y sus células se multiplican rápidamente.
Puede ser difícil abandonar el hábito de los teléfonos inteligentes, pero es probable que tenga un efecto beneficioso sobre nuestra salud. Hay muchas formas de reducir los peligros para la salud de los smartphones, pero la más eficaz puede ser simplemente dejarlos de lado.