Aunque muchas personas comprenden la importancia de los probióticos para un estilo de vida saludable, no se dan cuenta de que los probióticos son inútiles sin los prebióticos. Seguro que el lector se sorprenderá de cómo una dieta rica en prebióticos y probióticos puede traducirse en una mejor salud y bienestar. Aprender las diferencias entre ambos y por qué cada uno es importante será de gran ayuda para tomar mejores decisiones sobre su dieta y suplementos.
Comprender los probióticos, los prebióticos y sus diferencias
Aunque se piense que las bacterias son algo malo, también hay tipos de bacterias buenas que se instalan en el intestino. Esta microbiota intestinal vive en el interior del tracto gastrointestinal del cuerpo y forma el microbioma intestinal, un “segundo órgano” virtual que proporciona una serie de beneficios para la salud, incluyendo el apoyo a la salud inmune, la descomposición y la digestión de los alimentos y la reducción de los niveles de inflamación.
Para sobrevivir y prosperar, el microbioma intestinal necesita dos cosas de los alimentos que consume: probióticos y prebióticos. Los probióticos son microorganismos vivos beneficiosos y levaduras que están presentes en ciertos alimentos o suplementos. Estas bacterias son capaces de sobrevivir en el intestino y proporcionar una variedad de beneficios para la salud.
Por el contrario, los prebióticos son sustancias que sirven como fuente de alimento para este tipo de bacterias buenas en el tracto intestinal. Dado que el sistema digestivo no está preparado para descomponer las fibras vegetales especializadas de los prebióticos, éstos son capaces de atravesar el tracto digestivo hasta llegar al colon, donde se encuentran con las bacterias buenas. Estas bacterias “amistosas” son capaces de descomponer los prebióticos y utilizarlos como alimento para poder prosperar. En resumen, se necesita un amplio suministro de prebióticos si se quiere que los probióticos funcionen a pleno rendimiento.
Por qué los probióticos son inútiles sin los prebióticos
Una vez que se entienda cómo los prebióticos son necesarios para alimentar el crecimiento y la salud de los probióticos esenciales, se podrá comprender que los probióticos son inútiles sin los prebióticos necesarios. Además de proporcionar el alimento para estas bacterias saludables, la descomposición de los prebióticos iniciada por los probióticos es importante porque desencadena la producción de tres ácidos grasos de cadena corta (AGCC) conocidos como acetato, propionato y butirato. Aunque todos ellos actúan como fuente primaria de energía en el tracto digestivo, el butirato es el más importante de los tres.
No son pocas las formas en que el butirato puede beneficiar a la salud en general. El butirato es conocido por sus propiedades antiinflamatorias y anticancerígenas en el intestino. El butirato puede reducir el estrés oxidativo y mitigar el daño en el intestino a manos de los radicales libres. Este efecto también puede ofrecer protección al entorno intestinal para reducir el riesgo de cáncer de intestino.
El butirato se distingue por ser la principal fuente de energía para las células que recubren el intestino, conocidas como los colonocitos. Estas células necesitan el butirato para poder funcionar correctamente. Este SCFA vital también trabaja duro para proteger a las células de sustancias extrañas. Esta protección ayuda a mantener el intestino sano y libre de enfermedades.
Los niveles adecuados de butirato también ayudan a prevenir las fugas intestinales. Como el butirato suministra el combustible necesario a las células de revestimiento del intestino, favorece la salud de este revestimiento. Esta conservación disminuye el riesgo de intestino permeable, que se ha asociado a una serie de problemas de salud. Al potenciar la producción de algunas hormonas intestinales, el butirato también puede ser beneficioso para mejorar los niveles de azúcar en sangre del organismo. Este equilibrio es crucial para combatir la aparición de la diabetes de tipo 2 y la obesidad.
Los beneficios del butirato van mucho más allá de la salud física. También se ha demostrado que este ácido graso puede actuar sobre las vías neuronales relacionadas con la aparición y la progresión de una serie de enfermedades mentales. Esta lista incluye el Alzheimer, el Parkinson y el autismo, entre otras. Al reducir la incidencia de estos trastornos, el butirato puede influir positivamente en la salud y el funcionamiento del cerebro.
Cómo introducir más prebióticos en la dieta
A diferencia de los probióticos, que pueden ser más difíciles de encontrar de forma natural en sus alimentos favoritos, muchos de los alimentos nutritivos más comunes están llenos de prebióticos. Entre los alimentos que proporcionan los medios para alimentar a las bacterias amistosas del intestino se encuentran los que son ricos en fibra. Esto incluye frutas, verduras y cereales integrales. Una patata normal, por ejemplo, es una buena opción, ya que el almidón es más resistente a la digestión. También puede asegurarse de ingerir suficientes prebióticos en su dieta tomando un suplemento diario. Lo ideal es elegir un producto que contenga tanto probióticos como prebióticos para favorecer de forma óptima la flora intestinal.
Por último, también se recomienda aumentar la ingesta de fibra, ya que se ha demostrado que ayuda a aumentar la producción de butirato en el cuerpo.