En los últimos años, los científicos han descubierto una gran cantidad de información nueva sobre el papel del microbioma intestinal en la salud y el bienestar general. Esta información se está ampliando rápidamente a medida que los científicos comprenden mejor la importancia de mantener un microbioma intestinal sano para el funcionamiento del sistema inmunitario, la prevención de enfermedades, la salud cardíaca y la salud mental óptima. Nuevos datos relacionan los microbios intestinales con la fortaleza de los huesos, el estado de ánimo y el riesgo de cáncer. La dieta tiene una gran influencia en la salud del microbioma intestinal, lo que subraya la importancia crítica de una alimentación sana.
Cómo influyen los microbios intestinales en el estado de ánimo
Aunque ya se han establecido vínculos entre la microbiota intestinal y el funcionamiento del cerebro y los trastornos del estado de ánimo, un nuevo estudio sugiere otra conexión. El estudio, publicado por la Sociedad Norteamericana de Menopausia (NAMS, del inglés North American Menopause Society), encontró una relación entre la cantidad de fibra en la dieta y el riesgo de depresión en mujeres premenopáusicas. Los investigadores lo atribuyen a la relación entre la fibra dietética y la salud del microbioma intestinal, así como al papel de las interacciones intestino-cerebro en la regulación del estado de ánimo y la función cerebral.
Según el estudio, las mujeres posmenopáusicas no experimentaron tanta reducción del riesgo de depresión relacionada con la fibra dietética como las mujeres premenopáusicas. Los investigadores sugirieron que esto tiene que ver con la forma en que el estrógeno afecta al equilibrio de las bacterias intestinales, señalando la diferencia en los niveles de estrógeno entre las dos categorías de mujeres. Este estudio confirmó la importancia de unas bacterias intestinales diversas y equilibradas.
El papel de los microbios intestinales en la resistencia ósea
Varios estudios han demostrado que el microbioma intestinal desempeña un papel en la resistencia ósea. Los investigadores han descubierto que las bacterias intestinales participan en la modificación del tejido óseo, lo que influye en la resistencia ósea general. La microbiota intestinal también desempeña un papel en la regulación de la pérdida de densidad ósea a medida que disminuyen los niveles de estrógeno.
Investigadores que utilizaron ratones demostraron con trasplantes fecales que contenían bacterias filamentosas segmentadas (BFS), es decir, un microbio intestinal que descompone el hueso, que el microbioma intestinal puede afectar a la estructura y densidad ósea. El objetivo final de estas investigaciones es mejorar los tratamientos de las enfermedades y dolencias crónicas que afectan a los huesos, como la osteoporosis.
Bacterias intestinales y riesgo de cáncer
El equilibrio microbiano y un microbioma intestinal robusto y diverso son importantes para mantener a raya a los microbios indeseables. El Enterotoxigenic Bacteroides fragilis (ETBF), un microbio típicamente localizado en el colon, se ha relacionado con un mayor riesgo de cáncer de mama, así como con el cáncer de colon. En estudios en animales con ratones, la colonización de sus mamas o tejido intestinal con este microbio provocó sistemáticamente el crecimiento de células tumorales y la progresión metastásica de las mismas.
En otro interesante estudio relacionado con el cáncer, los investigadores encontraron algunas pruebas de que un microbioma intestinal sano puede contribuir a mejorar los resultados del cáncer de mama en relación con el éxito del tratamiento de quimioterapia. Se trata de un estudio muy pequeño, en el que participaron sólo 42 mujeres: 21 con cáncer de mama en fase inicial y 21 sanas. Sin embargo, los resultados han llevado a los investigadores a planificar nuevas investigaciones y estudios más amplios.
Las bacterias intestinales influyen en numerosos problemas de salud
Los científicos han relacionado la salud del microbioma intestinal con una amplia gama de condiciones de salud. Entre ellas, la diabetes de tipo 2, las enfermedades cardiovasculares y la obesidad. Algunos estudios muestran que la salud del microbioma intestinal puede incluso influir en la gravedad del impacto de Covid-19 en una persona. Las personas que tuvieron que ser hospitalizadas debido a los graves síntomas del Covid-19 eran más propensas a tener un microbioma intestinal menos saludable y un mal equilibrio entre las bacterias intestinales buenas y malas. Esto probablemente esté relacionado con el papel de las bacterias intestinales en la función del sistema inmunitario, que es esencial para combatir las enfermedades.
Nuevas investigaciones, basadas en los vínculos establecidos con el desarrollo y la función cognitiva, indican que el microbioma intestinal puede incluso desempeñar un papel importante en el ciclo sueño-vigilia, influyendo en el ritmo circadiano y en la producción de serotonina y dopamina. Parte de la influencia de las bacterias intestinales en estos procesos tiene que ver con su papel en las reacciones químicas implicadas en la producción de esas sustancias, así como su parte en las reacciones químicas que ayudan a conformar el sistema de comunicación del cerebro.
Una dieta sana es esencial para la salud intestinal
La dieta diaria es el elemento clave cuando se trata de la salud del microbioma intestinal. De hecho, los investigadores han podido relacionar microbios específicos con alimentos concretos. En el futuro, esto podría ayudar a elaborar dietas detalladas y específicas para ayudar a las personas con un alto riesgo de padecer una determinada enfermedad a reducir ese riesgo mediante la modificación de sus bacterias intestinales. La dieta occidental típica, basada con demasiada frecuencia en alimentos excesivamente procesados, tiende a ser alta en grasas y azúcares, y baja en fibra y nutrición. Esta dieta daña la diversidad de bacterias intestinales que es tan esencial para la salud y el bienestar general.
Alimente bien a su “Socio Saludable”
Las bacterias intestinales son importantes colaboradoras de nuestra salud física, bienestar mental y función cognitiva. Hay que alimentarlas -y alimentarse a sí mismo- bien para gozar de una salud óptima. Con una dieta variada y diversa, tendremos una colección diversa de bacterias intestinales. En la dieta diaria, hay que incluir alimentos reales e integrales, como muchas frutas frescas, verduras, legumbres y frijoles. Reducir el uso de alimentos altamente procesados con el objetivo de eliminarlos por completo. Tomar un suplemento de alta calidad que proporcione tanto prebióticos como probióticos también puede tener un efecto positivo en el intestino.