La prolactina es una hormona producida por la hipófisis, tanto en hombres como en mujeres. Esta hormona es más conocida por su función durante el embarazo y la lactancia, cuando sus niveles aumentan hasta 20 veces más de lo normal debido a su papel en la producción de leche materna. Las mujeres y los hombres no embarazados también producen prolactina, pero en estas situaciones la función de la hormona no se conoce tan bien. Los niveles de prolactina también fluctúan a lo largo del día, y son más altos durante el sueño, justo después de despertarse y en momentos de estrés emocional o físico.
La prolactina también se libera después del orgasmo. Algunos investigadores creen que este fenómeno es la causa del periodo refractario sexual, o periodo tras el orgasmo durante el cual es difícil o imposible excitarse de nuevo. Esto puede explicar parte de la conexión entre prolactina y libido: La prolactina puede liberarse incluso fuera de las situaciones sexuales, impidiendo la capacidad del cuerpo para excitarse más tarde.
La prolactina también se ha estudiado hasta cierto punto en animales. Algunas investigaciones sugieren que la prolactina está asociada a sentimientos de desesperación y miedo en los monos. Los investigadores descubrieron que los niveles de prolactina de los monos aumentan después de estar atrapados en una jaula. En general, se necesita más investigación en relación con esta hormona para comprender plenamente todas sus funciones tanto en animales como en humanos.
Prolactina alta y libido
La prolactina superior a la media, también llamada hiperprolactinemia, suele disminuir el deseo sexual. Según Alan Wein, jefe de la División de Urología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pensilvania, la hiperprolactinemia es responsable de algunos casos de infertilidad masculina y disfunción eréctil. Esto puede deberse a que la prolactina puede disminuir los niveles de hormonas sexuales como la testosterona en los hombres y el estrógeno en las mujeres. Estas hormonas sexuales desempeñan un papel importante en el mantenimiento de una libido sana.
Las causas de los niveles elevados de prolactina no se conocen del todo, pero los investigadores han podido señalar como posibles causas determinados fármacos, tumores hipofisarios, enfermedad hipotiroidea y carencia de vitamina B6. La carencia de vitamina B6 puede tratarse y prevenirse consumiendo una dieta rica en esta vitamina, como patatas, plátanos, salmón, espinacas y pollo. También se cree que consumir mucho zinc reduce los niveles de prolactina. Algunos ejemplos de alimentos ricos en zinc son el marisco, la ternera, las alubias y el pavo.
Efectos de la prolactina baja
Los niveles bajos de prolactina también pueden provocar una disminución de la libido. Un estudio publicado en la revista Journal of Sexual Medicine demostró que existe una relación. En el estudio participaron casi 3.000 hombres de entre 40 y 79 años. Los investigadores midieron los niveles hormonales, el IMC, el colesterol y el azúcar en sangre de los participantes. Los hombres también respondieron a preguntas sobre su salud, estilo de vida y libido. Los investigadores descubrieron que los hombres con niveles de prolactina inferiores a la media eran más propensos a tener un IMC elevado, niveles altos de azúcar en sangre, más síntomas de depresión y peor salud sexual.
Los investigadores afirman que el estudio no demuestra una relación directa de causa-efecto entre la prolactina y la libido, sino más bien una asociación que requiere más investigación para ser plenamente comprendida. Un nivel bajo de prolactina puede causar directamente una libido baja, un nivel bajo de prolactina puede ser un síntoma de otra causa de libido baja, o un nivel bajo de prolactina y un menor deseo sexual pueden deberse a un estado general de salud deficiente.
Como se cree que la prolactina se libera después del orgasmo, una solución sencilla para los niveles bajos de prolactina es tener orgasmos con más frecuencia. Sin embargo, esto solo es válido para el sexo en pareja; se ha descubierto que el orgasmo de la masturbación libera poca o ninguna prolactina.
Si sospecha que puede tener niveles anormalmente altos o anormalmente bajos de prolactina, su médico puede hacerle un análisis de sangre. Si los niveles de prolactina son anormales, es posible que el médico desee comprobar la hipófisis y la función tiroidea.