Consumir azúcar como fuente de energía no sólo no es saludable, sino que puede ser francamente peligroso. Obtenga más información sobre los peligros potenciales de consumir demasiada azúcar, incluidas las populares bebidas energéticas y deportivas, y algunos consejos sobre los métodos naturales para aumentar la energía que puede emplear.
El azúcar como fuente energética
Durante algún tiempo, las personas que experimentan fatiga han empleado productos cargados de azúcar como medio para reponer sus niveles de energía. El organismo sintetiza fácilmente el azúcar contenido en estos alimentos y bebidas individuales en glucosa. La absorción sistémica de glucosa precipita un fuerte aumento de la fuerza de las células del organismo. Este proceso conduce a un rápido, a menudo significativo aumento de los niveles generales de energía. A veces, las personas afectadas por la fatiga notan un rápido cambio de fuerza y vitalidad tan pronto como 10 o 15 minutos después de consumir un producto con una cantidad perceptible de azúcar.
Peligros potenciales del empleo del azúcar como fuente de energía
Las personas con agendas exigentes no quieren verse agobiadas por el cansancio del mediodía. Bebidas como los refrescos y las bebidas energéticas azucaradas contienen elevadas concentraciones de azúcar y suelen proporcionar un rápido “levantón”, lo que las convierte en opciones atractivas para aumentar la energía rápidamente. Sin embargo, los nutricionistas y los profesionales médicos advierten de que estos productos pueden provocar riesgos para la salud a corto y largo plazo.
Se ha demostrado que, a corto plazo, el azúcar puede proporcionar una fuente de energía rápida y necesaria. Desgraciadamente, estas explosiones sólo duran un tiempo limitado. La rápida infusión de energía que proporciona la ingesta de azúcar se conoce a veces como “subidón de azúcar”. Una vez que el cuerpo ha completado el proceso de sintetizar la glucosa y otras sustancias químicas basadas en el azúcar, los niveles de energía descienden precipitadamente en lo que se conoce como “bajón de azúcar”.
Las investigaciones científicas realizadas demuestran que, a largo plazo, el consumo repetido o excesivo de bebidas azucaradas puede tener efectos graves y potencialmente mortales, entre los que se incluyen:
Enfermedades cardíacas
Muchas bebidas azucaradas y energéticas tienen un alto contenido calórico. Estas calorías suelen denominarse calorías vacías porque no aportan ningún valor nutritivo real al organismo y pueden precipitar problemas como la acumulación de grasa corporal y el aumento de peso. El aumento de peso puede ser precursor de problemas cardiacos y circulatorios.
Además, se cree que el aumento del consumo de azúcar también precipita la inflamación. La inflamación que se produce en el interior de los vasos sanguíneos que rodean el corazón podría aumentar el riesgo de infarto.
Daños óseos
La ingestión crónica de bebidas con alto contenido en azúcar también podría precipitar diversos males óseos. Bebidas como los refrescos contienen elevadas concentraciones de fosfato, que según algunos miembros de la comunidad científica puede debilitar los huesos.
Cáncer
Una mayor ingesta de azúcar estimula una mayor producción y liberación de insulina por parte del páncreas. Algunos profesionales médicos sugieren que el aumento de la producción de insulina precipita la formación de hormonas que pueden estar relacionadas con malformaciones celulares que, a la larga, pueden dar lugar al desarrollo de ciertos tipos de cáncer.
Toxicidad hepática
Se cree que el consumo excesivo de azúcar podría causar daños hepáticos similares a los que puede provocar el consumo excesivo de alcohol.
Disminución de la función cognitiva
Los estudios realizados sugieren que un exceso de azúcar podría precipitar el envejecimiento prematuro de las células cerebrales. Este proceso puede provocar problemas cognitivos como pérdida de memoria y dificultades de concentración.
¿Son mejores los refrescos light?
Algunos podrían creer que consumir refrescos light (refrescos sin azúcar natural) podría ofrecer una opción más saludable. Pero, por desgracia, un importante estudio reciente ha descubierto que el aspartamo (la sustancia sustitutiva del azúcar utilizada para dar a los refrescos light un sabor dulce) es un producto potencialmente peligroso relacionado con diversos problemas de salud graves, como dolencias cardiovasculares, diabetes y trastornos convulsivos.
Opciones naturales para aumentar la energía
Teniendo en cuenta estos hechos aleccionadores, es posible que algunas personas deseen practicar métodos más naturales y saludables para aumentar la energía, como:
Mantener una hidratación adecuada
Muchos profesionales de la salud creen que la deshidratación es una de las razones más comunes por las que las personas experimentan bajos niveles de energía. Este problema potencialmente grave puede evitarse bebiendo agua con regularidad.
Descansar debidamente
A menudo, la falta de sueño contribuye a la fatiga. Las personas pueden dormir más y mejor practicando técnicas como evitar el consumo de alimentos o bebidas con cafeína por la noche y mantener un ciclo continuo de sueño y vigilia.
Hacer ejercicio regularmente
La actividad física aumenta los niveles de energía al ayudar al organismo a utilizar los nutrientes de forma más eficiente y mediante la liberación de hormonas que aumentan la energía.
Complementar la dieta con suplementos nutricionales
Existen numerosos nutrientes dietéticos que poseen capacidades para aumentar la energía. Muchas de estas sustancias pueden encontrarse en forma de suplementos de un solo ingrediente o en preparados de varios ingredientes que suelen obtenerse a través de minoristas de suplementos nutricionales o en línea.
Reducir el estrés
La ansiedad y la tensión acaban con la energía muy rápidamente. Muchos médicos sugieren que los niveles de energía pueden restablecerse practicando cualquier tipo de técnica para aliviar el estrés o participando en un pasatiempo relajante.
Exponerse a la luz del sol
La luminosidad y el calor que irradia la luz solar pueden proporcionar a las personas fatigadas un subidón de energía. Los médicos sugieren que tan solo 15 o 20 minutos de exposición directa a la luz solar pueden mejorar el estado de ánimo y, por tanto, los niveles de energía.