Hay una serie de superfrutas que no deben faltar en su dieta, ya que favorecen la buena salud. Además de las frutas y verduras más conocidas, como el aguacate, la col rizada, la remolacha y la granada, hay otras menos conocidas que se han popularizado recientemente. Entre ellas se encuentra la acerola, una especie vegetal de la familia de las malváceas originaria de Sudamérica y Centroamérica.
La vitamina C de la acerola alarga la vida
La acerola está considerada un auténtico “superalimento“. Como la fruta recuerda mucho a las cerezas, también se la conoce como cereza acerola o cereza de Barbado. Sin embargo, el sabor de la fruta no es dulce, sino muy ácido, por lo que suele consumirse junto con azúcar. La planta ha recibido mucha atención en los últimos tiempos por sus valiosos ingredientes, como la vitamina C (ácido ascórbico) y otros fitonutrientes como ácidos fenólicos, flavonoides, antocianinas y carotenoides. Y: Está considerada la tercera mejor fuente de vitamina C del mundo. La vitamina C no sólo es esencial para una buena salud, sino que también puede prolongar la vida. Las investigaciones han demostrado que tan sólo 800 mg de vitamina C al día pueden prolongar la vida unos seis años.
Varias opciones de tratamiento
Estudios recientes han examinado los compuestos bioactivos individuales y las actividades biológicas de la fruta y sus extractos. Como una de las fuentes naturales más ricas en ácido ascórbico, existen en el mercado mundial varios productos de valor añadido y suplementos de vitamina C derivados de la acerola. También se han explorado múltiples herramientas y técnicas de procesado para desarrollar productos de valor añadido adecuados a partir de la acerola. Las cerezas frescas de acerola sólo se encuentran en zonas subtropicales, pero la planta también puede consumirse en otras formas. Las cerezas de acerola se convierten en fruta desecada o zumo, pero también pueden tomarse en polvo como suplemento dietético.
Protege contra las enfermedades cardiovasculares y el cáncer
Muchas investigaciones consideran la acerola un alimento funcional porque su pulpa tiene una gran actividad antioxidante y un alto contenido fenólico, de ahí que se consuma para prevenir enfermedades o como coadyuvante en estrategias de tratamiento. La acerola presenta propiedades complejas e interactúa con los organismos biológicos de diversas maneras. Dado que la planta tiene propiedades antibacterianas, antiinflamatorias, antivirales y antioxidantes, puede proteger contra las enfermedades cardiovasculares y el cáncer, entre otras.
El hierro desempeña un papel esencial en el metabolismo, ya que interviene en el transporte de oxígeno y en las enzimas que metabolizan los xenobióticos. Sin embargo, la exposición a cantidades excesivas de hierro puede dañar células y órganos porque el metal interviene en reacciones que producen especies reactivas del oxígeno (ROS). Las consecuencias son enfermedades graves como la diabetes, el cáncer, los infartos de miocardio y los derrames cerebrales. Las investigaciones han descubierto que el zumo de cerezas acerola maduras o inmaduras tiene efectos protectores.
En el tratamiento del cáncer se suelen utilizar fármacos que provocan cambios en el ADN. De este modo, las células sanas pueden convertirse en células tumorales. Los estudios han demostrado que el zumo de acerola previene la carcinogénesis y que la pulpa de la planta protege contra el estrés oxidativo causado por la radiación ionizante.
Acerola contra la tristemente célebre resaca
Una combinación de extractos vegetales de frutas, hojas y raíces puede ayudar a aliviar los síntomas de la resaca, según muestra un estudio publicado en BMJ Nutrition Prevention & Health. Se han recomendado varios remedios naturales para aliviar los síntomas de la resaca, pero aún no hay pruebas científicas sólidas que respalden su uso. Para contrarrestarlo, los investigadores evaluaron el potencial de ciertos extractos de plantas, vitaminas y minerales, y compuestos antioxidantes para aliviar una serie de síntomas físicos y psicológicos reconocidos asociados al consumo de alcohol. Entre ellas se encontraban la cereza acerola, el higo chumbo, el ginkgo biloba, el sauce y la raíz de jengibre, entre otras.
Se dividió a los sujetos en tres grupos y se les administró un suplemento dietético hidrosoluble aromatizado tras el consumo de alcohol. El primer grupo recibió un suplemento dietético que contenía extractos de plantas, vitaminas y minerales, y compuestos antioxidantes adicionales: glucósidos de esteviol e inulina. El segundo grupo recibió un suplemento dietético sin los extractos vegetales, mientras que el tercero sólo recibió glucosa (placebo). El resultado: En comparación con el suplemento sólo de glucosa, los que tomaron el suplemento completo de extractos de plantas, minerales/vitaminas y antioxidantes manifestaron síntomas menos graves. La intensidad media del dolor de cabeza se redujo en un 34%, las náuseas en un 42%, la sensación de indiferencia en una media del 27% y la inquietud en un 41%.
Conclusión
Diversas investigaciones demuestran que la acerola tiene un gran potencial curativo y ayuda a tratar o prevenir enfermedades de forma eficaz. Al comprar un producto, es importante prestar atención a la calidad y los ingredientes. El polvo de alta calidad, por ejemplo, no contiene azúcar, edulcorantes ni conservantes. Las dosis recomendadas oscilan entre 1 g de acerola en polvo o 10 g de cerezas de acerola al día. Es aconsejable consultar a un médico antes de tomarlo.