Trastorno afectivo estacional: Cómo vencer la tristeza invernal

Muchas personas sufren el trastorno afectivo estacional (TAE) sin darse cuenta. Es posible que alguna vez hayamos sentido un poco de melancolía invernal, pero que nos hayamos recuperado rápidamente con unas vacaciones en algún lugar soleado. Otros viven todo el otoño y el invierno con un caso leve de “depresión invernal” sin darse cuenta de que esto puede tener un efecto en su salud física. Sin embargo, para muchas personas, la depresión invernal es un problema de salud generalizado. No sólo padecen un caso grave de melancolía, sino también una depresión persistente y otros problemas de salud física y mental.

¿Qué es el trastorno afectivo estacional?

Muchas personas de Norteamérica y el norte de Europa padecen el trastorno afectivo estacional, también conocido como TAE, sin ni siquiera saberlo. La falta de luz solar puede afectar a nuestras vidas de diversas maneras. Según algunos investigadores, muchas personas sienten los efectos de los bajos niveles de luz. Mientras que algunas sienten los síntomas clásicos de la depresión, otras experimentan el trastorno afectivo estacional de forma diferente. Pueden sentirse más cansados y fatigados, más ansiosos o incluso ser más propensos a enfermedades contagiosas.

No recibir suficiente luz solar en otoño e invierno puede afectar a nuestra salud de diversas maneras. Muchas personas se sienten más fatigadas en invierno y se cansan con más facilidad. Otras tienen más apetito, lo que provoca un aumento de peso, o incluso son más propensas a contraer enfermedades contagiosas como resfriados y gripes. La salud humana depende de tener un ritmo circadiano equilibrado, y tener un ritmo circadiano equilibrado depende de tener niveles sanos y adecuados de melatonina.

La luz solar y la salud humana

Aunque no nos demos cuenta, el sol afecta a nuestra salud de diversas maneras. Las personas ciegas que no pueden experimentar la luz del sol son un buen ejemplo de estos efectos. Cuando nuestros ojos perciben la luz, envían mensajes al núcleo supraquiasmático del cerebro, que a su vez envía mensajes a la glándula pineal. Estos mensajes neurológicos determinan si liberamos hormonas que favorecen el sueño, como la melatonina, o sustancias bioquímicas que favorecen la vigilia, como el cortisol. Sin retinas funcionales, los cuerpos y cerebros de las personas ciegas se quedan sin brújula.

Muchas personas ciegas sufren trastorno afectivo estacional durante todo el año. Sus retinas no perciben la luz, por lo que no tienen forma de coordinar sus ritmos circadianos. Esto puede provocar una desregulación del sueño y la consiguiente depresión y fatiga, pero también efectos físicos. Nuestros cuerpos están creados para sintonizar con los ciclos de luz y oscuridad de nuestro entorno; sin una forma de percibir estos ciclos, nos quedamos literalmente a oscuras.

Combatir el TAE

Seasonal Affective Disorder: How to Beat the Winter BluesAunque el trastorno afectivo estacional es frecuente, no es algo que haya que tolerar sin tratamiento. Hay muchas formas de vencer la tristeza invernal. Será mejor que nos abastezcamos de suplementos de vitamina D para que no nos falte este nutriente fundamental. Hay que intentar salir al aire libre y disfrutar de la estación invernal, aunque nos cueste ponernos en movimiento. Se aconseja exponerse mucho a la luz, aunque no sea la del sol.

Además, existen terapias naturales que han demostrado disminuir el trastorno afectivo estacional. Exponerse a la luz natural durante el día y tomar melatonina por la noche puede resolver muchos de los síntomas. De hecho, se ha descubierto que tomar melatonina por la noche corrige alrededor de un tercio de los síntomas asociados al TAE.

Cuando nuestros ojos no perciben la longitud de onda de luz adecuada, es fácil que la producción de melatonina también se desvíe. Tomar melatonina antes de acostarse es una señal clara de que ha llegado el momento de dormir. La fototerapia durante el día también puede ayudar, ya que envía un mensaje claro de que esas horas están destinadas a la vigilia. En invierno, los niveles de luz son tan bajos que es fácil que nuestro cerebro se confunda entre el momento de dormir y el de despertarse. Corregir estas señales cruzadas con luz y melatonina bien programadas puede aliviar muchos de los síntomas asociados al trastorno afectivo estacional.

Muchas personas sufren trastorno afectivo estacional, o al menos depresión invernal, sin darse cuenta. Sin embargo, no hay por qué sobrellevar estos síntomas: Se ha descubierto que muchas terapias, como la fototerapia y la melatonina, pueden aliviarlos. Incluir terapias de luz, como usar un despertador que simule el amanecer, y tomar suplementos de melatonina son formas de ayudar a mantener el ritmo circadiano. En muchos casos, la depresión no es más que el primer síntoma evidente de que algo va mal en la salud de todo el organismo.

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