Después de la edad avanzada, ser mujer es el segundo factor de riesgo para desarrollar la enfermedad de Alzheimer. Aún no está del todo claro por qué esta enfermedad afecta más a las mujeres que a los hombres, pero nuevas investigaciones arrojan luz sobre posibles mecanismos.
Un nuevo estudio afirma que la menopausia podría desencadenar la enfermedad de Alzheimer
Este nuevo estudio se ha realizado en la Universidad de Cornell en colaboración con la Universidad de Ciencias de la Salud de Arizona, y se ha publicado en la revista PLoS ONe. Este estudio demuestra que durante la menopausia se producen cambios metabólicos que pueden influir en el desarrollo del Alzheimer.
En este estudio, los investigadores utilizaron imágenes de tomografía por emisión de positrones para observar cómo los cerebros de 43 mujeres metabolizaban la glucosa, un tipo de azúcar que es la principal fuente de energía del cerebro. Las voluntarias representaban una amplia variedad de estados menopáusicos: premenopáusicas, menopáusicas y posmenopáusicas. Los científicos que trabajaron en este estudio descubrieron que las mujeres que se acercaban a la menopausia o que ya la habían alcanzado presentaban niveles significativamente más bajos de metabolismo de la glucosa en el cerebro, en comparación con las mujeres premenopáusicas.
Esta baja tasa de metabolismo de la glucosa se denomina hipometabolismo. Los investigadores también hallaron indicios de que las mitocondrias de las células cerebrales de las mujeres no funcionaban de forma óptima. El hipometabolismo de la glucosa y la disfunción mitocondrial apuntan a que el cerebro de las mujeres menopáusicas es ineficiente en el procesamiento de la energía. De hecho, los efectos de esta ineficacia son demostrables: las mujeres menopáusicas del estudio obtuvieron puntuaciones notablemente más bajas en las pruebas de memoria que las mujeres más jóvenes.
Los investigadores creen que estos cambios cerebrales que tienen lugar durante la menopausia están relacionados con el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer. Además, los mismos investigadores descubrieron en estudios anteriores que la menopausia está asociada a un aumento de la proteína beta-amiloide, que es un biomarcador del Alzheimer.
La menopausia prematura aumenta aún más el riesgo
Algunas mujeres experimentan la menopausia antes que otras, y esto puede constituir una variación natural. Sin embargo, las mujeres a las que hay que extirpar quirúrgicamente los ovarios antes de la menopausia experimentan un descenso muy repentino y prematuro de los estrógenos. Las investigaciones demuestran que la “menopausia quirúrgica”, como se denomina a este fenómeno, es especialmente perjudicial para la salud cerebral de las mujeres.
La extirpación quirúrgica de los ovarios, conocida como ooforectomía, suele ser necesaria cuando la paciente está afectada por una enfermedad como el cáncer de ovario. Este procedimiento también está indicado en ocasiones para enfermedades como el cáncer de mama y la endometriosis grave, en las que el estrógeno producido por los ovarios empeora la afección. Algunas mujeres con un riesgo muy elevado de cáncer de ovario pueden someterse a la extirpación de ovarios como medida preventiva.
Un estudio sobre este tema se realizó en el Medical College of Georgia de la Georgia Regents University y se publicó en la revista científica Brain. Los investigadores estudiaron los efectos de la extirpación de ovarios en el cerebro de ratas hembra. Las ratas que presentaban deficiencia de estrógenos debido a la extirpación de ovarios experimentaron mayores daños cerebrales tras sufrir un ictus. Los científicos también descubrieron que las ratas a las que se les habían extirpado los ovarios y no recibieron terapia hormonal sustitutiva empezaron a producir grandes cantidades de proteínas relacionadas con el Alzheimer en el cerebro.
Aunque se trataba de un estudio con animales, es probable que estos mismos principios se apliquen también a las mujeres humanas. Las que sufren una menopausia prematura, por el motivo que sea, y no reciben una terapia inmediata con estrógenos pueden sufrir un deterioro cognitivo dos veces mayor que el que puede conducir al Alzheimer.
¿Qué es exactamente la enfermedad de Alzheimer?
En un cerebro normal y sano, las neuronas son capaces de procesar y transmitir información de forma eficiente, comunicándose tanto entre ellas como con otros órganos del cuerpo. El Alzheimer interrumpe esta comunicación neuronal normal. En un cerebro afectado por el Alzheimer, muchas neuronas dejan de funcionar y pueden morir por completo, afectando a muchas redes dentro del cerebro.
Cuando el Alzheimer empieza a desarrollarse, suele dañar partes del cerebro relacionadas con la memoria, como el hipocampo. Naturalmente, esto causa problemas de memoria. Más adelante en la progresión de esta enfermedad, se dañan áreas del cerebro responsables del lenguaje, la lógica y el comportamiento social. Cuanto más avanza esta enfermedad neurodegenerativa, menor es la capacidad del paciente para vivir y funcionar de forma independiente. Aunque hay medicamentos que pueden ralentizar el avance del Alzheimer, ningún tratamiento actual puede detenerlo. La enfermedad acaba matando a la mayoría de las personas que la padecen.
Reducir el riesgo de Alzheimer
En la actualidad, no existen formas probadas de prevenir la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, hay algunas cosas que se asocian a una disminución del riesgo. Es posible que tomar las siguientes medidas pueda reducir su riesgo:
- Controlar afecciones vasculares como la hipertensión, el colesterol alto y la diabetes.
- Mantener una rutina de ejercicio regular hasta una edad tan avanzada como sea posible.
- Seguir una dieta equilibrada con abundantes frutas, verduras, proteínas magras y ácidos grasos omega-3.
- Hacer ejercicio de las habilidades cognitivas con regularidad, por ejemplo, haciendo crucigramas, rompecabezas lingüísticos, sudokus y otros juegos cognitivos a diario.
- Cuidar la salud mental.
- Mantenerse socialmente activo a medida que se envejece, con la familia, los amigos y la comunidad.
Dado que las investigaciones más recientes han demostrado la existencia de una relación entre un nivel bajo de estrógenos y la enfermedad de Alzheimer, es posible que mantener unos niveles saludables de estrógenos a medida que se envejece pueda ayudar a reducir el riesgo de padecer esta dolencia. Por supuesto, esta idea aún no se ha demostrado definitivamente. Para evitar que su nivel de estrógenos baje demasiado después de la menopausia, coma muchos alimentos que contengan fitoestrógenos, o compuestos vegetales que actúan de la misma forma que los estrógenos en el organismo. Coma una ración de soja o una de linaza todos los días. También puedes tomar un suplemento natural que favorezca los niveles de estrógeno, como la raíz de maca, el trébol rojo o la cimicifuga racemosa.