A pesar de los resultados de investigaciones anteriores en sentido contrario, nuevas investigaciones han descubierto que podría no existir una correlación negativa entre el ciclismo y la salud sexual de las mujeres. Aquí abordaremos el origen de las opiniones médicas previas que sugerían que el ciclismo precipita impactos potencialmente adversos para la salud sexual de la mujer, examinaremos nuevas investigaciones que refutan esas inclinaciones iniciales y ofreceremos consejos que las ciclistas preocupadas pueden emplear como medidas de precaución añadida.
El ciclismo afecta a la salud sexual de la mujer: Primeros resultados de la investigación
Hay ciertos profesionales de la salud que sugieren que el ciclismo podría suponer una amenaza para la salud sexual, urinaria y reproductiva de la mujer. Algunos miembros de la comunidad médica opinan que pasar mucho tiempo sentada encima de un sillín de bicicleta puede acabar produciendo problemas como entumecimiento y causar manifestaciones más graves, como una disminución del flujo sanguíneo a las regiones genital y reproductiva de la mujer.
Sin embargo, además de la duración potencialmente prolongada sentada en la misma posición, los expertos en salud también comprobaron que la posición del manillar de la bicicleta desempeñaba un papel importante en la salud sexual de la mujer. Un estudio concluyó que las mujeres que maniobraban el manillar de su bicicleta por debajo de la altura de su asiento experimentaban tanto un mayor nivel de dolor como una disminución de la sensibilidad en sus zonas pélvicas.
Dicho esto, este hecho parece deberse más a la gravedad que a una cuestión corporal interna. Cuando una mujer pedalea con un manillar situado a una altura más proporcionada a la del asiento de la embarcación, tiende a empujar hacia delante con mayor frecuencia. Esta acción ejerce una mayor presión física sobre la sección media y las regiones inferiores.
Inicialmente, los investigadores pensaron que la concurrencia de estos acontecimientos podría provocar una pérdida gradual de sensibilidad y dolor en las regiones erógenas clave que rodean la pelvis y, en última instancia, afectar a la capacidad de la mujer tanto para el desempeño sexual como para disfrutar de la actividad.
La actualidad del ciclismo y la salud sexual de la mujer
A pesar de estas opiniones iniciales, investigaciones realizadas recientemente sugieren que tales teorías son incorrectas. De hecho, algunos estudios sugieren incluso que el ciclismo podría ser beneficioso para la salud sexual de la mujer. Se cree que el ciclismo:
Mejora la salud general y el estado de ánimo
Un estudio realizado por la organización Cycle to Work Day (Día de la bicicleta al trabajo) relataba la historia de un grupo de mujeres que habían empezado a montar en bicicleta recientemente. Los resultados de la investigación sugieren que el ciclismo puede mejorar la salud general y el estado de ánimo. Dos tercios de los sujetos de la prueba afirmaron tener relaciones más sólidas con su pareja y aproximadamente el 40% de los participantes descubrieron que tenían más energía sexual y mantenían encuentros románticos más placenteros.
Estimula el flujo sanguíneo
Se dice que el mayor nivel de ejercicio que obtienen los ciclistas estimula el flujo sanguíneo. El aumento de la circulación es fundamental para mantener la fuerza y la vitalidad de todas las regiones del cuerpo, especialmente los órganos sexuales y reproductores. Cuanto más sanas estén las regiones sexuales de una mujer, mayores serán las probabilidades de que desee mantener relaciones sexuales.
Refuerza el vigor y la resistencia
Para que las relaciones sexuales sean placenteras y duraderas es necesario que quienes las practican posean la resistencia necesaria para ello. Teniendo en cuenta que un esfuerzo físico como el ciclismo aumenta la fuerza y el flujo sanguíneo, no es de extrañar que las ciclistas disfruten de relaciones más frecuentes y duraderas.
Aumenta la secreción de hormonas corporales vitales
Las actividades físicas como el ciclismo pueden estimular al organismo a liberar hormonas que reducen el estrés. Las mujeres que experimentan menos estrés pueden poseer un mayor deseo sexual.
Consejos para que las mujeres monten en bicicleta con seguridad y comodidad
Aunque muchos médicos e investigadores médicos parecen estar de acuerdo en que el ciclismo no es perjudicial sino que, de hecho, es potencialmente beneficioso para la salud sexual de la mujer, aquellas féminas que tengan alguna reserva a la hora de participar en la actividad podrían emplear ciertas salvaguardas añadidas, entre ellas:
Regular el sillín
Las mujeres ciclistas pueden asegurarse de que el sillín de su bicicleta está centrado. Cuando el sillín no está centrado, la ciclista puede sentarse de forma incómoda, lo que puede inducirla a compensar empujando o tirando con más fuerza del manillar. Como ya se ha mencionado, estas acciones pueden provocar un exceso de peso corporal en la parte inferior del cuerpo y en las regiones sexuales.
Lleve el equipo adecuado
El dolor que puede producirse al sentarse en el sillín de una bicicleta durante mucho tiempo puede evitarse o atenuarse con prendas diseñadas específicamente para el ciclismo. Artículos como los pantalones cortos de ciclismo, provistos de un acolchado extra, podrían proporcionar un nivel de comodidad adicional a las ciclistas, especialmente a las que practican ciclismo competitivo o recorren largas distancias.
Identificar y utilizar la bicicleta más adecuada
Es importante identificar y utilizar la bicicleta que mejor se adapte a los objetivos de ejercicio de la mujer en cuestión. Si se trata de una ciclista de competición con objetivos ambiciosos, la compra de una bicicleta más orientada a la competición o a la resistencia podría ser más fácil de manejar y menos propensa a provocar manifestaciones dolorosas cuando se utiliza a largo plazo.
Alinear el manillar
Al igual que el ajuste del sillín es importante, identificar y mantener una alineación adecuada del manillar también puede ser fundamental para evitar lesiones físicas en las regiones inferiores de las ciclistas. Las ciclistas deben asegurarse de que son capaces de agarrar dichos componentes sin tener que inclinarse demasiado hacia delante o hacia atrás cuando están en movimiento.